El PSOE vota en Madrid lo contrario que en Aragón y deja el delta del Ebro en manos de Cataluña

Aragón fue una de las cinco comunidades autónomas que se mantuvo fiel a José Luis Rodríguez Zapatero en las recientes elecciones europeas. Sin embargo, tan sólo dos días después del 7-J, los aragoneses ya han recibido un revés del PSOE en Madrid. Los socialistas votaron en el Congreso de los Diputados lo contrario que en el Parlamento aragonés, y blindaron el control que Cataluña ejerce sobre el delta del Ebro.

Las Cortes de Aragón habían aprobado por unanimidad (con votos de PSOE, PP, CHA e IU) enviar al Congreso una modificación del Plan Hidrológico Nacional. El objetivo de los partidos aragoneses es que todas las comunidades de la cuenca del Ebro puedan participar en la regulación del caudal del delta del río, que ahora depende de la relación bilateral entre Cataluña y el Gobierno central. No obstante, la propuesta sólo recibió el respaldo de PP, IU y el Grupo Mixto, por lo que fue rechazada con los votos de PSOE, CIU, ERC e ICV.

El diputado socialista Hugo Morán justificó el voto negativo del PSOE asegurando que ya existe una cobertura “suficiente y adecuada” en la legislación presente. Y es que, a pesar de que buena parte del apoyo social de los socialistas en Aragón proviene de su discurso en defensa del Ebro y de su lucha contra el trasvase a levante, el PSOE no ha dudado en primar sus intereses en Cataluña en esta votación.

Precisamente los partidos catalanes unieron sus votos a los socialistas para derrotar la iniciativa aragonesa. Pere Macías, diputado de CiU, reivindicó la ejecución del Plan Integral de Protección del Delta del Ebro, donde participa la Generalitat con entidades locales, y aseguró que no arrebata “recursos a nadie”. Previamente, tres parlamentarios aragoneses (Eloy Suárez, del PP; Bizén Fuster, de CHA; y Adolfo Barrena, de IU) defendieron la necesidad de que todas las comunidades implicadas cuenten a la hora de regular el caudal del delta, ya que “el río no se puede medir a trozos”. No acudió ningún portavoz del PSOE aragonés.

La controversia del PHN

Suárez recordó que la política hidráulica es de Estado y que la iniciativa no iba “contra nadie”, ya que trata de “sumar y no restar”. Santiago Lanzuela, ex presidente aragonés y diputado del PP, afirmó que es “absolutamente inaceptable para el resto de la cuenca y singularmente para Aragón”. Mientras, desde la izquierda, Fuster destacó ante la bancada socialista que la propuesta había sido aprobada e Aragón por unanimidad, por lo que reclamó “coherencia” a algunos partidos que votan una cosa en Aragón y otra en el Congreso. IU, a través de Barrena y Gaspar Llamazares, apeló al principio federal de la participación de los afectados en cuestiones de interés común como el caudal ambiental del Ebro.

La proposición aragonesa denuncia que la exclusividad catalana rompe los principios de unidad de cuenca y de unidad de gestión. Asimismo, las Cortes de Aragón apelan a la doctrina constitucional, que debería impedir los acuerdos bilaterales entre el Ejecutivo central y el catalán, puesto que la regulación del caudal del delta influye en el resto de la cuenca, y viceversa. Finalmente, la iniciativa fue rechazada, pero todo apunta a que el Plan Hidrológico Nacional continuará generando controversia, e incluso, divisiones dentro de los dos grandes partidos por sus distintas visiones regionales.