Julián Muñoz y Marisol Yagüe se pasan a la hostelería para rehacer sus vidas

La Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía diseña estos días, junto al responsable máximo de la Audiencia Provincial de Málaga, Francisco Javier Arroyo, la ubicación de las instalaciones donde se celebrará el juicio sobre corrupción municipal más esperado en España. La opción más factible hasta el momento es la de un sótano diáfano de unos 750 metros cuadrados. Mientras tanto, los imputados en el proceso judicial van rehaciendo sus vidas. Los dos ex alcaldes de la ciudad Julián Muñoz y Marisol Yagüe ya disfrutan de sendos trabajos en el mundo de la hostelería: Julián Muñoz como relaciones publicas del restaurante Nuevo Reino y Marisol Yagüe regentando un tablao flamenco de su familia, El Embrujo, donde canta y baila todas las noches.

 

Tras sus intentos fallidos como profesor de universidad, Julián Muñoz ha tenido que contentarse con el modesto cargo de  relaciones públicas de un restaurante de San Pedro de Alcántara, trabajo que en su día le sirvió de aval en Instituciones Penitenciarias para salir de prisión con el tercer grado, tal y como informó El Confidencial.

Si hace veinte años se movía entre bandejas y sartenes, ahora Julián Muñoz se reconcilia con sus orígenes como en su etapa de camarero, antes de ocupar las filas del GIL. Cachuli está de nuevo como pez en el agua. El restaurante Nuevo Reino, muy cerca de su anterior domicilio, Las Petunias, que ocupó junto a su mujer Maite Zaldívar, está ubicado en la playa de San Pedro de Alcántara. Se da el caso de que este restaurante, junto a muchos más locales de la zona, sufren desde primeros de mes la construcción del soterramiento la autovía del Mediterráneo, A-7, es decir, el corte total de los accesos a la zona. Este proyecto de acondicionamiento de la travesía de San Pedro de Alcántara durará algo más de un año. Y ahí está la labor de Julián Muñoz: que no haya obstáculos para que los veraneantes sigan yendo a comer los “choquitos”, aunque para ello tenga que vestirse de barquero.

El dueño del local, Pepe Romero, que además se precia de ser uno de los mejores amigos de Cachuli, dice que está encantado con el buen hacer del ex regidor marbellí: “¡Anda que no!  Nuevo Reino sale ahora en todas las teles. Los paparazzis detrás de él. Lleva trabajando con nosotros desde primeros de año. Él es un profesional y lo ha recomendado a sus conocidos, con los que ejerce de anfitrión. Y eso se ha notado porque a todos les gusta echar unas palabritas con Julián”.

Por las mañanas, Romero y Cachuli se dan un paseo para organizar las tareas del día. Luego, alguna tarde que otra Julián Muñoz se da una vuelta por Puerto Banus, junto a su chófer y baja la ventanilla del coche para que lo vean. A unos y a otros les habla de su restaurante. Hace escasos días se enfrentó a unos paparazzis  que se reían del tema y a uno de ellos le espetó sin ningún tipo de rubor: “Tu quillo a ver si callas ya de hablar de mí, que te he pagao mucho dinero y en negro”. Los que le escucharon se quedaron boquiabiertos sin dar crédito a sus palabras.

El embrujo de Marisol

Mucho más discreta que su compañero de filas, la ex alcaldesa Marisol Yagüe, canta y baila en el negocio familiar que regenta su sobrino, Diego Yagüe, como responsable del tablao flamenco. En pleno corazón de Marbella, la familia ha alquilado un antiguo tablao para reformarlo y darle su  propio estilo. Se llama El Embrujo y al abrir sus puertas se ve una gran fotografía que cubre toda la pared, donde Marisol baila una sevillana junto al cantaor de su cuadro flamenco.

De jueves a domingo la ex regidora marbellí se viste de negro y con el duende musical del que siempre ha hecho gala entona fandangos, guajiras, alegrías, bulerías y alguna que otra de Bambino que también pide el público. La magia de la guitarra flamenca corre a cuenta del Pinto.

El Embrujo tenía previsto abrir sus puertas en la Avenida del Mar, donde se estaba construyendo un elegante local que al final no ha visto la luz debido a que la delegación de urbanismo del Ayuntamiento de Marbella le ha denegado el permiso de apertura. Se da el caso de que esta misma semana el Budha Bar, el local que perteneció a un testaferro de Roca, Óscar Benavente, y que hubiera sido vecino de calle del original Embrujo, también ha sido precintado por las denuncias de los vecinos de la zona al carecer de permisos.

Marisol Yagüe se convirtió en 2003 en la primera alcaldesa de Marbella tras doce años como edil fiel a Jesús Gil. Ella nunca dejó su gran afición al cante y la copla, y compaginaba su quehacer político con el coro rociero Río Real, con el que grabó cuatro discos. Sus actuaciones en las casetas de la Feria de San Bernabé eran seguidas por muchos marbellíes adeptos a sus cantes. El próximo mes de junio, festividad del patrón de Marbella, la ex alcaldesa, vestida de sus mejores galas, le dedicará en El Embrujo su mejor cante.