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El empresario Antonio Catalán media entre Zapatero y Sanz para que UPN apoye los presupuestos del Gobierno
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UPN, DIPUESTA A ROMPER CON EL PP

El empresario Antonio Catalán media entre Zapatero y Sanz para que UPN apoye los presupuestos del Gobierno

El empresario hotelero que está tras las siglas de AC, Antonio Catalán, se ha convertido en el mediador oficioso, en el ‘mensajero’ particular, entre el presidente

Foto: El empresario Antonio Catalán media entre Zapatero y Sanz para que UPN apoye los presupuestos del Gobierno
El empresario Antonio Catalán media entre Zapatero y Sanz para que UPN apoye los presupuestos del Gobierno

El empresario hotelero que está tras las siglas de AC, Antonio Catalán, se ha convertido en el mediador oficioso, en el ‘mensajero’ particular, entre el presidente navarro Miguel Sanz y José Luis Rodríguez Zapatero, ambos amigos suyos. A él se le atribuye una influencia directa en la nueva actitud del navarro hacia el líder socialista, con quien, de la noche a la mañana, ha pasado del odio manifiesto a vivir una insólita luna de miel política. Su anuncio, hace unos días, de que la UPN podría incluso llegar a apoyar los presupuestos del Gobierno ha originado una crisis sin precedentes en el partido que lidera, hasta ahora la marca navarra del PP.

No es la primera vez que el dueño de AC Hoteles media directamente entre Zapatero y Sanz. Su intervención fue, de hecho, decisiva para que el líder socialista abortase el acuerdo entre sus compañeros de Navarra y las fuerzas vasquistas de NaBai. El pacto estaba, entonces, prácticamente suscrito y hubiera desalojado a Miguel Sanz del Palacio de Navarra. Desde entonces, Sanz gobierna gracias al favor del PSN, que en la sesión de investidura se abstuvo contra su voluntad y por expreso mandato de José Blanco, que amenazó con represalias a quien no acatase las ordenes de Ferraz.

Desde entonces, opinan fuentes de UPN, Sanz no ha hecho más que cumplir el guión marcado por Antonio Catalán semanas antes de las últimas elecciones navarras, en las que abiertamente apostó porque “UPN pactara con el PSN y se desmarcase totalmente del PP”. En una entrevista en Diario de Navarra, Catalán señalaba que “UPN es un partido mucho más progresista” que el PP y que el pacto “recogería el sentir de la mayoría de los navarros porque se defendería su identidad”: “Quiero ser navarro y español, y no quiero ser vasco”, añadía.

Amigos inseparables

Miguel Sanz y Antonio Catalán son amigos íntimos desde hace lustros. Nacidos en el mismo pueblo, Corella, una pequeña población del sur de la Comunidad Foral, ambos han forjado a lo largo de los años unos vínculos muy estrechos. Disfrutan, por ejemplo, parte de sus vacaciones juntos. Sanz, además, pasa muchos fines de semana en la casa que el empresario hostelero tiene en el Ampurdán y dicen los que les conocen que cada vez que Catalán visita Italia le suele traer varias camisas de regalo. Una amistad íntima, la de dos grandes amigos de toda la vida.

La relación entre el hostelero y el presidente del Gobierno es, en cambio, más reciente. Y se remonta a un episodio que se produjo pocos meses después de que el matrimonio Zapatero llegase al Palacio de La Moncloa, cuando Sonsoles Espinosa acudía a nadar y bucear a una piscina de la Guardia Civil de la Academia de Guardias Jóvenes de Valdemoro. Los sindicatos denunciaron entonces que la piscina cerrase para el baño privado de Sonsoles, ante lo que Catalán reaccionó rápido y le ofreció en exclusiva la piscina de uno de sus lujosos hoteles de Madrid. “Mis amigos son mis amigos”, ha declarado el empresario. “No los tengo por interés porque no hago obras públicas ni me tienen que hacer concesiones. No soy sospechoso de tener que mariposear o asistir a los desayunos en Madrid con Miguel Sebastián, Miguel Sanz o el presidente de Asturias”.

La mediación ‘oficiosa’ de AC ha logrado lo que a priori parecía impensable, que Sanz y Zapatero puedan llegar a entenderse. Y es que, una anécdota revela mejor que mil palabras el cambio de actitud sorprendente que el presidente navarro ha vivido de la noche a la mañana. En junio de 2005 la peña El Tonel de Corella entregó su distinción más relevante a su vecino más ilustre, Antonio Catalán. A la cita había sido invitado también Zapatero, gracias a la mediación directa del hostelero. El viaje estaba confirmado y las agendas cuadradas. Pero Miguel Sanz dijo que Zapatero no ponía un pie en su pueblo y, efectivamente, su enfado fue tan mayúsculo que el de León acabó suspendiendo el viaje.

Soltar amarras con el PP

Sin embargo, el líder de UPN ya no siente al parecer tanta animadversión hacia el presidente socialista y está dispuesto incluso a apoyarle en el trámite más peliagudo, la aprobación de las cuentas del Estado. Se apoya para ello en una cláusula que añadió antes de las elecciones al acuerdo madre firmado en 1991 entre UPN y PP. "Para situaciones especiales que afecten al interés general de Navarra y a la gobernabilidad de la Comunidad foral, y siempre y cuando este interés no colisione con el interés general de España y con los principios ideológicos de este acuerdo, los diputados y senadores de UPN fijarán su posición de voto priorizando los asuntos de interés general de Navarra y la gobernabilidad de la Comunidad sobre los de carácter partidista y estratégico", reza el texto.

La clausula se firmó a raíz de la reprobación en el Congreso de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, cuando los diputados regionalistas votaron junto con el PP, mientras el Gobierno navarro negociaba un convenio sobre el AVE con el Ejecutivo de Zapatero. Desde entonces, las salidas de tono de Sanz, acordes con la filosofía expresada públicamente por AC, incomodan cada día más al equipo de Mariano Rajoy. Primero amenazó con que sus dos diputados se incluirían en el Grupo Mixto, después pidió públicamente que el PP se abstuviese en la investidura de Zapatero y ahora ha anunciado el posible voto a favor de los presupuestos sin haberlo consultado previamente con sus dos parlamentarios de Madrid, ni con el Comité Ejecutivo de su partido, ni mucho menos, con Rajoy. “Lo hizo sin encomendarse a nadie”, añade una fuente de su partido. “Miguel Sanz está empeñado en dar lecciones al PP sobre lo que tiene que hacer y eso es una actitud muy aldeana”, añade.

“La idea de que ha llegado la hora de romper con el PP la puso en claro Antonio Catalán con sus declaraciones y el eco lo proyectan otras voces dentro del partido que creen que la mejor forma de tener una franquicia en el Gobierno de Navarra es desligándose del Partido Popular”, añade la misma fuente. “Esto no es solo una escaramuza con respecto a los PGE, sino que a partir de ahora va a haber una continuidad por parte de Miguel Sanz, que va a seguir planteando cosas difíciles de asumir para el PP”.

De momento, Miguel Sanz ha generado una crisis sin precedentes en su propio partido y todos los críticos con su actuación ven la mano de Catalán tras sus últimas declaraciones. El partido, mientras tanto, afrontará en primavera su próximo congreso en el que, probablemente, la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, asumirá la jefatura de la UPN después de que Sanz haya anunciado que no desea renovar en el cargo. Las miradas se ponen ahora en ella quien no ha abierto la boca en los últimos días ni en público, ni en privado. La que fuera siempre firme defensora del acuerdo con el PP (llegó incluso a sonar como una posible ministrable de Rajoy) no ha aclarado que rumbo debe tomar el partido si ella asume la dirección de UPN.

Nota de la redacción:

 

El empresario Antonio Catalán se ha puesto en contacto con la redacción de El Confidencial para negar su supuesta mediación entre Zapatero y Miguel Sanz, con quienes no oculta su amistad. El empresario dice estar volcado exclusivamente en su negocio hotelero y dice no ejercer de 'mediador' oficioso entre ambos presidentes. El dueño de AC Hoteles ha negado también que la esposa del presidente, Sonsoles Espinosa, acuda a la piscina del hotel Santo Mauro de Madrid y añade que, en todo caso, su amistad con Zapatero se remonta a antes de que el socialista llegase al Palacio de La Moncloa.

 

El empresario hotelero que está tras las siglas de AC, Antonio Catalán, se ha convertido en el mediador oficioso, en el ‘mensajero’ particular, entre el presidente navarro Miguel Sanz y José Luis Rodríguez Zapatero, ambos amigos suyos. A él se le atribuye una influencia directa en la nueva actitud del navarro hacia el líder socialista, con quien, de la noche a la mañana, ha pasado del odio manifiesto a vivir una insólita luna de miel política. Su anuncio, hace unos días, de que la UPN podría incluso llegar a apoyar los presupuestos del Gobierno ha originado una crisis sin precedentes en el partido que lidera, hasta ahora la marca navarra del PP.

Antonio Catalán