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El vértigo de los sociólogos: "no hay nada claro a una semana de las elecciones"
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El vértigo de los sociólogos: "no hay nada claro a una semana de las elecciones"

 La batalla echa humo. Los expertos en demoscopia coinciden: José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy se la juegan el lunes en su último duelo ante

La batalla echa humo. Los expertos en demoscopia coinciden: José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy se la juegan el lunes en su último duelo ante el ojo público. No ha habido mucho movimiento en las encuestas tras su debate del pasado lunes, a pesar de que se esforzaron en despertar lo peor del otro. Pero ni caso. La diferencia entre PSOE y PP permanece estancada en 4 ó 5 puntos, un hecho histórico: jamás había ocurrido que un presidente del Gobierno se presentara a la primera reelección con tan estrecho margen. Se ha agrandado la distancia, desde aquellos 1,5 puntos de diferencia en la precampaña, pero el crecimiento del voto es muy lento.

Una buena noticia para tirios y troyanos: el duelo del pasado lunes ha animado a la parroquia y sube el número de españoles que piensa acudir a las urnas el próximo 9 de marzo. Ahora viene la mala/buena noticia, según gustos e identificaciones ideológicas: los desperezados son los votantes socialistas. Así se desprenden de las encuestas que se cocinan estos días en las principales empresas demoscópicas. Los expertos calculan que hay un 5% más de españoles que se ha decidido a ir a votar" al PSOE. Prefieren taparse la nariz ante la urna a ver cómo el PP regresa al poder.

"¿Cuándo votamos a favor por última vez?", se preguntaba el sábado Gregorio Morán en La Vanguardia. Las maquinarias propagandísticas de socialistas y populares afilan las fichas temáticas cual facas y con un objetivo: que el lunes Zapatero y Rajoy capten nuevos votantes por el mero rechazo al partido contrario, en lugar de conseguirlo con argumentos. El recurso a una suerte de cainismo en vista de que ni uno ni otro despierta el entusiasmo entre los españoles.

Los sociólogos sienten vértigo. Están escaldados de expreriencias del pasado y quieren acertar con sus encuestas. Pero la diferencia de porcentaje, siempre a favor del PSOE, es muy estrecha. Ahora ronda el 41% de voto válido para los socialistas y el 38% para los populares. "No hay nada claro a una semana de las elecciones", confiesa uno de ellos que se atreve a hacer rodar sus runas y pronosticar, con el auxilio de la Ley D"Hont: "Zapatero renovará su contrato por sólo una decena de diputados". La solución, el 9 de marzo.

La batalla echa humo. Los expertos en demoscopia coinciden: José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy se la juegan el lunes en su último duelo ante el ojo público. No ha habido mucho movimiento en las encuestas tras su debate del pasado lunes, a pesar de que se esforzaron en despertar lo peor del otro. Pero ni caso. La diferencia entre PSOE y PP permanece estancada en 4 ó 5 puntos, un hecho histórico: jamás había ocurrido que un presidente del Gobierno se presentara a la primera reelección con tan estrecho margen. Se ha agrandado la distancia, desde aquellos 1,5 puntos de diferencia en la precampaña, pero el crecimiento del voto es muy lento.