PNV y Batasuna pugnan por el control de la selección vasca de fútbol

La competición entre el PNV y la izquierda abertzale por controlar todos los espacios de influencia del nacionalismo se ha extendido a la selección vasca. En un golpe de efecto, el entorno de la ilegalizada Batasuna ha conseguido que el combinado deje de llamarse Euskadi y pase a denominarse Euskal Herria, nombre tradicional con el que los independentistas engloban a las tres provincias de la comunidad autónoma, Navarra y los territorios del sur de Francia.

Bajo esa nueva nomenclatura, el equipo que dirige el histórico José Angel Iribar -reconocido simpatizante de la izquierda abertzale- se enfrentará el próximo 29 de diciembre en San Mamés a Cataluña, en un partido de alto voltaje nacionalista que puede reproducir la exaltación de soberanismo que ya se produjo en el último enfrentamiento de ambos combinados en suelo catalán. El cambio de nombre supone un triunfo para las tesis de Esait -una asociación de extracción abertzale que defiende la oficialidad de las selecciones vascas- y de varios jugadores encuadrados, entre otros, en el Atheltic de Bilbao, la Real Sociedad y Osasuna, que han reivindicado el derecho de los equipos autonómicos a competir de forma diferenciada y con pleno derecho en competiciones internacionales.

La nueva selección de Eukal Herria ha provocado un inusitado enfado en las filas del PNV, partido cuya sombra siempre ha planeado con fuerza en torno a los palcos de San Mamés y que se ha tomado el gesto como un agravio en toda regla hacia su fundador, Sabino Arana, creador del término Euzkadi; además de como una pérdida de influencia frente a una Batasuna que, en palabras del senador Iñaki Anasagasti, "todo lo que tocan, lo envilecen".

El SMS de Urkullu

Anasagasti no ha podido ser más explícito en su blog, donde además de arremeter contra quienes han promovido el cambio de denominación, reproduce el mensaje de móvil que ha enviado el mismísimo presidente del PNV, Íñigo Urkullu, para manifestar su “profundo malestar". “Quiero manifestar ante quien le interese y para lo que proceda, a título personal, mi contrariedad histórico política por el cambio en la denominación Euskal Herria en lugar de Euskadi de la Selección Vasca de fútbol. Y, sobre todo, contrariedad ética por deberse a una actitud de presión orquestada y protagonizada por determinados jugadores”, escribe Urkullu, en el SMS que ha extendido entre la militancia jeltzale, prueba fehaciente de lo caldeado que se presenta el partido de final de año.

Tradicionalmente, la cita anual de la Selección Vasca ha reunido al lehendakari Ibarretxe, al resto de responsables institucionales vascos y a una amplia representación de las fuerzas políticas de Euskadi -de todos los colores-, en una convocatoria donde la fiesta se había venido imponiendo a la pugna partidaria. El rival es esta vez la selección de Cataluña -Catalunya en el cartel oficial-, cuya presencia en Bilbao movilizará salvo cambios de última hora a delegaciones de CiU y de los socios menores de los socialistas en el Parlament, ERC e ICV. Los nacionalistas vascos y catalanes pretenden que esta cita futbolística se convierta en una auténtica exaltación de su independentismo.