Nueva prueba de fuego para el Rey y Zapatero con el funeral del guardia civil fallecido ayer

El Rey de España y el presidente del Gobierno afrontan a patir de hoy una nueva prueba de fuego, en pleno aniversario de la Constitución, con la llegada de los restos mortales del guardia civil Fernando Trapero, asesinado a quemarropa en Francia por ETA, y el solemne funeral organizado para mañana en Valdemoro (Madrid) que será presidido por los monarcas.

El funeral por su compañero, Raúl Centeno, fallecido en el acto, se produjo el lunes en medio de una serie de abucheos e insultos proferidos por asistentes aislados contra José Luis Rodríguez Zapatero entre gritos de rechazo como "fuera, fuera, fuera".

En los ámbitos policiales y entre las víctimas del terrorismo se detecta malestar ante el Gobierno por cómo ha gestionado la crisis surgida con ambos asesinatos. No ha gustado que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, calificara al principio de “tiroteo” este atentado fruto de un encuentro casual o que se difundiera que pudieron cometer alguna indiscreción que hubiera facilitado su identificación por parte de los terroristas. El atentado es, en realidad, una ejecución a bocajarro y a sangre fría de dos funcionarios que ni siquiera llevaban armas para defenderse.

La capilla ardiente con los restos mortales del joven guardia civil ha sido instalada en el Colegio de Guardias Jóvenes 'Duque de Ahumada' de la Guardia Civil en Valdemoro (Madrid). Por deseo de los familiares, el velatorio se desarrollará en la intimidad, y mañana a mediodía se celebrará un funeral de Estado, presidido por los Reyes y los Príncipes de Asturias.

El XXIX aniversario de la Constitución española celebado en esta jornada de duelo ha estado esta presidido por una sociedad desafecta a sus líderes políticos, a la vista de la reducida asistencia a la concentración de protesta del pasado martes, que había sido convocada de forma unitaria por el Congreso y los agentes sociales.

La Cámara Baja suspendió el cóctel convocado para esta mañana con motivo de la celebración de aniversario de la Carta Magna. El acto quedó reducido a una ceremonia de recepción y unas palabras del presidente de la Cámara, Manuel Marín. No asistieron los representantes de los grupos parlamentarios de ERC, PNV ni dos partidos del Mixto (EA y BNG).

El orgullo de una familia rota

El alcalde de El Tiemblo, Rubén Rodríguez, subrayó la "entereza" del padre de Fernando Trapero, cuya familia es originaria de este municipio, que se ha mostrado "orgulloso" de la labor desarrollada por su hijo, así como el "profundo dolor" de la madre tras conocer el fatal desenlace.

"Su padre me ha dicho que se sentía muy orgulloso porque parecía que Fernando se había mantenido con vida hasta que han arrestado a dos de los etarras que participaron en el vil atentado", subrayó el regidor.

Fuentes del entorno familiar revelan que el padre, también guardia civil, había asumido la inminencia del fallecimiento, pero que la madre se resistía a aceptar hasta que el martes un equipo de especialistas certificó la muerte cerebral y les comunicó que sólo quedaba que el corazón de la víctima se parara.