Golpe al “prestigio” del nacionalismo catalán: el Puerto de Valencia ya supera en actividad al de Barcelona

Era cuestión de tiempo. La pujanza de la economía valenciana vaticinaba que, antes o después, el Puerto de Valencia superaría en actividad al de Barcelona, su eterno rival, por convertirse en el primer puerto del Mediterráneo y segundo de España, tras el de Algeciras. De acuerdo con el anuario estadístico de Puertos del Estado referido a 2006, el sorpasso se acaba de producir.

Según los datos oficiales, Valencia ha superado a Barcelona en lo que se conoce como ‘Mercancías según su presentación’, lo que supone el grueso de la actividad de los puertos. En concreto, 47,2 millones de toneladas el valenciano frente a 46,4 millones del catalán. Contabilizando todos los datos, incluido el apartado ‘Avituallamiento’, el puerto catalán supera mínimamente al valenciano: 47,6 millones de toneladas frente a 47,5 millones.

La evolución de la actividad de cada puerto refleja que el valenciano va recortando distancias al barcelonés en los últimos años a pasos agigantados, si tenemos en cuenta que hace tres años la diferencia era de cinco millones de toneladas. De hecho, y según las misma fuente estadística, entre el 1 de enero y el 31 de julio del año en curso el puerto de Valencia supera al catalán en más de un millón de toneladas (incluido Mercancías y Avituallamiento): Valencia, 30,5 millones de toneladas; Barcelona, 29,05 millones.

Se trata de la primera vez que ocurre algo así en los últimos años (en 2002 Valencia superó de manera puntual al catalán por escasa diferencia), lo que pone de relieve la pujanza de la economía valenciana. Según el INE, de 2000 a 2006, el PIB de la Comunidad Valenciana ha crecido una décima por encima del catalán: 3,32% de Valencia frente a 3,21% de Cataluña (la media nacional es del 3,34%).

La diferencia no es mucha y la economía catalana sigue estando por encima de la valenciana. Pero nadie puede poner en duda el dinamismo de Valencia y su espectacular crecimiento de los últimos años, lo que se refleja en la pujante actividad de su puerto, su cada vez más visitada Feria, que reduce diferencias con la Fira, o los numerosos acontecimientos deportivos que ha acogido y que va a acoger en el futuro.

Mientras, Cataluña sigue con una política que encierra la comunidad en sí misma. La política lingüística no ayuda y son varias las empresas que prefieren cambiar de sede a Madrid, Zaragoza o Valencia. Respecto al puerto, un informe de los Agentes Comerciales de Cataluña ya alertaba en 2003 de la pérdida de fuerza del enclave catalán frente al valenciano. Cuatro años después, los peores vaticinios se han cumplido. Incluso el puerto de Tarragona, que a principios de 2000 estaba empatado con el valenciano, está ya a años luz.

Barcelona le supera en facturación

Desde Cataluña se defienden asegurando que el liderazgo de un puerto u otro no se mide en la cantidad de toneladas que mueve sino en la facturación, apartado en el que gana Barcelona. En 2006, el puerto catalán ingresó 169 millones de euros y tuvo un beneficio de algo menos de 16 millones, un 53% menos que el año anterior debido a que han tenido que provisionar los costes del hundimiento de las obras de ampliación del puerto. Valencia, en cambio, facturó en 2006 algo más de 102 millones de euros, con 37,4 millones de beneficio. Además de en ingresos, en tráfico de pasajeros también gana Barcelona (gracias a la ruta Barcelona-Palma de Mallorca).