Chaves y otros dirigentes del PSOE continúan presionando a Zapatero para que adelante las elecciones

Varios dirigentes del PSOE presionan al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para que adelante las elecciones generales al mes de noviembre y evitar la crispación de una precampaña electoral que, de hecho, comenzará con el inicio del curso político. Entre los dirigentes más interesados en un anticipo que califican de “técnico” se encuentra el presidente andaluz Manuel Chaves. No hay que olvidar que las elecciones andaluzas se celebran al mismo tiempo que las generales y que la opinión de Chaves, presidente a su vez del Partido Socialista, posee cierto peso en esta materia.

De las reflexiones de Zapatero en Doñana, donde ha pasado quince días de vacaciones y ha tenido la oportunidad de hablar con Chaves, no ha trascendido sin embargo una señal que permita augurar un adelanto electoral. En su comparecencia ante los medios de comunicación en Palma de Mallorca, donde acudió el martes a despachar con el Rey, se refirió a las “elecciones de marzo” al hilo de la polémica suscitada en el PP por el reiterado afán del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, de ir en la lista de Mariano Rajoy al Congreso. También José Blanco ha hablado de las elecciones de marzo. Según el diputado socialista por Madrid José Acosta, eso no quiere decir que no se haya barajado el adelanto electoral.

Según las fuentes consultadas, en el platillo de la balanza favorable al adelanto electoral hay que colocar la opinión de Chaves, una ventaja de cuatro puntos sobre el PP en las encuestas, la relativa debilidad y desorientación de ETA, y un creciente cuestionamiento interno de la figura de Rajoy, con Rodrigo Rato y Alberto Ruiz-Gallardón como valores en alza. El reproche de Rajoy al anticipo sería mínimo si se tiene en cuenta que ya solicitó la convocatoria en el debate sobre el estado de la nación.

A favor del adelanto también juega el hecho de que el líder de los populares ha dejado claro que ya no pactará la reforma constitucional que Zapatero quería para esta legislatura, una reforma que sería el colofón de las modificaciones estatutarias y que serviría para reestructurar el Senado y para que pueda reinar una mujer.

Los elementos del otro platillo de la balanza que aconsejan agotar la legislatura son la aprobación de los presupuestos del Estado para 2008, con un crecimiento inferior al del presente ejercicio y un impulso significativo al I+D+I y a la política de protección social con la aplicación del sistema de dependencia. Este será, de hecho, el principal activo electoral de Zapatero junto con la puesta en marcha de algunos tramos del AVE. La agenda internacional, cargada de compromisos en el último trimestre del año, también pesa en la decisión presidencial.

La prisa de las listas

Entre tanto, el runrún del anticipo sigue presente en los comentarios privados de algunos dirigentes del PSOE, incluidos algunos ministros cuyos gabinetes ya han elaborado documentos para el programa electoral que coordinan Jesús Caldera y su histórico hombre de confianza, Valeriano Gómez, quien trabaja duro en Ferraz.

Conscientes de que el proceso de elaboración de las listas se ha puesto en marcha oficiosamente, algunos personajes de relieve como el ex ministro José Bono, el ex candidato a la alcaldía de Madrid y ex director de la oficina económica del presidente, Miguel Sebastián, o la ex ministra de vivienda, María Antonio Trujillo, se han apresurado a manifestar su deseo de ir en las mismas.