Esperanza Aguirre y José Montilla luchan por conseguir la sede de la farmacéutica Merck-Serono

Va de pique. Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, y José Montilla, presidente de la Generalitat de Cataluña, mantienen un pulso por ver cuál de las dos comunidades se convierte en sede para España de la multinacional biotecnológica Merck Serono, fruto de la fusión entre las farmacéuticas alemana Merck y la suiza Serono.

El tema no es baladí, dado que, si finalmente abandona Madrid, con esta serían tres las empresas biotecnológicas que, tras una fusión, trasladan su central a la ciudad condal. La primera fue Sanofi-Aventis y, más recientemente, en octubre del año pasado, Bayer-Shering. Sólo estas dos compañías concentran a más de 3.000 empleados de alta cualificación y mueven cuentas de resultados astronómicas.

De acuerdo con las fuentes del sector consultadas, Merck-Serono todavía no tiene ninguna decisión tomada al respecto, aunque puede ser un factor a tener en cuenta el hecho de que la sede de Merck esté en Barcelona, donde tiene agrupados los servicios centrales, además de contar con dos plantas de producción farmacéutica y química.

Por parte de Serono, la compañía suiza tiene su sede social en Madrid, donde cuenta con una planta de productos biotecnológicos en Tres Cantos, en la que trabajan cerca de 120 profesionales. En las filas de Aguirre confían en que se repita el modelo que se ha adoptado a escala internacional: en lugar de trasladar la sede a las instalaciones de la empresa compradora -Merck, en Alemania-, se han ubicado en Suiza, donde están las oficinas centrales de Serono.

Clusters biotecnológicos

Curiosamente, la escenificación más inminente de este pulso político tendrá lugar hoy en la entrega de las Ayudas Serono de Investigación 2006, otorgadas por la Fundación Salud 2000, en la que habrá una amplia representación del gobierno regional. Al acto acudirán primeras espadas: ni más ni menos que los tres consejeros de Sanidad, Economía y Empleo, con sus respectivos directores generales.

La competencia entre ambas comunidades se evidencia en la creación de sendos clusters biotecnológicos, donde participan gobierno regional, instituciones y empresas del sector, para constituir un lobby a nivel nacional en sí mismos. El poder de estos consorcios sectoriales se ve fortalecido por su acceso a programas millonarios de ayudas relacionados con actividades en I+D. Sólo la Comunidad de Madrid cuenta con una dotación de 23 millones de euros en el periodo 2003-2009. Hablamos de mucho dinero.