Los ataques a Carrillo, un paso más en la creciente tensión social provocada por el `revisionismo histórico´

El ex secretario general del PCE, Santiago Carrillo, fue ayer objeto de una serie de altercados provocados por jóvenes ultraderechistas durante el acto de investidura del histórico dirigente comunista como Doctor Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Madrid. Unos hechos que no han pasado desapercibidos, primero por la gravedad de los mismos –una persona fue detenida-, que obligaron a la intervención policial, y segundo por el momento de máxima tensión política en que se producen.

No es la primera vez que Carrillo se convierte en blanco de las iras de los grupos ‘ultras’. Un reciente homenaje a su figura coincidió con el desmontaje de la estatua ecuestre de Franco a la entrada de Nuevos Ministerios en Madrid. Durante el acto, el actual alto comisionado para las víctimas del terrorismo, Gregorio Peces-Barba, dividió en “buenos” y “malos” a vencedores y vencidos de la Guerra. Todo eso provocó que unos días después, y durante la presentación de un libro de Santos Juliá, titulado precisamente Historias de las dos españas, un grupo de jóvenes le increpara.

Ayer mismo, este periódico intentó, sin éxito, ponerse en contacto con algunos políticos que compartieron con Carrillo los primeros años de la Transición. Todos ellos declinaron comentar los hechos por considerar que la figura de Carrillo está siendo utilizada, sin que él ponga objeciones, “por quienes quieren revisar la historia”, es decir, el Gobierno del PSOE. De hecho, poco ha gustado entre algunos de sus compañeros el que Carrillo aceptara la presidencia de la Fundación Trece Rosas en memoria de trece mujeres asesinadas en el año 36 por los ‘nacionales’.

“Era lógico que volviera a recordarse lo de Paracuellos”, dicen. En efecto, ayer los jóvenes que pretendieron reventar el acto de investidura de Carrillo llevaban pancartas alusivas a los sucesos ocurridos durante la Guerra a orillas del Jarama. Desde la llegada del ex secretario general del PCE a la Escuela Politécnica Superior de la Autónoma, en cuyo salón de actos tuvo lugar la solemne sesión de investidura, se sucedieron los enfrentamientos entre universitarios y jóvenes que portaban pancartas en contra de Carrillo.

Piedras contra el histórico dirigente comunista

Estos arrojaron piedras y papeleras dentro del vestíbulo de la Escuela, lo que obligó a la policía a intervenir. En el interior del salón de actos, y en el momento en el que la secretaria general daba lectura a la resolución de conceder el Doctorado al dirigente comunista, un grupo de unos veinte jóvenes interrumpió el acto con gritos de "asesino" y "genocida" contra el político. En ese momento, todos los asistentes al acto comenzaron a aplaudir puestos en pie y a gritar "fuera, fuera", en una situación que se prolongó más de cinco minutos hasta que los jóvenes que habían interrumpido el acto abandonaron la sala.

Según el acuerdo del Consejo de Gobierno de esta Universidad, que aprobó su nombramiento a propuesta de 150 claustrales, se invistió Honoris Causa a Carrillo en reconocimiento a sus "extraordinarios méritos, y de forma significada a su contribución a la política de reconciliación nacional, y su decisiva aportación al proceso de transición democrática en España".

Durante la lectura de la laudatio, a cargo del profesor Cayetano López, se sucedieron las interrupciones protagonizadas en esta ocasión por personas de avanzada edad que recordaron a los muertos de Paracuellos del Jarama (Madrid) durante la Guerra Civil española y que criticaron la decisión de la Universidad de conceder este doctorado a Carrillo con gritos como "no tenéis vergüenza".