Las posibilidades de acuerdo pasan porque Maragall lleve a su partido a posiciones más ambiciosas, afirma Felipe Puig.

El portavoz parlamentario de CiU, Felip Puig, relativizó el martes la importancia del dictamen del Consejo Consultivo sobre el Estatut si no cuenta con un consenso amplio y avisó de que su formación no cambiará su "rumbo" en la negociación estatutaria, aunque el miércoles presentará propuestas sobre financiación. En rueda de prensa, Puig afirmó que las posibilidades de acuerdo sobre el Estatut pasan por que, por un lado, el presidente catalán, Pasqual Maragall, "rompa la disciplina de su partido" y lo arrastre hacia posiciones más ambiciosas, y por otro lado, que ERC "no actúe de colaboracionista del PSC" y se alinee con CiU, no sólo en derechos históricos, sino también en financiación.

"Esperamos que Maragall ejerza su autoridad institucional con toda firmeza, porque si ejerce de presidente del PSC, vamos mal. Que no dimita de defender Cataluña", reclamó.

Según el portavoz convergente, el presidente de la Generalitat "es quien está en una posición más débil, sin el apoyo de PSOE y sin la cohesión necesaria en el PSC".

Por otra parte, Puig anunció que CiU "no modificará ni un grado su rumbo" en las conversaciones sobre el Estatut aunque negociará "con mano tendida, flexibilidad y voluntad de acuerdos".

En este sentido, Puig avanzó que el miércoles el presidente de CiU, Artur Mas, expondrá "nuevas propuestas para avanzar" en la negociación sobre el nuevo sistema de financiación, sin esperar al dictamen del Consultivo sobre la constitucionalidad del Estatut.

En cuanto a este dictamen, Puig advirtió de que CiU relativizará la importancia del informe para aquellos puntos del Estatut sobre los que los siete juristas que componen el organismo no se pronuncien con un amplio consenso entre sí.

"Todo lo que el Consejo Consultivo ponga sobre la mesa con amplio consenso de sus juristas significará que va en la buena línea y los políticos lo escucharemos y haremos caso. Todo lo que no tenga el consenso en el seno del Consultivo, significará que la decisión sigue estando en el terreno de la política. Si no hay consenso, la decisión no es jurídica, la decisión es política", afirmó.

La financiación y el blindaje competencial a través de los derechos históricos son dos de los puntos donde los juristas del Consultivo podrían discrepar y proyectar así sobre este organismo las divergencias entre las formaciones políticas.

Puig avisó de que "escucharemos al Consultivo, hablaremos de los matices que haya que introducir, pero los derechos históricos deben contemplarse en el Estatut, en mayor o menor magnitud, porque supone corregir una grave carencia del Estatut de 1979".

Por otro lado, Puig acusó al primer secretario del PSC, José Montilla, de "hacer ver que está enfadado" con las "interferencias" del PSOE en el debate estatutario, pese a que "a la hora de la verdad obedece subordinadamente los designios políticos que vienen de Madrid".

"Intentan engañar a los ciudadanos. Montilla y PSC lloran aquí y obedecen en Madrid. ¿Por qué el ministro Montilla no paró los informes del Ministerio de Administraciones Públicas?", se preguntó el portavoz de CiU en el Parlament.

Según Puig, "el PSOE impone los criterios al PSC y ya ha decidido que el Estatut descarrile en Cataluña" antes de que llegue al Congreso.

Asimismo, replicó al conseller de Relaciones Institucionales de la Generalitat, Joan Saura, quien dio por hecho que el Estatuto que salga del Parlament se verá modificado en el Congreso.

"Nosotros defenderemos con firmeza en Madrid el Estatut que salga de Cataluña y no mantendremos la actitud sumisa de Saura. No aceptaremos recortes en Madrid", aseguró.