El precio del aceite de oliva se abarata en origen: esto tiene que pasar para que baje en el supermercado

Los productores de aceite de oliva están vendiendo más barato que hace un mes. El coste en origen de este elemento esencial en las cocinas españolas viene reduciéndose gracias a las lluvias de las últimas semanas, pero es un ajuste que aún tardará en trasladarse a los supermercados. De hecho, ni tan siquiera se puede asegurar que eso vaya a ocurrir. Los dueños de las principales marcas comerciales mantienen la prudencia y prefieren esperar hasta concretar si la cosecha de este año permite establecer una rebaja definitiva de los precios.

El aceite de oliva virgen extra se paga en origen a 8,88 euros el litro después de cuatro semanas consecutivas de caídas, según los últimos datos actualizados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Supone un descenso cercano al 2% desde el pico de esta campaña, alcanzado en la semana del 15 al 21 de enero, cuando se vendió a más de 9 euros el litro. Y la esperanza es que siga abaratándose si se confirman las precipitaciones pronosticadas por los servicios meteorológicos.

Pero en el sector son conscientes de que los movimientos del precio en origen, tanto en lo que respecta a subidas como a bajadas, no se pueden considerar tendencias definitivas. "Todavía tenemos meses por delante hasta conocer los posibles volúmenes de la cosecha 2024-2025 y, hasta ese momento, estos movimientos serán puntuales y los precios continuarán siendo volátiles", reconocen fuentes de Deoleo, empresa que comercializa conocidas marcas como Hojiblanca y Carbonell.

De hecho, durante la temporada pasada ya vivieron una situación similar, con un pronunciado descenso a mitad de una campaña que terminó con los precios en máximos históricos. En aquella ocasión, con una caída más pronunciada que la actual, tampoco bajó el precio del litro de aceite en los supermercados. Es un precedente que recuerdan en el sector y que le sirve a Deoleo para insistir en que ahora también "es complicado que tengan un reflejo claro en los precios de los lineales".

Los movimientos del precio en origen, tanto en lo que respecta a subidas como a bajadas, no se pueden considerar tendencias definitivas

La realidad es que, hasta el momento, el producto que llega a los consumidores sigue encareciéndose. Los últimos datos al respecto los ha ofrecido Eurostat, que refleja un aumento del 63% interanual en el precio del aceite de oliva en España durante el pasado enero, lo que supuso el tercer mayor repunte entre los países de la Unión Europea. Por delante solo se encuentran Portugal y Grecia, con aumentos del 69% y del 67%, respectivamente.

En Dcoop, la principal envasadora de aceite de oliva en España, también prefieren esperar a conocer las previsiones de producción de la próxima campaña para ver si pueden iniciar una reducción de sus precios. "Debemos estar atentos a cómo se va a presentar la próxima campaña 2024-25, donde tenemos que analizar las lluvias, la floración primaveral, el duro verano y el inicio del otoño", traslada su director de Relaciones Corporativas, Esteban Carneros.

Objetivo primavera

Pero esto no significa que todavía haya que esperar un año para poder comprar el aceite de oliva más barato, ya que la experiencia permite calcular una previsión sobre la próxima campaña con meses de antelación. La clave, como casi siempre en la agricultura, está en las precipitaciones, por lo que una primavera lluviosa sería uno de los factores determinantes para iniciar un descenso de los precios que los consumidores puedan notar cuando vayan a hacer la compra.

"Todo apunta a que no será hasta primavera cuando se pueda ver un cambio de tendencia de los precios si se dan las condiciones climatológicas óptimas", resaltan desde Deoleo. Sin embargo, no solo del cielo depende el coste del aceite y advierten de que hay que vigilar "la evolución de la demanda que se refleja en las salidas que se producen mes a mes". Por eso, su presidente, Ignacio Silva, fue comedido y auguró que "en septiembre se relajarán los precios, si no antes", unas declaraciones públicas que realizó esta semana con motivo de la presentación de resultados de la compañía.

En la misma línea se mueve Dcoop al poner el foco en la evolución del consumo: "Las oscilaciones dependen de las necesidades de compra o de venta". Reconocen que las últimas lluvias en zonas productoras, que han provocado un ligero aumento de la cosecha respecto a las previsiones iniciales, han hecho que los precios en origen se relajen, pero Carneros puntualiza que, "en el otro lado de la balanza, nos encontramos con unas salidas al mercado muy grandes en enero".

"Todo apunta a que no será hasta primavera cuando se pueda ver un cambio de tendencia de los precios si se dan las condiciones climáticas"

Las ventas de aceite de oliva durante el primer mes del año se elevaron hasta los 20 millones de litros, de acuerdo con los datos publicados de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac). Es una cifra muy similar a la que se registró en el mismo periodo de 2023, cuando salieron al mercado 19,8 millones de litros.

Como la cosecha de este año está siendo algo más prolífera, se podría esperar una caída de los precios, ya que hay más oferta para prácticamente una misma demanda. Sin embargo, la realidad es que la disminución de los remanentes (producción sobrante de otras temporadas) tras dos temporadas complicadas por la sequía ha provocado que la situación sea muy similar a la del año pasado y que las empresas no se atrevan todavía a bajar los precios.