El BCE quiere cambios en la cúpula del equipo de riesgos de CaixaBank

El Banco Central Europeo (BCE) pone el foco en el sistema de riesgos de CaixaBank. Por enésima vez en los últimos años, el supervisor europeo ha trasladado a la entidad catalana su preferencia por que esta revise cómo tiene estructuradas sus líneas de defensa, según fuentes financieras consultadas por El Confidencial. Fuentes oficiales del BCE y CaixaBank declinaron hacer comentarios.

El problema, a ojos del BCE, es que la segunda línea de defensa (control) depende de la misma dirección general que la primera (criterios de admisión de créditos), que lidera Jordi Mondéjar, uno de los directivos clave del grupo. A él reporta Natividad Capella, directora ejecutiva de gestión de riesgo corporativo y planificación, la segunda línea.

TE PUEDE INTERESAR

Gortázar (CaixaBank): "No se puede construir el debate de las hipotecas sobre mentiras"

J. Z. Ó. G.

Mondéjar, uno de los más próximos al consejero delegado, Gonzalo Gortázar, tiene entre sus competencias las áreas de gestión integral de las carteras crediticias (minorista y resto), morosidad y reestructuraciones, gestión de activos adjudicados y gestión global del riesgo y planificación (de Capella).

Tanto en CaixaBank como en otras entidades, el BCE está muy insistente en que los sistemas de control de riesgos sean independientes, tengan autoridad y recursos suficientes y puedan acceder al consejo de administración directamente, en línea con los estándares internacionales y las guías de la EBA (Autoridad Bancaria Europea, por sus siglas en inglés).

El modelo favorito

Esta reclamación del BCE viene de lejos. En los últimos años, el equipo que lleva el día a día de la supervisión del banco (JST) ha incluido este punto en algunas de las cartas SREP que recibe el consejo a final de cada año, con los deberes pendientes y su evaluación de capital. Sin embargo, todo apuntaba a que CaixaBank había ganado este pulso, hasta que se ha vuelto a poner sobre la mesa en el diálogo supervisor que ha tenido lugar en las últimas semanas.

El ejemplo que el supervisor europeo tiene en mente como más idóneo es el de Banco Sabadell, donde el director de riesgos (CRO), David Vegara, es consejero ejecutivo, por lo que reporta al máximo órgano de gobierno en lugar de al CEO.

CaixaBank suma otra peculiaridad en el sistema de control de riesgos, ya que también forma parte del comité de dirección Manuel Galarza, un ex-Bankia que ejerce de director de cumplimiento y control. La entidad decidió en la fusión con el grupo nacionalizado que el área de Capella no recayera sobre Galarza, ya que hubiera sido una cesión importante de poder.

La tercera línea de defensa (auditoría interna) depende del presidente José Ignacio Goirigolzarri y la lidera Marisa Retamosa. La reforma de las líneas de defensa es una de las grandes batallas que tiene actualmente el BCE con la banca española, junto a las presidencias ejecutivas, con las que lleva luchando años. De hecho, el año pasado logró que el nuevo CEO de Santander reporte directamente al consejo, como también ocurre en BBVA.