Fainé llamó en persona al futuro CEO de Naturgy para cerrar el reparto de poder

Isidro Fainé dejó la presidencia y el consejo de administración de Naturgy en febrero de 2018, cuando la compañía energética aún se llamaba Gas Natural. Sin embargo, el presidente de La Caixa ha decidido implicarse personalmente en solucionar la crisis de gobierno corporativo que se ha desatado por la exigencia de varios accionistas significativos de nombrar un consejero delegado que limite los poderes del actual máximo ejecutivo, Francisco Reynés.

Según han confirmado varias fuentes próximas a las negociaciones, en las que están implicados el comité de dirección de Naturgy y la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo, Fainé ha llamado estos días atrás a Nacho Gutiérrez Orrantia para que se haga cargo de la dirección ejecutiva de la compañía gasista. El presidente de Criteria Caixa, propietaria del 27% del capital de la multinacional eléctrica española, ha telefoneado en persona al banquero de Citi para pedirle que tome las riendas como consejero delegado.

Este gesto de Fainé, presidente de honor de la compañía desde hace cinco años, pero sin funciones ejecutivas desde entonces, ha sido considerado trascendental para todos los implicados. Tanto para Gutiérrez Orrantia, que tiene que decidir si acepta dejar sus funciones como máximo responsable de banca de inversión de Citi para Europa, Oriente Medio y África, como para Reynés, ya que su ascenso se produjo precisamente a petición del veterano banquero de La Caixa, al que sustituyó.

Fuentes oficiales del holding de inversión con sede operativa en Barcelona han declinado confirmar esta llamada personal de Fainé a Gutiérrez Orrantia, con el que mantiene una relación muy estrecha desde hace años. Agregan que cualquier decisión sobre el gobierno corporativo de Naturgy pertenece al consejo de administración de la sociedad. Otras fuentes próximas a la institución bancaria admiten que tienen un contacto frecuente, que se ha intensificado en las últimas semanas, para hablar sobre el futuro de la energética y su reparto de funciones con Reynés.

El consejo se reunirá la próxima semana, como adelantó este miércoles El Confidencial, que justo hace una semana destapó la petición de los principales accionistas de Naturgy de nombrar un consejero delegado, apenas tres meses después de que ratificaran los plenos poderes de Reynés en la junta general de marzo. Tanto GIP (20%), como CVC Capital Partners (20%), Criteria (27%) e IFM (14%) se han puesto de acuerdo para aprobar una nueva estructura de jefatura en la multinacional, pese a que en la citada junta respaldaron la figura plenipotenciaria de Reynés.

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La decisión de Reynés

El actual presidente y consejero delegado expresó este martes en la reunión del comité de dirección que el nombramiento de un CEO (acrónimo anglosajón de chief executive officer) se enmarca en una transición normal dentro del grupo. Una explicación que contrasta con lo que dijo en marzo, cuando aseguró públicamente que no era necesario un número dos y que se sentía muy cómodo con este sistema de gobernanza.

Por ello, fuentes próximas al consejo de Naturgy indican que lo único que queda por encajar de cara a la reunión de la próxima semana es si Reynés acepta la limitación de sus funciones y de su poder de decisión, puesto que Gutiérrez Orrantia llega con el encargo de promover varias operaciones corporativas que permitan a GIP y CVC salir del capital tras siete y cinco años en el accionariado, respectivamente. Una de las opciones era la venta de hasta el 40% del capital que estaba prevista mediante el Proyecto Géminis, que suponía dividir la compañía en dos, y que finalmente no ha podido llevarse adelante por la oposición del Gobierno de Pedro Sánchez.

Reynés y Gutiérrez Orrantia tienen una buena relación, puesto que el ejecutivo de Citi ha sido asesor de cabecera de Naturgy los últimos años, pero el futuro del directivo mallorquín dependerá de si acepta un reparto de poder que hasta la fecha no entraba en sus planes.