Es noticia
El Gobierno de UK mete mano en la Premier: ni ventas ni cambios de escudo sin su OK
  1. Empresas
PODRÁ VETAR A CLUBES

El Gobierno de UK mete mano en la Premier: ni ventas ni cambios de escudo sin su OK

A través de un nuevo regulador, Downing Street fiscalizará a los clubes en sus grandes decisiones, incluyendo la Superliga, si bien enfría un posible mayor control económico

Foto: Chelsea vs Tottenham, el gran partido de esta última jornada de Premier. (Reuters)
Chelsea vs Tottenham, el gran partido de esta última jornada de Premier. (Reuters)

El Gobierno de Reino Unido hace oficial que el fútbol es una industria multimillonaria. Y le importa tanto que ha decidido convertirse en el primer país cuyo Ejecutivo regulará su actividad de forma directa. Tanto que tendrá derecho a vetar operaciones corporativas, como la que podría llevar a Qatar al palco del Manchester United, y aspectos de gran relevancia para los aficionados como un posible cambio de estadio o de escudo, tan asiduo –e impopular– en los últimos años. Eso sí, de entrada, se muestra muy ambiguo en cuanto a ser mucho más contundente con el control económico de los clubes.

A través de un white paper (libro blanco), Downing Street se posiciona sobre una fiscalización directa del fútbol inglés en el que lleva hablando, sobre todo, tras el anuncio de la Superliga europea. Como si en España fuera el Consejo Superior de Deportes (CSD) quien tuviera la última palabra, por encima de LaLiga y la Rfef. Un shock para las aficiones del Big Six y que generó una profunda animadversión entre la masa social y los dueños de estos grandes equipos de la Premier. Entonces, todavía con Boris Johnson como primer ministro, el Gobierno british reaccionó con dureza contra este proyecto que pondría en jaque la centenaria pirámide competitiva de su fútbol. Un fútbol en el que, por ejemplo, estadios de League Two (Cuarta División) se reúnen cada fin de semana más de 4.000 espectadores.

Es decir, una cultura social que sobrepasa lo deportivo y que en la última década está sufriendo por las quiebras y las pérdidas crónicas que arrastran muchos clubes. No tanto los de la Premier, que también, pero cuentan con mayores garantías por parte de sus dueños, sino por los de las ligas profesionales del ecosistema de la English Football League (EFL), gestora de la Championship, League One y League Two, segunda, tercera y cuarta categoría del fútbol inglés. Con el objetivo de alcanzar El Dorado de la Premier, muchos inversores oportunistas han entrado en los equipos buscando esa rentabilidad rápida con un ascenso que, cuando no llega, puede llevar a un club a una bancarrota. El histórico Derby County, en concurso de acreedores, es un claro ejemplo de ello. Allí estuvo cerca de entrar –nunca se acabó de consolidar– un boxeador español exiliado en Indonesia.

Foto: Foto: EFE/Andy Rain.

Por ello, el Gobierno quiere controlar que los clubes trabajen con modelos de gestión y gobernanza que garanticen la viabilidad económica de los mismos. Solo en Championship, las pérdidas conjuntas de sus clubes superaron los 1.000 millones en el acumulado entre 2015 y 2019. El año previo a la llegada de la pandemia, que indudablemente les impactó sobremanera –el ticketing y los patrocinios son claves en su negocio–, registraron unas pérdidas operativas de 430 millones. En la Premier League, por su parte, las pérdidas conjuntas de sus clubes superaron los 1.000 millones en la 2019-2020, en los que la pandemia afectó apenas el último trimestre. El promedio de pérdidas rozó los 66 millones por club.

Un dinero que están dispuestos a arriesgar sus dueños porque mantenerse o alcanzar la Premier supone un mínimo de 120 millones en ingresos por televisión y otras partidas que aporta la competición. Y cuando se asciende a la élite, se invierte muchos millones en el mercado de traspasos para mantener la plaza, como lo ha hecho el Nottingham Forest esta temporada, con un balance negativo de 230 millones de euros en la compraventa de futbolistas.

Las pérdidas en los clubes de la Premier superaron los 1.000 millones en 2019-2020

Este desfase entre ingreso y gasto es aún mayor en las categorías de plata y bronce, y en ello quiere trabajar el nuevo regulador, que pondrá coto a ese déficit crónico y general en las ligas. En Premier League, actualmente, si bien no hay un control económico rígido como existe en LaLiga o Bundesliga, sí hay un límite de 105 millones de libras (119 millones de euros) de pérdidas acumuladas durante ciclos trianuales. Ahora bien, y aquí reside el quid de la cuestión, si la propiedad de los clubes cubre ese déficit, la liga permite acumular tantas pérdidas como deseen sus millonarios dueños.

Por ahora, Downing Street no ha definido cómo sería ese control económico, pero sí avanza que el nuevo regulador independiente será quien otorgue las licencias para competir en sus competiciones. Y en este punto, destaca el potencial veto en la Premier a los clubes que quieren participar en torneos no autorizados por el regulador, y se cita directamente a la Superliga, un proyecto que el Gobierno de Reino Unido califica de “liga separatista e impopular”.

Qatar podría entrar a tiempo y voto a la afición

El libro blanco también trata la fiscalización de las operaciones corporativas, al alza en el fútbol inglés. El nuevo regulador tendrá derecho a vetar la compraventa de clubes. Qatar, a priori, podría entrar a tiempo en el Manchester United, donde luchará por su control con el inglés –aunque residente en Mónaco– Jim Ratcliffe, dueño de la petroquímica Ineos, propietaria del Niza de Ligue-1, de un equipo del World Tour de ciclismo y del 33% de la escudería Mercedes de Fórmula 1.

Foto: Jim Ratcliffe, en el centro, en una imagen de archivo. (Reuters/Gonzalo Fuentes)

¿Y qué ha dicho la Premier League? Por ahora, se ha limitado a emitir un comunicado en el que apunta que “estudiará detenidamente el plan para que Inglaterra se convierta en la primera gran nación en hacer del fútbol una industria regulada por el Gobierno”. Entre otros aspectos, reconoce “la necesidad de un cambio en la gobernanza del fútbol y aplicar una regulación más sólida e independiente”.

Sin embargo, defiende que ya viene modificando las normas de propiedad y recuerda que ha proporcionado 1.600 millones de libras (1.934 millones de euros) en apoyo al fútbol inglés en el actual ciclo de tres años. Además, le pide al Gobierno que la nueva regulación “no perjudique al juego que los aficionados adoran ver (…), ni a su capacidad para atraer inversiones y aumentar el interés por nuestro deporte”.

El Gobierno de Reino Unido hace oficial que el fútbol es una industria multimillonaria. Y le importa tanto que ha decidido convertirse en el primer país cuyo Ejecutivo regulará su actividad de forma directa. Tanto que tendrá derecho a vetar operaciones corporativas, como la que podría llevar a Qatar al palco del Manchester United, y aspectos de gran relevancia para los aficionados como un posible cambio de estadio o de escudo, tan asiduo –e impopular– en los últimos años. Eso sí, de entrada, se muestra muy ambiguo en cuanto a ser mucho más contundente con el control económico de los clubes.

Premier League Cotizalia Sports Reino Unido
El redactor recomienda