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'Premier League of USA': la liga más rica se vende al capital americano y ya plantea un All Star
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El 50% de sus dueños son de EEUU

'Premier League of USA': la liga más rica se vende al capital americano y ya plantea un All Star

Atraídos por un mínimo de 121 millones anuales por televisión y premios, empresarios norteamericanos están haciéndose con el control de los clubes. Y, por ende, de la competición

Foto: Foto: EFE/Andy Rain.
Foto: EFE/Andy Rain.

La Premier League nació hace 30 años como una revolución en el fútbol europeo, en la que los clubes priorizaron una millonaria oferta de Sky —191 millones de libras (218 millones de euros) de la época por la exclusividad para el ciclo 1992-1997— para dejar atrás más de 100 años de control de la Federación Inglesa (FA) sobre la competición. Sky, el gran grupo audiovisual de la televisión privada en Reino Unido, es hoy propiedad del gigante norteamericano Comcast (dueño de la NBC y Universal). Y como con la tele deportiva, tres décadas después, el capital estadounidense también está cerca de hacerse con las riendas de la Premier, de su forma de operar y de sus planes de crecimiento. La liga más rica del mundo, con una facturación anual de casi 5.500 millones de euros, contará próximamente con un 50% de sus clubes en manos norteamericanas.

Los medios locales ya empiezan a hacerse eco de una tendencia que no ha cesado de crecer en la última década. Además, el capital yanqui se encuentra en grandes clubes, como el Arsenal, el Manchester United, el Liverpool o, más recientemente, el Chelsea, pero también en equipos de menor presupuesto como el Fulham, el Leeds, el Aston Villa o el West Ham. Si se concretan pronto las ventas del Everton y del Bournemouth a empresarios del país, el capital norteamericano arrancará 2023 con el control de 10 de los 20 clubes de la liga inglesa. Además, cabe destacar que el City Football Group (CFG), el holding con el que la familia real de Abu Dabi controla el Manchester City, está participado en un 14,5% por el fondo Silver Lake, fundado y basado en California.

Foto: Las jugadoras de la selección sub-17 femenina de fútbol. (EFE/Sergio Pérez)

Antes de explicar la posible revolución que vivirá el fútbol más antiguo del mundo, es necesario ampliar el contexto y el atractivo de la Premier para las grandes familias y firmas de inversión del deporte estadounidense. El colista de la liga inglesa esta temporada tiene garantizados 106 millones de libras (121 millones de euros) de ingresos por televisión y premios. Si desciende, sabe que en los años posteriores contará con el famoso paracaídas para buscar un regreso por la vía rápida o un periodo de transición para ajustar el presupuesto.

Partiendo de esta base, el atractivo para el inversor está ahí. También es cierto que comprar un club en Reino Unido es más caro que en España. Se espera que Bill Foley, dueño de los Golden Knights —franquicia de Las Vegas de la liga de hockey sobre hielo (NHL)—, abone en las próximas semanas 135 millones de euros por el recién ascendido Bournemouth.

Otro tiburón con amplia experiencia en las ligas norteamericanas, Todd Boehly, copropietario de los Lakers y los Dodgers, las dos grandes franquicias de Los Angeles de NBA y MLB (beisbol), respectivamente, pagó casi 5.000 millones de euros el pasado mayo por el Chelsea FC. En la operación, contó como socio con Clearlake Capital, que le sirvió para entrar en el fútbol europeo y expulsar —como era interés del Gobierno de Reino Unido— al multimillonario ruso Roman Abramovich de Stamford Bridge. Tanto a Downing Street como a la Premier les interesaba cortar lazos con la economía rusa tras la invasión de Ucrania.

Foto: El Barça CBS nace de un convenio entre la entidad blaugrana y el Santfeliuenc. (Fuente: FC Barcelona CBS)

La obligación de venta que emitió para Abramovich se entiende, en parte, por la notable presencia yanqui en el fútbol inglés, y también por la todavía más relevante influencia del mercado internacional en el negocio de la Premier. En este nuevo ciclo audiovisual (2022-2025), los ingresos provenientes del extranjero superarán por primera vez a los que le proporcionan Sky, BT Sport, Amazon y BBC por el mercado local. Hasta 5.300 millones de libras (6.050 millones de euros) se ha asegurado la liga del extranjero, frente a los nada desdeñables 5.000 millones de libras (5.708 millones de euros) en Reino Unido.

Atendiendo a estas dos últimas cifras, Boehly se ha erigido en el líder del potencial lobby estadounidense en la Premier. Al poco de tomar asiento en el Chelsea, planteó en una conferencia la posibilidad de promover un All Star Game de la Premier League. Es decir, replicar el modelo norteamericano del fin de semana de las estrellas. "Este encuentro podría aumentar los ingresos de los clubes y ayudar a financiar a los equipos de las divisiones inferiores. Espero que la Premier League tome un poco la lección del deporte estadounidense", apuntó.

Además, la liga ya estaría barajando la posibilidad de realizar un torneo de verano en tierras norteamericanas. Y lo que sería más rompedor para el tradicional fútbol inglés, la modificación del formato y finalidad de la Community Shield, la competición equiparable a la Supercopa de España, que podría dejar de ser un encuentro benéfico —el dinero recaudado se dona a distintas entidades caritativas inglesas— para volar al extranjero y sumar ingresos a los clubes.

Foto: Daniil Medvédev posa con la Copa de Maestros cuando se alzó ganador hace dos ediciones. (Fuente: Nitto ATP Finals)

En la actualidad, la rentabilidad es algo que se ve lejano en la mayoría de los clubes de élite ingleses. Más allá del impacto de la pandemia en el ticketing y las ventas de merchandising, los equipos de la Premier arrastran números rojos por la necesidad de invertir cada año más dinero en sus plantillas y poder así intentar garantizarse una plaza en la categoría. El ritmo de crecimiento del coste supera al de los ingresos, y cuando llega una crisis extraordinaria como el covid-19, el déficit se dispara. Solo en 2019-2020, sus clubes perdieron más de 1.000 millones de euros. Por hacer una comparativa rápida, los números rojos de los 42 equipos de LaLiga se quedaron en apenas 20 millones entre todos en aquella primera temporada pandémica.

Asimismo, sus seis principales clubes firmaron el comunicado con el que se puso oficialmente en marcha el proyecto de la Superliga europea. A los pocos días, los seis abandonaron el embrión por las presiones sociales y políticas. Sin embargo, sería de ilusos dudar de que inversores del deporte estadounidense —cuyo modelo de liga cerrada está consolidado— no estarían a favor de una competición que promete aumentar ingresos. Otra cosa es que lo consigan. Casualmente, hace pocas semanas, uno de los grandes asesores de la Superliga, el abogado Jean-Louis Dupont, aseguraba que "cada vez más la Premier League se está convirtiendo en la gran liga mundial", poniendo la liga inglesa como rival del resto de competiciones nacionales.

La Premier League nació hace 30 años como una revolución en el fútbol europeo, en la que los clubes priorizaron una millonaria oferta de Sky —191 millones de libras (218 millones de euros) de la época por la exclusividad para el ciclo 1992-1997— para dejar atrás más de 100 años de control de la Federación Inglesa (FA) sobre la competición. Sky, el gran grupo audiovisual de la televisión privada en Reino Unido, es hoy propiedad del gigante norteamericano Comcast (dueño de la NBC y Universal). Y como con la tele deportiva, tres décadas después, el capital estadounidense también está cerca de hacerse con las riendas de la Premier, de su forma de operar y de sus planes de crecimiento. La liga más rica del mundo, con una facturación anual de casi 5.500 millones de euros, contará próximamente con un 50% de sus clubes en manos norteamericanas.

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