Peter Lim pone a la venta el Valencia mientras busca una solución 'low cost' para Mestalla

El cuaderno de venta del Valencia Club de Fútbol ha comenzado a circular por los despachos de inversión. El propietario de la sociedad anónima deportiva, el empresario de Singapur Peter Lim, ha dado luz verde a la posibilidad de escuchar ofertas en un momento en el que está tratando de desatascar la operación inmobiliaria para liberar la parcela del viejo estadio de Mestalla con el fin de ponerla en valor. Para ello ha presentado un plan de mínimos para la finalización de la construcción del nuevo campo en el barrio de Campanar, cuyas obras están paralizadas desde febrero de 2009.

El club tiene garantizado el ingreso de 80 millones de euros de la parte que le corresponde del acuerdo entre La Liga y CVC, que debe destinar a infraestructuras. El dinero es insuficiente para cubrir el coste de la finalización del estadio y el conjunto de compromisos urbanísticos acordados con el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat. Las dos administraciones han advertido a la sociedad anónima que preside Anil Murthy de la caducidad de la Actuación Territorial Estratégica (ATE), la figura urbanística que regula el plan del nuevo campo y la recalificación del viejo, aprobada en mayo de 2015 y cuyos plazos de ejecución ya están desbordados.

Para evitar la caducidad, y con ello la pérdida de beneficios urbanísticos, como mayores aprovechamientos en usos terciarios en el viejo Mestalla, el Valencia CF ha presentado un proyecto de ejecución de los compromisos que rebaja sustancialmente el aforo del nuevo campo de los 70.000 espectadores previstos inicialmente en la ATE a 45.000 sillas y que deja en el aire la finalización de partes del proyecto como el aparcamiento o el área comercial. Para avalar financieramente esta operación 'low cost', estimada en algo más de cien millones, el Valencia ha presentado como garantía los 80 millones del fondo CVC, pero Lim, que prevé unas pérdidas de 36 millones de euros en la SAD para este ejercicio (31,2 millones el año pasado), se resiste a comprometer más recursos. El resto de garantías adicionales están en fase de estudio por parte de la Generalitat.

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El objetivo es obtener luz verde para una operación que le permitiría liberar la vieja parcela, ponerla en el mercado para su recalificación y desarrollo inmobiliario y elevar la solvencia patrimonial del club. Ese es el caramelo con el que Lim busca algún inversor y venderle su paquete de más de casi el 85% del capital. Sin embargo, el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Valencia, que dirige la vicealcaldesa socialista Sandra Gómez, ya ha advertido al empresario asiático, completamente divorciado de la afición, que tiene que cumplir con todos los compromisos urbanísticos que conlleva la ATE. El aforo del estadio y el hecho de no comprometer la ejecución de elementos del proyecto no convencen a las autoridades municipales. El consistorio tiene pendiente enviar un informe con sus conclusiones a la Conselleria de Territorio, la que tiene pendiente decidir sobre la caducidad del plan urbanístico del Valencia.

Acabar el Nou Mestalla, con menos aforo, permite a Lim liberar la operación inmobiliaria del viejo campo

El consultor Miguel Zorío, uno de los más críticos con el empresario de Singapur y que ha hecho una oferta por el Valencia CF, aunque financiada con la propia generación futura de caja de la sociedad deportiva, asegura que Lim, que se apoya en Deloitte, ha ofrecido el Valencia CF por unos 250 millones al magnate ruso Román Abramóvich, después de que este se haya descolgado del Chelsea inglés. Zorío, accionista minoritario, aspira a hacer valer su propuesta ejerciendo el derecho de tanteo si llega alguna oferta exterior a la mesa de Lim.

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Pero el oligarca no es el único que ha visto el cuaderno de venta. Hay otros inversores que han estudiado la situación de club, según ha podido saber El Confidencial de fuentes del mercado, sin que hasta la fecha esto se haya traducido en ninguna oferta formal de compra. El porfolio no solamente circula por Londres. También por las moquetas de los representantes en Madrid de los fondos de inversión.

El plan del Valencia CF cuenta con el aval de La Liga, que este mismo viernes elevaba la presión sobre las instituciones. "Estamos convencidos de que el nuevo estadio es una gran iniciativa para el Valencia CF, que le dará una mayor visibilidad a nivel nacional e internacional. Sabemos que ha presentado a las instituciones locales y regionales un proyecto muy completo, que cuenta con el beneplácito del equipo técnico de LaLiga y por eso confiamos en que todos los implicados: instituciones, medios de comunicación y en general la sociedad valenciana empujen en pro de la consecución de este estadio tan necesario para el club y beneficioso para todos", manifestaba Javier Tebas, el presidente de La Liga. Tebas insistió en que si las administraciones dan luz verde al proyecto se activará la liquidez del acuerdo con CVC. "Eso les va a permitir comenzar las obras el último trimestre de este 2022 y llevarlas a término en el año 2024", auguró.

Tras la publicación de esta información, el Valencia CF, no su propietario a través del grupo empresarial Meriton, lanzó un comunicado en el que niega que la sociedad esté en venta, "ni siquiera una parte de las acciones del máximo accionista".