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El accionista de la banca sufre un golpe de 16.000 millones por el veto al dividendo
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DECISIÓN DEL BCE

El accionista de la banca sufre un golpe de 16.000 millones por el veto al dividendo

Los bancos españoles reforzaron su base de capital en 10.000 millones entre marzo de 2020 y 2021 a costa de un impacto mayor de sus accionistas

Foto: Sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort. (Reuters)
Sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort. (Reuters)
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El Banco Central Europeo (BCE) puso este viernes fin a una de las medidas más controvertidas en torno al sector financiero. El supervisor europeo decidió archivar su recomendación de limitar el pago de dividendos de la banca. Esta medida, criticada abiertamente por los banqueros en el último año, ha servido para reforzar sus balances en 10.000 millones de euros, según cifras del Banco de España. A cambio, sus accionistas han visto caer sus acciones en 8.000 millones y han dejado de percibir en dividendos una cifra similar, lo que hace una factura cercana a los 16.000 millones.

"Las últimas proyecciones macroeconómicas confirman el repunte económico y apuntan a una disminución de la incertidumbre, lo que está mejorando la fiabilidad de las trayectorias de capital de las entidades. Los supervisores han revisado las prácticas de los bancos en materia de riesgo de crédito durante la pandemia. En consecuencia, procede restablecer la práctica supervisora previa de comentar las trayectorias de capital y los planes de reparto de dividendos o de recompra de acciones con cada entidad en el contexto del ciclo normal de supervisión", expone el supervisor europeo, que hace hincapié en "la prudencia" que pide a partir de septiembre al sector.

placeholder Andrea Enria, presidente del Mecanismo Único de Supervisión, del BCE. (Reuters)
Andrea Enria, presidente del Mecanismo Único de Supervisión, del BCE. (Reuters)

¿Fue acertada la decisión del BCE del 27 de marzo de 2020? Hay opiniones para todos los gustos. El supervisor defiende que era una determinación necesaria para disipar dudas sobre la solvencia de las entidades en un momento de gran incertidumbre sobre el sector y la economía. Junto a ello, expone que las entidades que restringieron el dividendo dieron entre un 12% y un 23% más de créditos que los que no.

Hay un tercer factor que esgrimen desde los reguladores, el moral y reputacional. Existía un riesgo de que se culpara a las entidades de seguir dando dividendos y cobrando bonus en un entorno de crisis y con el sector beneficiándose de medidas públicas como las líneas de avales públicos pues en marcha a través del ICO (Instituto de Crédito Oficial).

Argumentos en contra

A la contra, los bancos argumentan que gran parte de sus accionistas son pequeños inversores que han visto mermados sus ingresos por esta medida. A ello se suma que las antiguas cajas tienen su capital controlado por las fundaciones bancarias, que necesitan el dividendo para mantener su obra social. Solo la Fundación Bancaria "la Caixa" ha dejado de percibir más de 400 millones de euros de CaixaBank entre 2020 y 2021.

Otra de las críticas vertidas contra el BCE es el "empoderamiento" demostrado al prolongar la medida más allá de finales de 2020, expone el responsable de una de las principales entidades financieras. Los banqueros respetan aunque no comparten la decisión de marzo de 2020, debido a la situación de alarma. Pero ni lo uno ni lo otro con la de diciembre, que se interpretó como un "intervencionismo" del supervisor en las decisiones que tiene que tomar cada banco.

Foto: El presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), Andrea Enria. (Reuters)

Una de las tareas más difíciles en este entorno es medir el impacto que esta decisión ha tenido en los mercados. Así, los bancos británicos llevan desde principios de año pudiendo repartir un 25% de su beneficio, frente al límite del 15% que estaba fijado para los europeos.

Un estudio del BCE señala que el veto a los dividendos tuvo un impacto adverso promedio del 7% en el valor de las acciones del sector, lo que según las últimas cotizaciones del sector español equivaldría a unos 8.300 millones de euros.

El supervisor defiende su medida como una vía para ampliar capital preventivamente

A estas cifras se suman los 8.000 millones que han dejado de percibir los accionistas en el último año y medio. Distintas estimaciones sitúan entre 4.000 y 5.000 millones el capital que quedó sin repartirse con cargo a las cuentas de 2019. Y el límite del 15% del beneficio que entró en vigor en 2021 —con cargo a cuentas de 2020— dejó margen a las entidades para repartir unos 1.300 millones, que en caso de un 'pay out' (porcentaje del resultado que va a dividendo) del 50% hubiera supuesto otros 3.000 millones más de dividendo.

El resultado son esos 16.000 millones que han impactado en el bolsillo de los accionistas de la banca, para reforzar el capital en la mitad. La pregunta del millón es si, llegado el caso, el supervisor volverá a tomar una medida similar. A toro pasado parece que ha destruido valor, aunque desde el entorno del BCE defienden que la medida sirvió para 'ampliar capital' de forma preventiva en un momento en el que los mercados hubieran estado cerrados.

El Banco Central Europeo (BCE) puso este viernes fin a una de las medidas más controvertidas en torno al sector financiero. El supervisor europeo decidió archivar su recomendación de limitar el pago de dividendos de la banca. Esta medida, criticada abiertamente por los banqueros en el último año, ha servido para reforzar sus balances en 10.000 millones de euros, según cifras del Banco de España. A cambio, sus accionistas han visto caer sus acciones en 8.000 millones y han dejado de percibir en dividendos una cifra similar, lo que hace una factura cercana a los 16.000 millones.

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