El cuñadísimo de Laporta ultima el contrato de Messi con bajada de sueldo encubierta

Joan Laporta cuenta las horas para poder anunciar la renovación de Lionel Messi como jugador del Fútbol Club Barcelona, cuyo contrato expira este miércoles 30 de junio. Según indican fuentes próximas a las negociaciones, el presidente de la entidad azulgrana ha dado todo el poder a Alejandro Echevarría, excuñado y hombre de confianza en su primer mandato, para cerrar el acuerdo con el astro argentino. Será por dos años pagaderos en cinco, lo que es una quita 'de facto' en el salario.

Según estas fuentes, Alejandro Echevarría, hermano de Constanza, la que fuera mujer de Laporta, es la persona que se ha implicado en limar todos los detalles de la prolongación de la relación contractual con Lionel Andrés Messi Cucciffini, que el pasado 24 de junio cumplió 34 años. Tras ingresar en el Barça hace 21 años, el capitán del club y de la selección argentina anunció el pasado verano su deseo de cambiar de aires por el desencanto con la gestión deportiva del anterior presidente, Josep María Bartomeu.

Pero la vuelta de Laporta al club ha hecho cambiar de planes al jugador que más balones de oro tiene en la historia del deporte rey, que ya ha expuesto su deseo de culminar su carrera vestido de azulgrana. El problema principal es la ruina económica actual del FC Barcelona, que cerrará el curso económico 2020-2021 con unas pérdidas próximas a los 400 millones de euros. Unos números rojos que lo llevarían, en el caso de ser una sociedad anónima en lugar de un club de socios, a entrar en causa de disolución. De hecho, acabará el año fiscal, que también finaliza hoy, con unos fondos propios negativos de más de 350 millones y una deuda neta de más de 1.000 millones.

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Ante esta coyuntura, renovar a Messi, que percibe 138 millones brutos al año, se había convertido en una misión casi imposible, debido a que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha impuesto al Barça unas obligaciones financieras que le obligan a rebajar la masa salarial en más de un 48%. De hecho, ha pasado de disponer de 656 millones para los sueldos de sus estrellas a tan solo 347 millones, precisamente por las fuertes pérdidas que registra el club. Si sobrepasa ese límite, no podría inscribir a los jugadores.

No obstante, Echevarría ha conseguido, según estas fuentes, cuadrar el círculo, con una propuesta consistente en renovar dos años más a Messi, pero pagarle sus emolumentos, unos 280 millones de euros brutos, en cinco años. Si fuese en los 24 meses de la renovación formal, Messi solo se comería el 40% de toda la partida para salarios. Al extender el pago hasta 2026, solo acapara el 16% del gasto en nóminas, con lo que deja espacio para complementar una plantilla con garantías para aspirar a todos los títulos.

La cifra real será menor, puesto que el astro de Rosario (Argentina) ha aceptado una rebaja adicional de su salario a la que ya adoptó la mayoría de la plantilla en diciembre. Un momento crucial porque el club no disponía de dinero para abonar las fichas de sus 'cracks', lo que, de mediar denuncia en el Ministerio de Trabajo, hubiera podido producir hasta la expulsión del club de la LFP o la pérdida de categoría. Además, al aceptar cobrar a cinco años, asume 'de facto' una quita de sus ingresos.

La relación de Echevarría con Laporta es muy particular. El cuñadísimo, como se le conoce en el entorno culé, formó parte del equipo de Jan cuando ganó sus primeras elecciones en el 2003. Pero al publicarse que formaba parte de la Fundación Nacional Francisco Franco, totalmente opuesta a la ideología independentista de buena parte de la junta directiva, el presidente, que en principio negó esa vinculación, le obligó a dimitir en octubre de 2005. Pese a su corto periodo en las entrañas del Camp Nou, Echevarría se ganó el respeto y el cariño del vestuario del Barça, sobre todo de Eto'o, donde ya asomaba Messi, que hizo su primer gol como profesional el 1 de mayo de ese año, contra el Albacete.

Según otras fuentes el excuñado ha ayudado también a Laporta en la consecución de las firmas de su nueva candidatura como presidente y a obtener los avales por 124 millones necesarios para que pudiera ser nombrado patrón el barco culé. Su participación en la renovación del conglomerado Leo Messi SA se considera clave, especialmente por los flecos fiscales.