Pleno español en el primer lote del plan de privatización de los hospitales chilenos

El primer lote del nuevo plan de privatización de los hospitales chilenos tendrá sabor español. Acciona, OHL, Sacyr y Grupo Puentes y Calzadas son los cuatro finalistas que han presentado ofertas para hacerse con este contrato, valorado en 240 millones de dólares (más de 200 millones de euros), y cuya adjudicación se espera para el último trimestre de este ejercicio.

Inicialmente, el concurso estaba previsto para primavera, pero, debido al estallido de la pandemia del Covid-19, ha visto retrasados sus plazos hasta ahora. Con las ofertas técnicas ya sobre la mesa, el siguiente hito está previsto para el próximo 27 de agosto, cuando se conocerán las propuestas económicas.

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Precisamente, la crisis sanitaria que ha traído consigo el coronavirus hace que todavía sea más importante para Chile contar con más y mejores infraestructuras sanitarias, unos activos que el país sudamericano quiere transformar con un programa de colaboración público-privada por importe de 2.500 millones de dólares (2.124 millones de euros), el segundo de este tipo que pone en marcha para mejorar sus hospitales y que ha dividido en varios lotes.

El contrato que ha despertado el apetito de los grupos de infraestructuras españoles contempla la construcción de tres complejos sanitarios en la región de Maule: Cauquenes, Parral y Constitución, que dotarán al sistema de 368 nuevas camas y que beneficiará a 174.000 personas.

El plan de colaboración público-privada contempla el diseño, construcción y mantenimiento de las nuevas dependencias, así como la provisión y mantenimiento del equipamiento médico y del mobiliario. Desde el punto de vista del empleo, las autoridades chilenas estiman que este proyecto permitirá la creación de 1.500 puestos de trabajo.

En el consorcio que encabeza Sacyr también participa la empresa española Global Dominion; mientras que Grupo Puentes y Calzadas acude en alianza con el gigante asiático China Road and Bridge Corporation, que adquirió a la constructora española en diciembre del pasado ejercicio.

Una vez elegido al ganador, la previsión de las autoridades chilenas es que la etapa de diseño y construcción se extienda por un periodo de cuatro años, lo que dilatará hasta finales de 2024 la puesta en marcha de las nuevas instalaciones.