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Los deberes catalanes de Montilla en su nuevo cargo de consejero de Enagás
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La Generalitat quiere reducir el uso del gas

Los deberes catalanes de Montilla en su nuevo cargo de consejero de Enagás

La Generalitat tiene en marcha un nuevo Plan de la Energía de Cataluña que se tiene que aprobar este año y que se prevé recorte el peso del gas en la industria y el transporte

Foto: El expresidente de la Generalitat José Montilla. (EFE)
El expresidente de la Generalitat José Montilla. (EFE)

Las puertas giratorias tienen sus reglas. Si una compañía como Enagás incorpora un consejero independiente como el expresidente catalán José Montilla, cabe preguntarse para qué llega al puesto. Y si lo que necesita su nueva empresa precisará de sus servicios en Cataluña, donde el socialista presidió la Generalitat, o en el resto de España, donde fue ministro de Industria. Fuentes del sector energético apuntan que la agenda de Enagás en Cataluña es complicada y Montilla tendrá deberes que cumplir respecto a la Ley de Transición Energética de Cataluña que está tramitando la Generalitat y que reduce el uso de gas en la industria y el transporte para 2030, lo que dejaría la empresa que preside Antoni Llarden con un importante volumen de activos improductivos en esta comunidad autónoma.

Además de esta nueva ley, la Generalitat tiene en marcha un nuevo Plan de la Energía de Cataluña que se tiene que aprobar este año y que se prevé recorte el peso de gas en la industria y el transporte para rebajar el nivel de emisiones de CO2. Hace décadas que la Generalitat incumple de manera sistemática todos sus planes de energía, pero su existencia siempre ha complicado mucho la operatividad del sector.

Foto: La ministra Teresa Ribera, junto al presidente ejecutivo de Enagás, Antonio Llardén. (EFE)

En términos de energía, 2030 está a la vuelta de la esquina, ya que las infraestructuras del sector se han de planificar con mucha antelación. El anteproyecto de la ley advierte: “Este marco de acción es plenamente coherente con los objetivos climáticos derivados del Acuerdo de París del año 2015 y con los objetivos europeos en el ámbito de la energía y del clima en los horizontes 2030 y 2050, que implican una plena descarbonización de la economía a largo plazo y una intensificación de los esfuerzos llevados a cabo hasta el día de hoy”. En la práctica, eso supone reducir de manera drástica el uso del gas en la industria y el transporte, cuando por ejemplo empresas como Seat están apostando por el coche de gas para una transición hacia el eléctrico.

La industria catalana es una gran consumidora de gas en diversos sectores. Pero como recoge la memoria del anteproyecto de ley que prepara la Generalitat: “El informe reciente del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC-2018) sobre los 1,5º C establece la necesidad de reducir las emisiones globales en torno al 45% en 2030 respecto a los niveles de 2010 y alcanzar unas emisiones netas nulas en 2050”.

Calendario más flexible

De Montilla se espera que consiga un calendario más flexible, no tanto un cambio de los objetivos, que son conjuntos, no solo en Cataluña sino también en España y en Europa. Dar más tiempo a la industria para poder adaptarse a la reducción que se plantea. La Generalitat propone dar un mayor peso a las renovables en el 'mix' energético, y eso también perjudica al gas.

José Montilla siempre ha estado enfrentado al independentismo, pero hasta los sectores políticos soberanistas respetan su figura y lo que representa


Montilla ha renunciado a su pensión de 'expresident', pero no a su oficina, asistentes y a las prerrogativas del cargo. José Montilla, además, no es nada sospechoso de bailarle el agua al independentismo, pero es respetado por todas las fuerzas políticas. Bajo su mando se aprobó el último Estatut y ya como 'expresident' no acudió al Senado a votar por la aplicación del 155.

Objetivos concretos

En general, este tipo de consejero independiente llega con misiones muy concretas en las empresas, como la que tenía Felipe González en Gas Natural, desbloquear los problemas con Argelia, y que se saldó con la entrada de la empresa pública argelina Sonatrach en el capital de la gasista, hasta el 4%. El caso de Montilla en Enagás es similar y tiene esta inesperada faceta catalana.

Las puertas giratorias tienen sus reglas. Si una compañía como Enagás incorpora un consejero independiente como el expresidente catalán José Montilla, cabe preguntarse para qué llega al puesto. Y si lo que necesita su nueva empresa precisará de sus servicios en Cataluña, donde el socialista presidió la Generalitat, o en el resto de España, donde fue ministro de Industria. Fuentes del sector energético apuntan que la agenda de Enagás en Cataluña es complicada y Montilla tendrá deberes que cumplir respecto a la Ley de Transición Energética de Cataluña que está tramitando la Generalitat y que reduce el uso de gas en la industria y el transporte para 2030, lo que dejaría la empresa que preside Antoni Llarden con un importante volumen de activos improductivos en esta comunidad autónoma.

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