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Plácido Arango, una vida sin límites
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OBITUARIO

Plácido Arango, una vida sin límites

El empresario hispanomexicano, fundador del Grupo VIPS, falleció este lunes en Madrid, a los 88 años de edad

Foto:  El empresario y coleccionista astur-mexicano Plácido Arango Arias. (EFE)
El empresario y coleccionista astur-mexicano Plácido Arango Arias. (EFE)

Este lunes se fue para siempre Plácido Arango. El empresario hispano-mexicano falleció a los 88 años, dejando tras de sí un legado propio de emprendedores con aspiración de trascender su negocio. La faceta más popular fue la de empresario de éxito, pero no la única. Su compromiso con el mundo de la cultura, tanto como presidente y patrono del Museo del Prado como de la Fundación Príncipe de Asturias, fue solo la punta de lanza de un compromiso anónimo del que solo pueden dar detalles los testigos de su altruismo y generosidad.

Hijo de exiliados por la Guerra Civil, volvió a España con el empuje de los 'indianos' de éxito. En su caso, para replicar el modelo de cadena de supermercados familiar montada en México. Aquí desarrolló Aurrerá junto a sus hermanos, vendida años después a Galerías Preciados, pero su gran obra llegaría a finales de los años sesenta, un nuevo concepto a medio camino entre cafetería/restaurante y tienda de conveniencia, que permitió a la capital del país parecerse un poco más a las grandes ciudades del mundo. Nacía el famoso VIPS.

Foto: El empresario hispano-mexicano Plácido Arango. (EFE)

Igual que cultivó con éxito la figura de empresario hecho a sí mismo, también completó su faceta de sabio 'senador' romano por pura inquietud personal. Su condición de coleccionista de arte puede trasladar una imagen inexacta del verdadero afán humanista, tanto por su condición de lector empedernido como de viajero insaciable, políglota autodidacta, además de apasionado de la música y de la arquitectura. Un hombre que vivió la vida que deseó y que teniendo una fortuna como nunca imaginó, concedió al dinero el valor que merece.

Al contrario que otros, su vida social pocas veces trascendió el nivel de amistades que frecuentó con intimidad, desde el todopoderoso Jesús Polanco a la cotizada Alicia Koplowitz. En sus años de máximo apogeo, entonces con la 'socialité' Cristina Macaya como pareja, Arango era figura reconocida en las plazas influyentes del país, con acceso a grandes centros de poder como el consejo de administración de BBVA. Sin embargo, poco o nada trascendió para la dimensión que tenía su figura, con entrada en los salones de la mismísima Casa Real.

placeholder Plácido Arango, en un acto con Felipe VI. (EFE)
Plácido Arango, en un acto con Felipe VI. (EFE)

Plácido Arango se ha ido con un buen puñado de honores institucionales recibidos en vida. Señalado como uno de los mayores coleccionistas de arte de su tiempo, el valor del legado supera la generosidad de sus donaciones. Dio un paso atrás voluntario cuando soltó las riendas de VIPS a la siguiente generación, tras demostrarse a sí mismo (y a los demás) que ganar dinero nunca fue un fin en sí mismo. Por todo ello y porque vivió la vida que quiso, puede decirse también que Plácido Arango colgó las botas cuando creyó oportuno.

Este lunes se fue para siempre Plácido Arango. El empresario hispano-mexicano falleció a los 88 años, dejando tras de sí un legado propio de emprendedores con aspiración de trascender su negocio. La faceta más popular fue la de empresario de éxito, pero no la única. Su compromiso con el mundo de la cultura, tanto como presidente y patrono del Museo del Prado como de la Fundación Príncipe de Asturias, fue solo la punta de lanza de un compromiso anónimo del que solo pueden dar detalles los testigos de su altruismo y generosidad.

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