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La banca se encomienda al Supremo para frenar las demandas de las 'revolving'
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OLEADA DE DEMANDAS

La banca se encomienda al Supremo para frenar las demandas de las 'revolving'

Las entidades bancarias tienen la esperanza de que el Supremo corrija el criterio que hace que estén perdiendo prácticamente todas las demandas de clientes con tarjetas 'revolving'

Foto: Un cliente utiliza su tarjeta de crédito para pagar en una tienda de alimentacion. (Reuters)
Un cliente utiliza su tarjeta de crédito para pagar en una tienda de alimentacion. (Reuters)

La banca española no levanta cabeza en los procesos judiciales. Tras golpes en los tribunales como los de las preferentes, las cláusulas suelo, las multidivisa y a la espera de saber si llega otro por el IRPH, las entidades llevan meses centradas en el nuevo foco de la judicial de las tarjetas 'revolving'.

Las demandas por estos plásticos, que el Tribunal Supremo catalogó como usureros, han crecido de manera exponencial en los últimos meses. Sobre todo, tras la entrada de grandes bufetes como Arriaga y Rosales, que han generado un efecto imán, aunque otras plataformas como Plataforma de Afectados de WiZink o Reclama Por Mí habían abierto antes el 'melón'.

Foto: Una tarjeta de crédito 'contactless'

Esta oleada de demandas ya ha hecho mella en los resultados de los principales bancos españoles, como WiZink, que en junio de este año había recibido ya 2.500 demandas y había provisionado 25 millones; o financieras al consumo como la de Carrefour, que según sus cuentas de 2018 ha dado por perdidos al menos 22 millones por litigios.

Las entidades financieras se aferran a una posible malinterpretación judicial para cambiar el criterio del Supremo. Todo viene de un fallo del Alto Tribunal de 2015, en el que declaró nula la línea de crédito de una de estas tarjetas por "usuraria", ya que el interés fijado era de más del doble del interés medio de los créditos cuando se firmó el contrato. Pero los bancos creen que el Supremo metió la pata al comparar el tipo de interés de la tarjeta 'revolving', del 24,6%, con el tipo del crédito al consumo —actualmente en el 7,4%— en lugar del índice de las tarjetas —19,75%—.

Por ello, desde el sector se aferran a un cambio del Supremo, a pesar de que tendría que variar una decisión tomada en Pleno. Antes de verano estuvo programado que el Alto Tribunal se reuniera para ello, aunque el demandante retiró su recurso en el último momento.

Contraindicaciones

Frente a estos argumentos de los bancos, los abogados de los demandantes confían en ganar la batalla aunque vuelva al terreno del Supremo: "Aunque sean tarjetas, las 'revolving' se venden en gran parte de los casos como líneas de crédito, por lo que el índice que habría que usar es el del consumo. Y aunque no fuera así, la Ley de Usura de 1908 establece que será nulo todo contrato de préstamo en que se estipule un interés notablemente superior al normal del dinero, algo que pasa en los casos que nos llegan", señala Javier López, responsable de Reclama Por Mí. Este experto pone como ejemplo a un cliente que financió compras por valor de 10.000 euros, y 13 años después había pagado 20.000 euros y debe 13.000.

"Al fijar la cuota que quieres pagar cada mes, tienes una sensación de que puedes asumirlo. Sin embargo, la trampa está precisamente ahí: con una cuota fija estás dejando parte de los intereses sin pagar y casi no amortizas capital, de manera que la parte que no pagas cada mes se vuelve a incluir en la deuda pendiente generando nuevos intereses. Así, el interés se recapitaliza generando una bola de nieve", explican desde Asufin.

Guerra de argumentos

Junto al argumento de la usura, los bufetes están disparando en sus demandas por la falta de transparencia de las tarjetas, su mala comercialización y las técnicas cuestionables de recobro, tras el primer impago.

Frente a ello, las entidades defieden que la financiación es solo una opción de las tarjetas; que los usuarios pueden elegir cómo devuelven el préstamo; y que todas las condiciones están explicadas en el contrato.

Foto: Tarjeta de crédito. Opinión

Los tribunales están de momento del lado de los demandantes. El porcentaje de éxito de Reclama Por Mí y la Plataforma de Afectados de WiZink —que trabaja con Sánchez Pego Abogados— es del 100%, con centenares de casos ganados en sentencias firmes.

La mayor parte de demandas se dirige contra WiZink, la antigua filial de Banco Popular, que compró los negocios de tarjetas de Citibank y Barclays en España. De hecho, fuentes de estos bufetes señalan que algunas de estos procesos se han derivado contra Santander, que se quedó parte de las tarjetas de WiZink el año pasado.

También hay cada vez más juicios contra las financieras de consumo como Carrefour, Oney, Cetelem y Evo Finance, entre otras, y contra filiales de tarjetas de los principales bancos españoles.

La banca española no levanta cabeza en los procesos judiciales. Tras golpes en los tribunales como los de las preferentes, las cláusulas suelo, las multidivisa y a la espera de saber si llega otro por el IRPH, las entidades llevan meses centradas en el nuevo foco de la judicial de las tarjetas 'revolving'.

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