"Bruselas debe intervenir ante el agravio en inversión que sufre el puerto de Algeciras"

Manuel Morón, 72 años, lleva los últimos treinta clamando por la mejora de la conexión ferroviaria del Campo de Gibraltar con el resto de España. Primero, ocho años en la patronal industrial de la zona, AGI, y sobre todo durante los 20 años que suma al frente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras. "Casi 21", puntualiza. "¿Alguien se imagina a Rotterdam, Amberes o Hamburgo sin tren que conecte sus puertos? ¿A que no? Pues Algeciras, cuarto puerto europeo tras esos tres y primero de España, carece de una conexión competitiva. Bruselas debería intervenir ante el agravio en inversiones que venimos sufriendo por parte del Gobierno central".

Son ideas que el decano del sistema portuario español deja caer durante la última entrevista que ha concedido a un medio nacional antes de dejar el cargo en las próximas semanas. "A quien me sustituya le aconsejo que confíe plenamente en el equipo de la Autoridad Portuaria, conformado por primeros espadas del sector portuario internacional. Comercial, Infraestructuras, Medio Ambiente, son referentes fuera de España", asegura sin dudarlo cuando se le inquiere por los mensajes que trasladará a su sucesor o sucesora. Han sonado los nombres de Gerardo Landaluce, subdirector general Comercial actualmente y con más de dos décadas de trayectoria en el puerto; o Carlos Fenoy, consejero de la Autoridad Portuaria desde hace años y presidente de la Cámara de Comercio del Campo de Gibraltar. La decisión depende del nuevo Gobierno andaluz del popular Juanma Moreno.

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Carlos Pizá. Sevilla

Morón, nombrado y respaldado en el cargo por todos los Gobiernos socialistas de la Junta de Andalucía con los que ha convivido, no tiene empacho en criticar abiertamente al actual Comisionado para el Corredor Mediterráneo, el catedrático de Geografía de la Universidad de Valencia, Josep Vicent Boira. Nombrado por el ministro de Fomento, el valenciano José Luis Ábalos. "Estoy muy alarmado por los planteamientos del señor Boira, que pudimos escuchar durante una reciente intervención aquí en Algeciras", relata en su despacho mientras toma una infusión.

El quid de la cuestión es que Algeciras está unida al resto de la península solo vía Bobadilla (cerca del nudo ferroviario de Antequera, en Málaga), atravesando la serranía de Ronda. Un tramo que aparece incluido en dos de los nueve corredores transeuropeos recogidos en las directivas europeas: el Atlántico y el Mediterráneo, ambos vía Madrid y luego Antequera-Algeciras. Hoy entre la ciudad gaditana y Bobadilla hay una vía única, de doble uso para viajeros y mercancías, sin electrificar, con andenes de menos de 500 metros y controles aún mecánicos. Para colmo, cuando se celebró esta entrevista el lunes 4 de febrero, la conexión estaba cortada por un deslizamiento provocado por unas lluvias recientes.

Recorte... y accidente

Morón, pese a su tono pausado, no puede evitar removerse en la silla al referirse justamente a este incidente. "El Gobierno central anterior presupuestó inicialmente en 1.280 millones la modernización del tramo hasta Bobadilla. Pero luego lo recortó en unos 800 millones, dejando fuera el subtramo entre Ronda y Antequera. Esta parte tenía que hacerse nueva, con un estudio ambiental nuevo que requiere tiempo pero que ya se publicó en el BOE y quedó durmiendo el sueño de los justos. Por eso se descartó y se prefirió solo mejorarlo pese a que es el que tiene las mayores pendientes. Y ahora, en ese subtramo que no exigía nuevo trazado es donde el agua se lleva la vía por delante". Sin olvidar, incide el presidente, que hay que adecuar también el tramo entre Bobadilla y Madrid ya que se opera a distintos anchos (ibérico o internacional) y a diferentes tensiones en las líneas eléctricas.

Por todo esto, asegura, es imposible que en Algeciras el ferrocarril sea competitivo para introducir o despachar, hacia o desde la península, contenedores. Valencia o Barcelona sí lo son. O Sines, en Portugal, que está incluido en uno de los dos corredores citados, el Atlántico, vía Madrid. "Increíblemente el Gobierno español ha estado respaldando el corredor con Sines dejando olvidado a su propio puerto, el primero de España. Es incomprensible. Y el señor Boira señaló que con la mejora de la conexión con Sines vía Madrid se abría una opción alternativa al Estrecho. Nuestro propio Gobierno quiere que nos 'bypasen'. Son ganas de cargarse este puerto", resume muy contrariado.

Morón, que ha mantenido reuniones con el secretario de Estado de Infraestructuras para explicarle en detalle la problemática de la zona, apunta a que parte del problema procede de una "cuestión semántica". "El corredor ferroviario Mediterráneo, como está probado por Bruselas, no va solo por la costa, sino que desde Cataluña sale un ramal hacia Zaragoza, Madrid y Algeciras. Ese mismo tramo Madrid-Algeciras forma parte del Atlántico. Pero el señor Boira considera que se debe de arreglar la vía cuando la sature la demanda: ¿cómo se va a saturar si no interesa usarlo por su falta de competitividad?

Aporta entonces las conclusiones de un estudio encargado a una consultora externa que consultó a 62 empresas e instituciones de la zona. El trabajó estableció que, si hubiera un tren de calidad ahora mismo, de las 14 frecuencias semanales se pasaría a 86 automáticamente. "Todos los días, entre 2.500 y 3.000 camiones entran o salen del puerto transportando contenedores. Y desde Tánger cada vez nos llega más tráfico de camiones cargados con el contenedor, en 2025 prevén 700.000. Demanda hay a la espera de una conexión en condiciones", zanja el presidente.

Haciendo una proyección según al crecimiento previsto en la zona, se podrían alcanzar más de 200 frecuencias a la semana, señalaba además ese estudio. Sin embargo, desde 2010 no se realiza una inversión relevante en la línea. En los últimos siete años, según el seguimiento de las partidas presupuestarias realizada por la Autoridad Portuaria, apenas se ha invertido nada (apenas 70 millones). Bien por no ejecución del gasto presupuestado, bien por problemas con la empresa adjudicataria. "Mientras, en 2017 el ministerio de Fomento señalaba ya que se habían invertido 13.500 millones en el ramal del corredor Mediterráneo que discurre por la costa. No sé por qué se nos ha tratado con tanto agravio respecto a otros puertos como Valencia o Barcelona", lamenta

Más allá de esta cuestión de la infraestructura concreta, lo que preocupa a Morón es que Algeciras quede descolgada de la nueva tendencia que parece que está guiando a las navieras a escala mundial con el tráfico de contenedores. El más rentable para un puerto y que en España lideran Valencia y Algeciras de manera casi alterna de año en año (5,1 millones en 2018 en el recinto valenciano por 4,8 millones del andaluz). El ejemplo está cerca, en Portugal.

"MSC, tercera naviera mundial, se adjudicó la terminal del puerto de Sines y además la gestión del tráfico ferroviario de mercancías de todo el país. Las navieras se están dando cuenta de que el valor está en acercarse lo más posible al cliente, uniendo buques, terminales y trenes. Y nosotros tenemos operando aquí a Maersk y a CMA-CGM, las dos primeras del mundo y que forman parte de la veintena de navieras que usan nuestro puerto. Podemos perder oportunidades", explica el presidente.

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Morón recuerda que Algeciras es el puerto, de entre los 10 mayores de Europa, que más ha crecido en la última década. Por eso tampoco entiende el veto reiterado por parte del Ministerio de Hacienda al aumento del personal fuera de convenio. "Llevamos todos los puertos desde hace ya muchos años sufriendo la congelación de nuevas contrataciones. Pese a que nos autofinanciamos. Estamos por debajo de Barcelona y Valencia en personas, tanto dentro como fuera de convenio. Y a eso se añade la situación de infradotación de personal en el Puesto de Inspección Fronteriza (PIF). El tema de los recursos humanos será clave para quien llegue a ocupar el cargo", advierte.

Recurrente ha sido también durante sus dos décadas de mandato la cuestión de la puesta en marcha del nuevo puerto de Tánger Med, al otro lado del Estrecho. Morón siempre defendió que lo óptimo era enfocar su llegada en términos de cooperación más que de competencia. Y se ratifica. "Hoy el Estrecho es un gran hub para las navieras, todas se benefician, y los respectivos puertos no tendríamos el tráfico ni el crecimiento que tenemos el uno sin el otro. África está en el centro del interés del mundo, su crecimiento se está acelerando y el intercambio va a aumentar. La Comisión Europea ya identificó, antes de los 9 corredores ferroviarios, cinco corredores generales de transporte transfronterizos y uno de ellos era a través del Estrecho".

Ahora Manuel Morón, ingeniero nacido en Sevilla que ha sido una de las voces inconfundibles del panorama empresarial andaluz, quiere descansar al cien por cien. Sin vincularse a ninguna otra actividad laboral. "He trabajado ya mucho", asegura. En su discurso de balance de sus dos décadas de presidencia aseguró que el equipo comercial había dado en ese tiempo 170 vueltas al mundo vendiendo el Puerto de Algeciras. Y Morón ha estado en muchísimas de ellas. En breve ya será otro quien siga haciendo girar la rueda del mayor recinto portuario del país.