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Vivir frente al mayor polígono logístico de Madrid: "Vendrá Amazon y colapsará la zona"
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LINDA EN VILLAVERDE CON LA M-40 PERO NO TIENE ACCESO

Vivir frente al mayor polígono logístico de Madrid: "Vendrá Amazon y colapsará la zona"

Un solar industrial a 7 kilómetros de la Puerta del Sol se va a convertir en el mayor centro logístico del área urbana. Los vecinos temen que se haya acabado la tranquilidad

Foto: Jorge Pascual, vecino de Villaverde, lidera las protestas vecinales.
Jorge Pascual, vecino de Villaverde, lidera las protestas vecinales.

La calle Eduardo Barreiros conecta los centros de Villaverde y Usera, dos de los distritos más importantes del sur de Madrid. A la altura de la Ciudad de los Ángeles, donde la calle cruza la M-40, se da una situación fronteriza: a un lado hay grandes edificios residenciales y, justo enfrente, hay una gigantesca parcela, de más de 300.000 metros cuadrados, destinada al sector industrial. Apenas cinco metros de asfalto separan a los niños del incesante tráfico de camiones pesados.

Hasta ahora los vecinos no levantaban la voz por dos motivos. El primero, que Renault, la empresa que explotaba el solar más cercano a las casas, se mudó a otra zona hace varios años y cesó toda actividad. Fundada por el propio Eduardo Barreiros, en la planta trabajaban, además, cientos de vecinos de Villaverde. El segundo motivo es que hasta los años 90 el Cuartel General de Ingenieros, que actuaba como colchón entre los ruidos industriales y el sueño de los vecinos, se ha convertido en un extenso parque residencial que pronto acogerá a 1.700 familias.

La tranquilidad de los vecinos se quebró en abril de este año, cuando al solar de Renault comenzaron a llegar excavadoras y hormigoneras. "Nadie nos ha dicho nada, no hemos visto un cartel anunciando el comienzo de las obras, ni siquiera qué tipo de negocio se iba a construir aquí", dice Jorge Pascual, residente en la calle Eduardo Barreiros. Tardaron poco en descubrir que frente a sus ventanas se ha proyectado la PALM-40, la mayor plataforma logística de la ciudad de Madrid. Serán 150.000 metros cuadrados (cabrían tres estadios como el Camp Nou), repartidos en varias naves, que se construirán en dos fases: la primera estará disponible a finales del verano de 2019 y el proyecto se concluirá dos años después.

Se trata de unas instalaciones sumamente interesantes para empresas que venden 'online', ya que contarán con 44.000 metros cuadrados de espacio de almacenamiento especializado en la 'última milla'. Se conoce por 'última milla' al último paso del proceso de entrega de un producto, que a la sazón es el más complejo, ya que a menudo implica rutas urbanas con unos plazos de entrega muy justos. Optimizar la última milla se ha convertido en la obsesión de las empresas de logística y e-commerce, dado que es un proceso con mucho impacto en la rentabilidad de cada venta. Así, para gigantes como Amazon, El Corte Inglés, Carrefour o Media Markt, este espacio, a tan solo ocho kilómetros de la Puerta del Sol, parece hecho a medida.

La PALM-40 no tendrá acceso directo a la circunvalación

"Vendrá alguien como Amazon y colapsará toda esta zona", dice Jorge Pascual, señalando la calle Eduardo Barreiros, que cuenta con dos carriles, uno en cada sentido. "Esta calle se atasca todos los días, a la entrada y a la salida de la jornada laboral, y ahora quieren llenarla de furgonetas de reparto que estarán funcionando las 24 horas del día", dice Pascual, el vecino que se ha erigido en líder de las protestas. Ahora pasa las tardes llenando de carteles el barrio: "Este centro logístico afecta a más de 30.000 vecinos de forma directa, pero nadie sabe nada porque no se les ha informado. Después, una vez esté funcionando, la cosa tendrá peor arreglo", dice.

El problema es que la PALM-40, que permite hasta 2.000 operaciones de reparto diarias gracias a su cercanía a la M-40, no tiene acceso directo a la circunvalación. Están pegados, pero los vehículos tienen que llegar hasta el nudo supersur, atravesar un tramo de la Avenida de Andalucía y callejear hasta el centro logístico. "Son calles muy antiguas, no están preparadas para acoger el tráfico de camiones que estamos recibiendo con la construcción de la plataforma", dice otro de los vecinos, José Pablo Arribas. "Y eso que aún no ha empezado a funcionar, imagina cuando empiecen a llegar vehículos".

placeholder Plano de la zona donde se construye la PALM-40
Plano de la zona donde se construye la PALM-40

Jessica Cobo lleva 32 viviendo en la calle Santa Escolástica, enfrente de la plataforma. Es una vía estrecha que conecta Eduardo Barreiros con la Avenida de Andalucía siempre repleta de vehículos: "Por mi ventana pasan hormigoneras, trailers, camiones de limpieza del ayuntamiento... es una carretera, a las 9 de la mañana no se puede ni cruzar la calle. Tendríamos que hacer algo, pero no tengo mucha esperanza: mis vecinos son personas mayores que ni se enteran ni quieren movilizarse por esto". Por si no fuera poco, al sur de la plataforma se encuentra un centro de gestión de residuos del ayuntamiento desde el que parten buena parte de los camiones que limpian la ciudad por las noches. Entre los afectados por las congestiones de tráfico no solo están los vecinos, sino tres centros de enseñanza pública e incluso el hospital 12 de Octubre,

Los vecinos temen que el ruido se disparen en la Ciudad de los Ángeles

Otro problema es el ruido. En 2006, en su Mapa del Ruido, el ayuntamiento detectó que en varias zonas del distrito se superaban los umbrales de contaminación acústica, entre ellas las que rodean a la plataforma. "Es lógico pensar que si en 2006, cuando todo estaba abandonado, se superaban los máximos, esta nueva construcción nace directamente fuera de la ley", dice Jorge Pascual. "El ayuntamiento me hizo una medición del ruido en casa en 2015 y resultó que por las noches estábamos a un decibelio del máximo. Estamos en el límite, con las obras de alrededor y los camiones de basura, no podemos recibir encima 2.000 furgones de reparto al día", zanja Pascual.

Los vecinos no quieren que se frene la construcción de la plataforma, que entienden puede beneficiar al barrio, sino que se construya un acceso directo desde la M-40, algo que excede las competencias municipales y autonómicas. Por su parte, la constructora valenciana Pavasal, la empresa que está fabricando la plataforma para gestora norteamericana Invesco, afirma estar cumpliendo con todas las exigencias del ayuntamiento en materia de medioambiente, que "la mayor parte del tráfico será de vehículos no pesados" y que están dispuestos a reunirse con los vecinos para explicarles en proyecto en detalle. Consultado, el ayuntamiento de Madrid no ha respondido a las peticiones de este diario.

La calle Eduardo Barreiros conecta los centros de Villaverde y Usera, dos de los distritos más importantes del sur de Madrid. A la altura de la Ciudad de los Ángeles, donde la calle cruza la M-40, se da una situación fronteriza: a un lado hay grandes edificios residenciales y, justo enfrente, hay una gigantesca parcela, de más de 300.000 metros cuadrados, destinada al sector industrial. Apenas cinco metros de asfalto separan a los niños del incesante tráfico de camiones pesados.

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