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Mr. Hummus: el griego que hizo fortuna vendiendo puré de garbanzos a Mercadona
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Mr. Hummus: el griego que hizo fortuna vendiendo puré de garbanzos a Mercadona

George Stavrakakis es el dueño y director de Rensika, la fábrica que produce el hummus más famoso de España. De su planta en Rubí, Barcelona, salen 20 toneladas cada año

Foto: George Stavrakakis es el dueño de Rensika, la empresa griega que produce el hummus más famoso de España, el que vende Mercadona.
George Stavrakakis es el dueño de Rensika, la empresa griega que produce el hummus más famoso de España, el que vende Mercadona.

Lleva casi cuarenta años en el mercado español, pero no fue hasta hace siete cuando zanjó por fin su propósito. “Mi intención era fabricar hummus desde que empecé en 1985. Pero en España sois tan tradicionales que aparté la idea: no hubiera durado ni dos telediarios. Sentí que era el momento en mi etapa final: tengo 62 años y ya era hora de un producto innovador. Lo hice. Y me salió fantástico”.

George Stavrakakis es el dueño y director de Rensika, la fábrica que produce el hummus más famoso de España. De su planta en Rubí, Barcelona, salen 20 toneladas cada año -unas 3 piscinas olímpicas, según nuestros cálculos- del puré de garbanzos que fascina a los 'millennials'. Lo hacen bajo las marcas YGriega y Simply Greek: la primera reina en su categoría en varios de los principales lineales españoles (Carrefour, Alcampo, El Corte Inglés y Ahorra Más) y la segunda es ya un emblema del más grande (Mercadona), a quien Rensika vende el 70% de su producción.

De su planta en Rubí, Barcelona, salen 20 toneladas cada año -unas 3 piscinas olímpicas- del puré de garbanzos que fascina a los 'millennials'

Desde que empezó a elaborarlo en 2010, la empresa ha crecido de 4 a 82 empleados y su facturación ha aumentado de 1 a 15 millones en 2017 según datos del registro. ¿Cómo ha llegado hasta aquí y se ha hecho un hueco imprescindible en las neveras de los españoles? "Llevo cuarenta años y controlo el mercado", ríe. "Los supermercados ya conocían mis locuras. Tengo la receta del hummus desde los 17 años, y al final, cuando me he puesto, he dado en el clavo".

Ensaladas de bote en la España de los 80

Stravakakis nació en Creta (Grecia) en 1956. A los 17 años, en plenos 70, participó en la elaboración del primer hummus envasado de Europa con Orexis, una pequeña factoría al norte de Inglaterra especializada en 'dips' griegos: hummus, tzatziki (salsa de yogur y pepino) y taramosalata (puré de tarama, huevas de carpa en salazón). "Eran familiares míos", cuenta. "Pero se quedaron a la cola: Zorba y Bakkavor les superaron".

Aunque Orexis sobrevive, Bakkavor se convertiría con los años en el principal fabricante de hummus industrial de Reino Unido, distribuyendo bajo distintas marcas blancas en todos los supermercados del país. Para entonces, Stravakakis ya estaba en España con la intención de hacer lo mismo. Pero el consumidor era tan cerrado que decidió probar otra cosa: en 1986 fundó Andros Food y empezó a producir ensaladas refrigeradas. "Aunque fuera por el nombre", cuenta, "las ensaladas sonaban más fáciles de vender".

Foto: Su cuota de mercado roza el 50% en España.

En los 80 en España el único refrigerado que había en los lineales eran los yogures de Danone y el auge de la ensalada en bolsa -que tan normal nos parece hoy- llegó pasados los 2000. Hasta que marcas como Florette le adelantaron con vegetales, Andros lideró el mercado centrándose en ellas y en los sándwiches.

"Fuimos los primeros que lanzamos refrigerados para comer en España", rememora. "Con los sándwiches, casi me pegan: me decían que España no era Inglaterra y que estas mariconadas solo las comían los ingleses".

placeholder Clientes indecisos entre los wraps, sándwiches y ensaladas preparadas en un supermercado. (Reuters)
Clientes indecisos entre los wraps, sándwiches y ensaladas preparadas en un supermercado. (Reuters)

En 1999, la compañía británica Terranova - también dedicada a ensaladas y sándwiches refrigerados, cumbres de la gastronomía inglesa - adquirió, primero, una empresa familiar sevillana de frutas cortadas (Natural Food) y, después, la compañía de nuestro hombre del hummus, Andros Food. El conglomerado inglés Uniq absorbió todo un año después, pero Stravakakis permaneció como director general de su división.

"Se me acercaron los ingleses para participar en el holding", continúa. "Yo había creado las ensaladas para hacer mercado, pero fuimos creciendo y se me quedó el hummus sin hacer".

Sin hummus y en juicio con McDonald's

Andros Food creció hasta tener más de 100 referencias que incluían ensaladas de cangrejo y 'cocktails' de gambas. Ente ellas brilló la McSalad, creada en el 94 por obra y gracia de Stravakakis y origen de su larga guerra contra McDonald's. "Era mi marca. Gané todos los juicios", recuerda. "Sacaron McSalad Shaker y tuvieron que retirarla".

En el año 2000 la multinacional sacó McSalad Shakers - una especie de ensalada en vaso de plástico lista para agitar - y demandó a Andros Food por presunta violación de la propiedad industrial. Rodilla y McDonald's lo sustituyó por las Premium Salads, sin vaso y sin prefijo. Stravakakis había ganado: el juez falló que no había conflicto en el uso de "Mc" y el caso concluyó.

"Era mi marca. Gané todos los juicios", recuerda. "Sacaron McSalad Shaker y tuvieron que retirarla"

La McSalad y el resto de ensaladas de Andros terminaron, por su parte, en las cafeterías de Rodilla, que adquirió la empresa en 2006 por una cantidad que nunca trascendió. "Las cosas no iban bien y me fui", cuenta Stravakakis, que dejó su cargo en 2003 según datos del registro. "Los ingleses regalaron Andros Food a Rodilla y, lamentablemente, se perdió la marca. Nunca entendí por qué Rodilla se metió ahí".

*

Stravakakis seguía sin hummus, pero entre sándwiches, ensaladas y juicios contra McDonald's su nombre y sus locuras ya resonaban en el sector. Entre 2003 y 2010, intentó reflotar dos empresas sin éxito: Natural Food y Mizanor. "Lo extraño", reflexiona, "es por qué me metí en este berenjenal".

Mizanor fue una fábrica de salsas que abastecía a Vega Mayor, una empresa navarra que compró Florette. Cuando triunfó con sus bolsas de lechuga, sus dueños se deshicieron de ella: en 2004 se la colocaron a Stravakakis (que adquirió el 50%) y a fondos de inversión navarros (Punto Futuro y Tres A Partners, gestionados por Clave Mayor) que se hicieron con la otra mitad.

placeholder Trabajadores del la empresa 'Conservas Fernández', contra Cofrusa por el impago de los finiquitos. (EFE)
Trabajadores del la empresa 'Conservas Fernández', contra Cofrusa por el impago de los finiquitos. (EFE)

Hasta 2008, fue bien. Mizanor creció bastante (de 2 a 12 millones de ventas), así que Stravakakis y sus socios repitieron la jugada: compraron Natural Food (aquella pequeña compañía sevillana de frutas cortadas que los ingleses habían comprado en 1999) para reflotarla.

La historia terminó otra vez en juicio. En 2007, la empresa lanzó un paquete de "12 Uvas de la Suerte" por Navidad. Pero aquella marca ya estaba registrada por Cofrusa, que le demandó.

"Yo saqué las primeras uvas frescas. Era inexplicable cómo el registro había admitido '12 Uvas de la suerte' como marca. Ganaron el juicio"

"Lo de las uvas fue una historia", recuerda. "Yo saqué las primeras frescas. Era inexplicable cómo el registro había admitido '12 Uvas de la suerte' como marca. Ganaron el juicio". Stravakakis perdió, las "12 Uvas de la suerte" de Cofrusa siguieron cada fin de año en el supermercado y la empresa no duró mucho más: perdió un cliente grande (British Airways) y quebró al año siguiente dejando en la calle a 70 trabajadores.

En 2011, Mizanor también quebró por motivos parecidos. Los accionistas - que no han respondido a nuestra petición de información - ofrecieron a la plantilla comprar la empresa por un euro y los trabajadores se negaron. Para entonces, Stravakakis ya estaba fuera pensando en su hummus. "Para mí era un follón ir hasta Milagro (la villa navarra en la que estaba la fábrica)", explica. "Salí. Y, al cabo de dos años, la cerraron ellos".

2011: por fin, hummus

"Es sencillo: fui dejando el hummus y al final de mi carrera decidí que era el momento. Tenía el 90% de Rensika, compré el 10% restante, la empresa dejó de ser lo que era y ahora, después de casi cuarenta años con ello en mente, fabrico hummus".

Stravakakis había invertido en los 90 en Rensika, una pequeña distribuidora de productos congelados y griegos con sede en Rubí (Barcelona) dirigida hasta 2010 por la que era su socia, María Jesús Oleaga. Ese año, Stravakakis apareció, la compró entera, despidió a Oleaga, hizo un 'rebranding' y empezó, por fin, a producir hummus: cambió el dominio web de Rensika a Hummusmanía, creó la marca YGriega y comenzó a distribuir en Carrefour y otros supermercados. En 2011 llegó la joya de la corona, Mercadona, y se convirtió en su compradora principal.

"Mercadona ya me conocía. Sabía que había sacado las 12 Uvas de la suerte y dijeron: vamos a apostar", cuenta. Mercadona vende el hummus de Rensika - el clásico, el de lentejas, el de pimientos y el de oliva de kalamata, con tostaditas para acompañar - bajo la marca Simply Greek. Como sucede con otros productos, al supermercado de Juan Roig le hace un formato especial: el hummus que Stravakakis vende en otros establecimientos (YGriega) va en tarrinas de 220 gramos, pero en Mercadona empezaron con 240 gr y ya van por el bote gigante de 480 gr. "Ha encajado muy bien y ha sido más rápido de lo que yo esperaba" cuenta. "Y al final me ha salido mejor que el hummus inglés".

"Jorge [Georgios, en su nombre en español] es una máquina", reconoce Daniel Blanco, un antiguo técnico de calidad que trabajó en Rensika durante cuatro años. "Tiene un sexto sentido para saber qué puede gustar. Sobre ello, presenta un concepto inicial e intenta mejorarlo. Da con la tecla con casi todo lo que ha sacado".

El hummus que Stravakakis vende en otros establecimientos (YGriega) va en tarrinas de 220 gramos, pero en Mercadona van por el bote de 480

En los siete años que lleva produciendo, Rensika ha crecido de forma espectacular: de 800.000 euros de ventas en 2011 (cuando la compró) a 12 millones en 2016 (últimas cuentas presentadas) y 15 en 2017 (datos de la empresa), con un beneficio de 2.252.000 € antes de impuestos. La compañía acaba de trasladar su sede de Sentmentat a Rubí, a un centro de 18.000 metros cuadrados para seguir produciendo y creciendo. "De 2013 a 2017 pasamos de ser 19 a 69 empleados y de hacer unos 2.000 kilos a hacer casi 10.000. Creció mucho", continúa Blanco.

El grueso de la producción y la facturación viene de Mercadona: haciendo números, si Roig compra el 70% de las 20 toneladas que produce Rensika significa que vende 14 toneladas de hummus anuales, nada mal para ser un simple pero adictivo puré de garbanzos. "Te lo resumiré con una frase. Cuando te preguntan '¿de qué trabajas?' siempre dices 'haciendo el hummus de Mercadona'. Porque sabes que la gente lo va a conocer", cuenta Blanco.

placeholder Hummus de Simplly Greek.
Hummus de Simplly Greek.

"Jorge nos transmitía que siempre había tenido muchas ganas de introducir el hummus en España, pero que no había encontrado cuándo meterlo y que ahora estaba muy contento", continúa. "Se preocupa por la calidad del producto y hace las cosas muy bien. Los ingredientes que se utilizan son de buena calidad, entonces es normal que sea el mejor hummus [como reconoció un crítico de hummus en una cata a ciegas en el Comidista]. Y, además, fue el primero que entró en España"

¿Y la famosa receta que vino de los 70 en Inglaterra y en Barcelona mejoró? La composición de YGriega y Simply Greek es la misma en su etiqueta, pero no al gusto como detectará el lector si hace la prueba. Stravakakis no suelta prenda. "La de Mercadona tiene una receta especial, pero apenas se nota la diferencia", ríe. "¿Será porque te gusta más el nombre de Mercadona? No lo sé".

Lleva casi cuarenta años en el mercado español, pero no fue hasta hace siete cuando zanjó por fin su propósito. “Mi intención era fabricar hummus desde que empecé en 1985. Pero en España sois tan tradicionales que aparté la idea: no hubiera durado ni dos telediarios. Sentí que era el momento en mi etapa final: tengo 62 años y ya era hora de un producto innovador. Lo hice. Y me salió fantástico”.

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