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Narcís Serra influyó para que los presidentes de las cajas cobrasen y ahora paga por ello
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El fiscal le pide cuatro años de cárcel por su gestión en CatalunyaCaixa

Narcís Serra influyó para que los presidentes de las cajas cobrasen y ahora paga por ello

Cuando Antoni Castells informó del cambio que preparaba a Serra, éste sólo pidió que los presidentes de las cajas, que hasta entonces sólo cobraban dietas, pudiesen tener un salario

Foto: Narcís Serra. (EFE)
Narcís Serra. (EFE)

Hubo un tiempo en que los presidentes de las cajas catalanas no cobraban. Eso se acabó. Y terminó por culpa del entonces presidente de Caixa Catalunya, Narcís Serra. Así que lo que le ha pasado al ex alto cargo del PSC y antiguo vicepresidente del gobierno socialista tiene algo de justicia poética. La justicia de verdad tardará mucho tiempo. Pero por ahora el fiscal pide cuatro años de cárcel para el que fuera uno de los hombres más poderosos de España. Tanto que consiguió que los presidentes de las cajas cobrasen.

La petición de cuatro años de cárcel para Serra y para el exdirector de CatalunyaCaixa, Adolf Todó, les acusa de dos delitos de “administración desleal”. Igual se hace se hace con otros 17 antiguos consejeros de la entidad de ahorro. Y a otros 24 consejeros se les pide dos años de cárcel. Serra y los demás han acabado investigados –la antigua figura del imputado– por haber provocado un quebranto por valor de 720 millones en la que fue la segunda caja catalana. Para rescatarla el Fondo para la Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB) tuvo que inyectar en CatalunyaCaixa 1.250 millones de dinero público.

Narcís Serra, imputado por administración desleal

Ahora los tribunales piden responsabilidades a Serra y al resto de investigados. El caso es diferente del de Bankia. No se les acusa de apropiación indebida. Tampoco hay un caso de salida a bolsa, que supusiera un fraude para los inversores. Pero las irregularidades que ha encontrado en Anticorrupción, en especial en la negociación de promociones inmobiliarias que fueron buena parte del negocio medular de Caixa Catalunya en sus últimos años son muchas. Y ahora Serra tendrá que responder de ellas. Al ritmo que va la justicia española el proceso durará años. Acabe como acabe para Narcís Serra (72 años) es el final de su carrera.

La ironía es que Serra es responsable porque cobraba. Y cobraba porque quiso cobrar. Hace más de diez años el 'conseller' de la época, el también socialista, Antoni Castells, quiso cambiar la Ley de Cajas, ya que en aquel entonces la Generalitat regulaba las entidades de ahorro, algo que dejó de hacer en 2010, cuando en pleno agosto una comisión permanente del 'Parlament' renunció a las competencias para no tener que poner dinero público en el rescate, en especial en el rescate de CatalunyaCaixa.

Petición de Serra

Antoni Castells cambió la ley porque en aquel lejano 2006 la Ley de cajas se cambiaba cuando quería La Caixa. La Caixa quería prolongar el mandato del entonces presidente Ricard Fornesa dos años más. Y Castells, que siempre negó esta motivación, cambió la norma pero lo hizo de manera más amplia, para mantener la ficción de que el poder real no estaba donde estaba: en las Torres Negras, la sede de La Caixa en la Diagonal.

Cuando Castells informó del cambio que preparaba a Serra, éste sólo pidió que los presidentes de las cajas, que hasta entonces sólo cobraban dietas, pudiesen tener un salario. Castells era del PSC. Como Serra. Así que se les puso sueldo a los presidentes. Y se les permitió cobrar de los consejos de administración de los que formasen parte ajenos a las cajas. En 2009, su último año completo en el que Serra fue presidente, cobró de la entidad 177.800 euros, además de otros 60.000 euros por dietas, según consta en el Informe de Gobierno Corporativo de la caja de ese ejercicio. A estas cifras hubo que sumar otro millón de euros provenientes de los consejos de Gas Natural y Applus, empresas en las que Serra estaba en representación de Caixa Catalunya, que era accionista de ambas empresas.

En el 2009 Narcís Serra rozó los dos millones de ingresos al sumar los ingresos de Catalunya Caixa con lo que percibía como consejero de otros grupos

También era socialista el vicepresidente de la Diputación de Barcelona, Juan Echániz, sobre el que ahora también se ha abierto causa judicial por el mismo motivo que contra Serra y Adolf Todó. Echániz se sentó durante dos décadas en el consejo de Caixa Catalunya primero y de Catalunya Caixa después. Echániz nunca abrió la boca. Cuando el director general Francesc Costabella hizo entrar a la caja en pérdidas –por lo que hubo que ajustar a la baja los fondos propios– por la compra de Multinacional Aseguradora en 1995 no dijo nada. Cuando el director general José María Loza empezó a dar créditos a familias de pocos recursos, con una visión errónea de la función social de una caja, Echániz siguió callado. ¿Cómo iba a hablar cuando se produjeron los desmanes inmobiliarios que ahora se juzgan? En el fondo, Narcís Serra sólo siguió la senda de Echániz, pero cobrando mucho más.

Años buenos, años malos

Es cierto que el inmobiliario provocó los problemas de Catalunya Caixa. Pero también le dio años buenos. El año 2007, Loza salvó los muebles porque Procam vendió Riofisa. Se ganaron 488 millones de los que 305 provenían de esa única operación. Y en 2006 ya pasó lo mismo, aunque en menor medida.

Esto supondrá un problema para la fiscalía. Si en los años buenos el “ladrillo” dio óptimos resultados a la entidad, difícilmente se podrán criminalizar los años malos por la misma operativa.

Sin embargo, que Narcís Serra tenga que asumir responsabilidades legales es de justicia. Quiso cobrar. Se cambió la ley para ello y se hizo a su medida. Al percibir tamaños emolumentos, Serra se hizo responsable. Así que como mínimo ahora tendrá que someterse a un juicio que, acabe como acabe, irá más allá de la justicia poética.

Hubo un tiempo en que los presidentes de las cajas catalanas no cobraban. Eso se acabó. Y terminó por culpa del entonces presidente de Caixa Catalunya, Narcís Serra. Así que lo que le ha pasado al ex alto cargo del PSC y antiguo vicepresidente del gobierno socialista tiene algo de justicia poética. La justicia de verdad tardará mucho tiempo. Pero por ahora el fiscal pide cuatro años de cárcel para el que fuera uno de los hombres más poderosos de España. Tanto que consiguió que los presidentes de las cajas cobrasen.

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