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Campofrío reabre con millonarias ayudas públicas tras haber cobrado el seguro
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felipe VI visita la nueva instalación este miércoles

Campofrío reabre con millonarias ayudas públicas tras haber cobrado el seguro

Las diferentes partidas cobradas o por cobrar (más de 40 millones) se suman a los 313 millones que acordó con las aseguradoras. La nueva planta le ha costado 225 millones

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy (c), junto a la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez (d), y el alcalde de Burgos, Javier Lacalle (i), en la nueva planta. (EFE)
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy (c), junto a la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez (d), y el alcalde de Burgos, Javier Lacalle (i), en la nueva planta. (EFE)

No hay mal que por bien no venga. Campofrío ha conseguido reponerse del golpe que supuso ver reducida a cenizas su fábrica de Burgos el 16 de noviembre de 2014. Dos años después, la firma ha reconstruido la planta y está reanudando su actividad. En este empeño, las administraciones públicas, desde el ámbito municipal hasta el comunitario, han arrimado el hombro a través de subvenciones, bonificaciones y exenciones que aún están en curso (más de 40 millones de euros en total). La inyección de dinero público llega a la compañía cárnica a pesar de que las pólizas de seguro que tenía contratadas cubrían con creces el coste de la nueva instalación. Este soporte se ve refrendado con la visita del rey Felipe VI este mismo miércoles a la Nueva Bureba, como se denomina la factoría burgalesa.

[Ver galería: Campofrío arde en Burgos]

En su información financiera de 2014, Campofrío asegura contar con una póliza que podría alcanzar los 400 millones de euros. Tras negociar con las aseguradoras, la firma alimentaria llegó a un acuerdo por el que recibiría 244 millones de euros por los daños que provocó el incendio y otros 69 millones por el lucro cesante de un año de inactividad. En total, 313 millones, como refleja la compañía en una presentación para inversores de 2015. La nueva fábrica que está a punto de reabrir sus puertas ha supuesto una inversión de 225 millones de euros. Además, algunos de los activos fijos que se perdieron en el incendio estaban ya en una parte considerable amortizados en libros, por lo que la pérdida contable de los mismos estaba en gran medida neutralizada, según detalla en sus números de 2014. La propia compañía reconocía que el cobro del seguro "mitigaba sustancialmente los daños".

Al margen de lo anterior, el incendio ha supuesto también cambios en la estructura de la plantilla. Gran parte de las ayudas públicas estaban condicionadas al mantenimiento del empleo. Así, Campofrío va a reactivar durante los próximos meses los contratos de 623 trabajadores que han pasado estos dos años con un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). La plantilla de la fábrica se reduce desde los 774 empleados que tenía antes del incendio, dado que algunos de ellos han optado por renunciar o jubilarse, hasta esos 623.

En lo que respecta a la plantilla, Campofrío contó con la ayuda de la Seguridad Social, que exoneró a la compañía del pago de las cuotas empresariales. Esta ventaja, que partió del Ministerio de Empleo, tuvo que ser aprobada por el Consejo de Ministros. Su duración, en un principio, era para 12 meses, pero se prorrogó hasta los dos años de duración completa del parón de la firma. La empresa calcula que esta exención ascendió a 8,5 millones de euros y se basa en el Real Decreto Ley que exonera de este pago en casos de fuerza mayor.

Siguiendo con lo que atañe a los empleados, la Junta de Castilla y León aprobó una ayuda directa de 2,7 millones de euros para garantizar el mantenimiento de sus rentas salariales. El Gobierno autonómico pagaba el 70% de los 290 euros al mes destinados a este fin, mientras que el 30% restante correspondía a la propia empresa.

Por otro lado, la Junta de Castilla y León concedió una ayuda directa en concepto de subvención por valor de 25,9 millones de euros. Los fondos parten en un 53% del programa de desarrollo rural de Europa Feader. El resto lo aportan la propia Junta (32,9%) y la Administración General del Estado (14,1%). Campofrío ha querido destacar que de estas ayudas sólo se ha recibido una pequeña parte y que el resto está condicionado a una serie de condiciones, fundamentalmente en materia de mantenimiento de empleo, que deberá cumplir para alcanzar el cobro total.

Foto: Vista del incendio en la planta principal de la empresa cárnica Campofrío en Burgos. (EFE)

Las ayudas las completa el Ayuntamiento de Burgos. La autoridad municipal señala haber concedido bonificaciones que dejan exento en un 95% el pago por el impuesto de construcciones, el de actividades económicas y el del IBI. En total, Campofrío deja de pagar alrededor de 11 millones de euros para un periodo de 15 años, como confirma el concejal de Hacienda, Salvador de Foronda. Según la empresa, el Ayuntamiento de Burgos facilitó algo más de 3 millones de euros en concepto de exención de licencias de obras.

Al margen de lo anterior, el Gobierno de España a través del Ministerio de Industria había concedido una línea de crédito de 92,7 millones de euros para la compañía alimentaria, pero renunció a ella por "incompatibilidades".

La suma total de ayudas públicas de las que se ha beneficiado o se puede beneficiar en el futuro directa o indirectamente supera los 40 millones de euros, aunque la empresa afirma que a día de hoy ha percibido entre 11 y 12 millones. Y a todas estas ventajas que las administraciones públicas han concedido a Campofrío, hay que sumar la concesión de créditos blandos para los 400 proveedores de la compañía impulsada por la Junta de CyL junto con Iberaval y diferentes entidades financieras.

Por su parte, Campofrío asegura que podía haber cobrado las indemnizaciones y haberlo destinado a dividendos y sin embargo apostó en todo momento por mantener la fábrica y la producción. En cuanto a los daños, sostiene que la inactividad ha obligado a la empresa a realizar inversiones con un sobrecoste de producción y de inversión de marca y aún acarrea con costes laborales de empleados que ya están cobrando, una vez finalizado el ERTE, y aún no se han incorporado a su puesto de trabajo. A pesar de todo lo anterior, Campofrío no desmiente si la indemnización cubrió el 100% de los daños que produjo la quema de la planta de Burgos.

Otros se miran en el espejo de Campofrío

Los avances en la resurrección de la fábrica de Burgos, que hoy podrá comprobar de primera mano Felipe VI, se ha convertido en un paradigma de actuación para otras compañías que pasan por el trance de una calcinación. La Junta de Castilla y León se comprometió a dar ayudas para la planta quemada a Embutidos Rodríguez en León en 2015, tal y como hizo con Campofrío. Desde mucho más al sur, también han llegado solicitudes que apelan a este modelo. La plantilla de Ybarra reclamó un plan como el de la cárnica tras el incendio de la fábrica de la compañía en Dos Hermanas (Sevilla). Algunas medidas, como las bonificaciones para el ERTE de trabajadores, ya están en marcha.

Foto: Imagen del incendio de la fábrica de aceite del Grupo Ybarra. (EFE)

Y es que Campofrío ha obtenido 313 millones de euros por parte de las aseguradoras, fruto de la póliza que tenía contratada. A esto hay que sumar los más de 40 millones de euros de ayudas públicas, parte aún sin cobrar. Como resultado, Campofrío tiene una fábrica completamente nueva ubicada en el mismo lugar que la anterior, cuya inversión ha sido de 225 millones de euros. Su plantilla también está renovada, tras los procesos de renuncia y jubilación, y es un 20% menor a la que había antes de la calcinación, con lo que mantiene el grueso del empleo.

El Ayuntamiento de Burgos concederá al presidente de Campofrío, Pedro Ballvé, la medalla de Oro. Este reconocimiento llega a propuesta de los trabajadores. Burgos despliega pancartas, orgullosa de recuperar su fábrica. Así lo demuestra el título del último vídeo que la firma ha hecho para registrar la hazaña de su fábrica: 'Nueva Bureba: un sueño más alto que el humo'. Alegría por el bien de la cárnica controlada al 100% por el grupo mexicano Sigma.

No hay mal que por bien no venga. Campofrío ha conseguido reponerse del golpe que supuso ver reducida a cenizas su fábrica de Burgos el 16 de noviembre de 2014. Dos años después, la firma ha reconstruido la planta y está reanudando su actividad. En este empeño, las administraciones públicas, desde el ámbito municipal hasta el comunitario, han arrimado el hombro a través de subvenciones, bonificaciones y exenciones que aún están en curso (más de 40 millones de euros en total). La inyección de dinero público llega a la compañía cárnica a pesar de que las pólizas de seguro que tenía contratadas cubrían con creces el coste de la nueva instalación. Este soporte se ve refrendado con la visita del rey Felipe VI este mismo miércoles a la Nueva Bureba, como se denomina la factoría burgalesa.

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