Es noticia
La CNMC se siente 'pregonera en el desierto' por su afán de bajar el precio de la gasolina
  1. Empresas
ESCASA INCIDENCIA DE SUS RECOMENDACIONES

La CNMC se siente 'pregonera en el desierto' por su afán de bajar el precio de la gasolina

La CNMC ha elaborado un informe interno en el que se demuestra la escasa repercusión que han tenido sus propuestas para reducir el precio de los carburantes en España

Foto: Un conductor llena el depósito de su coche en una gasolinera. (EFE)
Un conductor llena el depósito de su coche en una gasolinera. (EFE)

La CNMC ha elaborado un informe interno en el que se ponen de manifiesto las grandes lagunas que contiene la actual regulación del mercado español de carburantes en todo aquello que concierne a la defensa de la competencia. Las modificaciones normativas llevadas a cabo durante las dos últimas legislaturas bajo los gobiernos del PSOE y del PP no han tenido en cuenta ni siquiera la mitad de las recomendaciones que han venido planteando desde 2008 los diferentes organismos sectoriales de regulación, con el fin de abaratar los precios de las gasolinas en España.

El trabajo elaborado por el departamento de Promoción de la Competencia de la CNMC analiza las propuestas que fueron elaboradas por la antigua Comisión Nacional de la Competencia (CNC) a lo largo de los años 2009, 2010 y 2011, y señala la escasa o nula repercusión que han tenido a la hora de asegurar una apertura efectiva del mercado. La situación creada es harto más elocuente ahora a la vista del incremento real de los márgenes que obtienen los distribuidores en España, a pesar de la caída vertiginosa que ha registrado la cotización internacional del petróleo.

Las autoridades de la competencia ejercieron el triste papel de ‘pregoneros en el desierto’ a lo largo del periodo final de mandato socialista. El Ejecutivo que presidía José Luis Rodríguez Zapatero hizo mutis por el foro ante las alarmas que la CNC, presidida entonces por Luis Berenguer, empezó a encender allá por el año 2008 cuando señaló que “la intensidad de la competencia en el mercado de carburantes de automoción seguía siendo reducida”, reclamando en consecuencia “la necesidad de un nuevo esfuerzo por parte de las administraciones públicas para permitir la introducción en España de una mayor competencia".

El Gobierno solo ha aplicado a trancas y barrancas una decena de las 23 recomendaciones formuladas por la antigua CNC sobre el mercado español de carburantes

El grito de socorro permitió una leve extensión de las facilidades oficiales para la apertura de estaciones de servicio en los establecimientos comerciales, decisión que fue adoptada a través de la llamada Ley Ómnibus de finales de 2009. Sin embargo, el Gobierno socialista hizo oídos sordos a las más ambiciosas proposiciones que los dos principales grupos parlamentarios, tanto del PP como del propio PSOE, presentaron respectivamente en los años 2009 y 2010 para aplicar con criterio normativo el resto de los planteamientos reclamados por la CNC en beneficio de unos menores precios al consumidor.

Ninguna de las propuestas de la institución encargada de defender la competencia fue materializada hasta que entró en vigor la Ley 11/2013 de emprendedores y crecimiento económico aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy. Pese a todo, ni esta normativa ni tampoco la nueva Ley de Hidrocarburos promulgada en mayo del pasado año a instancias del Ministerio de Industria han servido para dar cobertura legal más que a una decena del total de 23 recomendaciones formuladas por la CNC en 2012. Se da la circunstancia de que este conjunto de medidas fueron aportadas tras una consulta realizada precisamente por el Ministerio de Economía con el fin de mejorar la situación del mercado de carburantes en España.

La mitad de estas sugerencias reconocidas en las dos leyes citadas se refiere al mercado mayorista y, en concreto, a la actividad de CLH como heredera del antiguo monopolio del transporte y distribución de carburantes en nuestro país. En el segmento minorista, lo único que se ha hecho es facilitar la apertura de nuevas estaciones de servicio desde el punto de vista urbanístico y burocrático, además de reducir a un máximo de un año, prorrogable a otros dos, los contratos de suministro en exclusiva que mantienen las operadoras con las gasolineras. En última instancia, el Gobierno ha impuesto ciertas limitaciones para que las compañías petrolíferas no puedan incidir en los precios de venta al público que marcan las estaciones de servicio.

Los márgenes brutos de los distribuidores de carburantes han superado en diciembre los niveles récord de 18 céntimos por litro vendido

Sea como fuere, la más reciente evolución del sector, en un momento de tendencia bajista del petróleo, demuestra a las claras la falta de una competencia efectiva en el mercado español de carburantes, como ha puesto de manifiesto la CNMC con su último informe sectorial de diciembre. En el último mes del pasado año, los precios de la gasolina y del gasóleo han descendido muy por debajo de sus respectivas cotizaciones internacionales. En venta al público, la gasolina bajó un 2%, mientras que su referencia internacional lo hacía en un 8,5%, y el gasóleo se abarató un 6%, cuando su nivel comparativo de cotización caía un 21%.

Más descaradas si cabe son las conclusiones que pueden extraerse del análisis sobre los márgenes brutos, que se calculan teniendo en cuenta el precio antes de impuestos y restando la cotización internacional de referencia. En este apartado, se observa que a lo largo de diciembre los distribuidores han aprovechado para incrementar un 5% el margen de las gasolinas hasta alcanzar los 18 céntimos por litro, en tanto que en el gasóleo de automoción el margen alcanzó su mayor valor promedio de todo el año, con una subida del 9% sobre el mes de noviembre, hasta totalizar los 18,6 céntimos por litro.

Los baremos que manejan los técnicos de la CNMC sitúan el listón de lo que se podría considerar un negocio razonable en los 16 céntimos por litro vendido. A partir de esta cifra, se supone que algo no está funcionando correctamente en el mercado y que la competencia brilla por su ausencia a la hora de impulsar a la baja un precio favorable para el consumidor. O dicho de forma más clara: los distribuidores siguen teniendo la sartén por el mango de la oferta y algunos han esquivado las circunstancias internacionales para llevárselo incluso un poco más crudo a pesar de la gran caída de los precios del petróleo.

La CNMC ha elaborado un informe interno en el que se ponen de manifiesto las grandes lagunas que contiene la actual regulación del mercado español de carburantes en todo aquello que concierne a la defensa de la competencia. Las modificaciones normativas llevadas a cabo durante las dos últimas legislaturas bajo los gobiernos del PSOE y del PP no han tenido en cuenta ni siquiera la mitad de las recomendaciones que han venido planteando desde 2008 los diferentes organismos sectoriales de regulación, con el fin de abaratar los precios de las gasolinas en España.

CNMC Gasolina Mariano Rajoy
El redactor recomienda