El hombre que trajo Cerberus a España toma los mandos del Mercado de Fuencarral
La gestora de fondos Activum es el fondo que realmente ha comprado el emblemático centro y al frente de ella está Brian Betel, el hombre que llevó las riendas de Cerberus en España desde 2000
La discreción es una de las principales señas de identidad de los grandes fondos internacionales especializados en adquirir activos emblemáticos, pero en situación crítica, con el objetivo de reposicionarlos y lograr así cerrar un gran negocio. Este ADN explica el secreto que ha rodeado a toda la operación de venta y cierre del Mercado de Fuencarral, un icono del Madrid alternativo que, poco a poco, está desapareciendo.
Hace justo un mes, después de más de un año de rumores, las puertas de este centro comercial cerraron definitivamente. Bueno, definitivamente no. Lo que ha ocurrido es una clásica operación inmobiliaria bautizada como value added, que consiste en que inversores especializados adquieren activos con problemas a precio de derribo para relanzarlos. Y, en este caso, quién está detrás de toda la operativa es la gestora de fondos inmobiliariosActivum.
Esta firma ha realizado la inversión a través del vehículo ActivumSG Fund III y, aunque Talus Capital fue quien dio la cara en la operación, el grueso del dinero que está detrás es de este fondo, según ha confirmado El Confidencial con fuentes oficiales. Decidida a crecer en el mercado español, la gestora ha abierto hace cinco meses su oficina en Madrid y a los mandos ha puesto a un gran conocedor del mercado, Brian Betel, un profesional de gran prestigio en el sector que durante 14 años trabajó para Cerberus.
De hecho, fue el socio director de esta firma para Iberia desde el año 2000, puesto desde el que convirtió a Cerberus en el alumno aventajado de los fondos oportunistas que se atrevieron a invertir en España cuando el país parecía que se iba a la quiebra, una apuesta que ahora permite a este fondo contar con una envidible cartera formada por activos como Haya Real Estate, Sotogrande, Ahorro y Titulización o Gescobro.
A los mandos de Activum, Betel tiene como su primer gran reto rehabilitar y reposicionar el Mercado de Fuencarral, con la vista puesta en arrendar el espacio antes de venderlo a otro comprador con vocación de permanencia. Junto a él, en la oficina de Madrid, estánCarlos Molero Sánchez de la Blanca, que se incorporó a Activum en enero procedente de KPMG; y Alejandro Adan Manes, quien hasta principios de año trabajaba para AXA Real Estate.
Así se compró el Mercado de Fuencarral
Fue a principios de 2014 cuando Talus Capital firmó una opción de compra sobre el Mercado de Fuencarral. No obstante, la escritura de la operación se retrasó hasta verano, momento en el que entró en juego Activum, irrupción que ha permitido financiar la operación, que se estima en torno a 22 millones de euros.
Con 2.400 metros cuadrados de superficie, el Mercado de Fuencarral está considerado un activo singular para firmas de moda alternativas. Sin embargo, cuenta con algunos problemas arquitectónicos, así como protecciones de la fachada, que además de limitar a menos de 2.000 metros cuadrados su superficie útil, requieren la gestión de firmas especializadas, como éstas, para poder relanzarlo.
Los planes de crecimiento de Activum en España pasan por una alianza a largo plazo con Talus Capital, junto a quien también ha participado en otra inversión que ya ha cerrado en nuestro país, un edificio de oficinas de 6.185 metros cuadrados ubicado en la calle Manuel de Falla, próximo al estadio Santiago Bernabéu, que también compró a principios de 2014.
Poco después, llegó a un acuerdo para vendérselo a la socimi Axiare por 31 millones de euros, aunque al tratarse de un proyecto llave en mano, la entrega se ha fijado para dentro de dos años, en 2017.
La discreción es una de las principales señas de identidad de los grandes fondos internacionales especializados en adquirir activos emblemáticos, pero en situación crítica, con el objetivo de reposicionarlos y lograr así cerrar un gran negocio. Este ADN explica el secreto que ha rodeado a toda la operación de venta y cierre del Mercado de Fuencarral, un icono del Madrid alternativo que, poco a poco, está desapareciendo.