La sanción multimillonaria a Cemex sigue adelante pese a la ola de ceses en Hacienda

La propuesta de liquidación y de expediente sancionador a Cemex, por un importe que algunas fuentes cifran en 450 millones y que detonó la mayor crisis de la historia de la Agencia Tributaria en diciembre, sigue adelante pese a la destitución de todos los responsables de este proceso. Así lo confirmó ayer la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado, y fuentes cercanas a la Agencia añaden que "Cristóbal Montoro no se ha atrevido a parar el expediente después de la purga por el escándalo que se montaría". No obstante, la empresa mexicana recurrirá la sanción ante los tribunales.

El expediente abierto a la cementera, que puede conllevar una sanción de cientos de millones, fue el detonante de la destitución de la inspectoraDolores Linares,jefa adjunta de la Delegación de Grandes Contribuyentes,que provocó la cascada de ceses y dimisiones que culminaron con elnúmero dos de la Agencia. Según un comunicado de la organización de inspectores en noviembre, los responsables de Hacienda (sin identificar) habrían interferido para aplazar unrecurso de reposiciónpresentado por Cemex contra una sanción tributaria derivada de un acta de disconformidad. Y dado que se trataba de un puesto de confianza, el delegado central de Grandes Contribuyentes,Ignacio Huidobro, habría procedido a la destitución de la responsable, Linares.

Según la versión oficial de Hacienda, Linares desobedeció una orden directa de sus superiores, que pretendían negociar con Cemex la sanción, algo habitual en estos casos. De acuerdo con la versión de los inspectores, esta profesional no recibió ninguna orden y, en todo caso, su única alternativa era rechazar el recurso de la mexicana porque no aportaba ningún argumento nuevo respecto a un primer recurso que ya había sido rechazado.Eso da pábulo a los que piensan que lo hizo porque confiaba en un cambio de opinión "político" que esta vez sí aceptara sus argumentos; y el hecho de que Linares no hiciera caso a ese cambio de opinión es lo que desató la ira deldelegado central de Grandes Contribuyentes,Ignacio Huidobro, que la destituyó fulminantemente.

"Alguien en la Agencia había prometido algo y, cuando vio que no podía cumplir, montó en cólera. A partir de ahí se desató la guerra interna, porque los ex altos cargos socialistas aprovecharon para hacer campaña contra los actuales responsables y estos para purgar a sus rivales", según las fuentes consultadas. La destitución de Linaresprovocó la dimisión del jefe de inspección de la Delegación Centralde Grandes Contribuyentes,Ignacio Ucelay, de la jefa de la Oficina Técnica de Inspección, dos adjuntos y dos inspectores coordinadores. Y desembocó en la dimisión del director de Inspección y número dos de laAEAT,Luis Jones.

Esta cascada de ceses se produjo con el trasfondo también del caso de las supuestas facturas falsas de la infanta Cristina y llevó a que el propio Montoro dijera en la recepción del Día de la Constitución que "la cúpula de la unidad de grandes contribuyentes estaba llena de socialistas". Después las aguas se calmaron, los cesantes fueron relevados –Jones fue sustituido porLuis María Sánchez– y la cuestión de Cemex mientras tanto se mantuvo paralizada a la espera de que pasara la tormenta.

Tras la tempestad continúa el proceso

Y ahora, una vez que eso ha ocurrido, sigue su curso. "Las cosas se están haciendo bien", dijo ayer el presidente de la organización de inspectores,Ransés Pérez Boga, quien no quiso dar más detalles al respecto en le presentación de una propuesta de estatuto para la Agencia que, entre otras cosas, les permita trabajar de incógnito y pagar a confidentes. "Montoro no se ha atrevido a paralizar las actuaciones y a echar atrás la decisión de Linares porque supondría un escándalo y acusaciones de cambalache. No le queda más remedio que seguir adelante con el asunto", según las fuentes consultadas.

Estas fuentes añaden que el recurso sobre la propuesta de liquidación ha sido rechazado definitivamente y que ahora la cuestión se centra sobre las propuestas de sanción (son dos). "La anulación de las bases imponibles negativas [pérdidas de años anteriores, lo que está en el origen del expediente] que se había apuntado Cemex no es tan importante; lo relevante es si se interpreta que actuó de mala fe y se trata de un comportamiento que se debe sancionar".

En todo caso, todas las fuentes coinciden en que una propuesta de sanción no equivale a que Cemex vaya a pagarla. De hecho, la compañía cementera ya anunció en diciembre que pretende recurrirla enlos tribunales económico-administrativos e incluso a los de justicia. De hecho, Cemex se consideraun chivo expiatorio de la batalla política que se libra en el organismo y cree que se leha perjudicado gravemente por airear en los mediosuna situación que debe ser secreta según la ley.