La troika, receptiva a que los presidentes de las cajas puedan seguir en sus bancos

Después de una dura batalla, los presidentes de las cajas de ahorros sanas, capitaneados porIsidre Fainé(La Caixa y CECA), están a punto de salirse con la suya y poder simultanear la presidencia de las nuevas fundaciones con la de los bancos a través de los que ejercen su negocio. Según fuentes de Economía, la troika (la gran defensora de la separación de cargos para despolitizar estas entidades) ha ablandado su postura inflexible inicial gracias a la modificación de la enmienda del PNV, adelantada la semana pasada porEl Confidencial, que deja claro que los presidentes no tendrán ningún poder en los bancos. Una enmienda que tendrá más tiempo para presentarse porque el plazo (que concluía inicialmente hoy) ha sido ampliado hasta la semana próxima.

La reticencia de la troika proviene de los escándalos por el control político de las cajas que han terminado con la catástrofe que ha hecho necesario el rescate del sistema financiero. Para impedir que se repita en el futuro, elpunto23 del MoU (Memorándum de Entendimiento) con las autoridades comunitarias establece que "las autoridades propondrán medidas para reforzar las normas de idoneidad de los órganos de gobierno de las cajas de ahorros y para adoptar requisitos de incompatibilidad para los órganos de gobierno de las antiguas cajas de ahorros y los bancos comerciales bajo su control".

Esta redacción se plasmaba en el proyecto de ley original cuando prohibía esta compatibilidad de la presidencia de la nueva fundación bancaria con la del banco a través del que ejerce su negocio, aunque concedía a los presidentes actuales un período transitorio de un año. Sin embargo, los presidentes de las cajas que no han recibido ayudas-Isidro Fainé(La Caixa),Amado Franco(Ibercaja),Braulio Medel(Unicaja) yMario Fernández(Kutxa)- se rebelaron al entender que ellos no deben pagar por los pecados de las que lo han hecho mal. Su argumento no minó la resistencia de la troika, así que buscaron una fórmula que pudiera ser aceptable: no tener consideración de ejecutivo en el banco, sino de dominical como representante del accionista, es decir, la fundación en la que se van a convertir las cajas.

Esta iniciativa se plasmó en una enmienda del PNV en la tramitación parlamentaria del texto que salvabaesa incompatibilidad, como también adelantó este medio.La opción de enmendar el proyecto legislativo que ahora se tramita en el Congreso de los Diputados fue rechazadapor los diputados de CiU. El grupo nacionalista catalán no quería retratarse como un bastión político de La Caixa, por lo que se decidió que era mejor utilizar el ariete del PNV, dado el menor interés de Mario Fernández, presidente de Kutxabank, en presidir también la fundación que da soporte jurídico al antiguo grupo de cajas vascas.

Sin embargo, este plan recibió un varapalo en el informe de la Comisión Europea y el BCE referido a la reciente visita de los 'hombres de negro' a España. En él se decía explícitamente que"es necesario que los esfuerzos para adoptar las medidas acordadas y su implementación continúen como estaba previsto, en particular en el área de la reforma del gobierno corporativo de las cajas de ahorros". Todo un torpedo en la línea de flotación del proyecto abanderado por Fainé.

El último intento tiene éxito

Ante esta situación, se decidió hacer un último intento para convencer a la troika de que aceptara la posición española mediante una modificación de la enmienda del PNV que dejara totalmente claro que los presidentes que simultanearan sus cargos no tendrían ningún poder ejecutivo, sino que serían meros 'floreros'.En otras palabras, si el presidente de la Fundación La Caixa quiere serlo también de CaixaBank, tendrá que renunciar previamente a todas las funciones ejecutivas en esta última entidad. La solución puede servir para una división de poderes al mejor estilo de buen gobierno corporativo entre Isidro Fainé y Juan María Nin.El Gobierno aceptó esta última intentona, aunque con la advertencia de que no iba a enfrentarse a la troika; si Bruselas decía que no, el PP no apoyaría la enmienda. Y el PNV tampoco se sentiría derrotado, puesto que tampoco es su principal batalla.

Sin embargo, esta modificación ha ablandado a las autoridades comunitarias, según las fuentes de Economía citadas, que añaden que el departamento deLuis de Guindosconfía en llegar a un acuerdo en breve para desatascar el asunto definitivamente. Un portavoz oficial del Ministerio no hizo comentarios a esta información. Precisamente, para poder cerrar el acuerdo se ha ampliado una semana el plazo de presentación de enmiendas, que inicialmente concluía hoy.

Con esta solución, todo el mundo quedará contento. La troika, porque conseguirá esa separación de poderes al menos formalmente; y, en todo caso, sabe que las cajas nunca más podrán cometer desmanes por criterios políticos que las lleven a la quiebra, porque los controles ahora son mucho mayores. El Gobierno, porque consigue salvar el obstáculo que le impedía cumplir el último punto pendiente que quedaba del Mou. Y los presidentes de las cajas, porque conseguirán sentarse en los consejos de sus bancos. Una vez dentro, aunque no tengan poderes formales, siempre podrán ejercer algún tipo de influencia.