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El PSOE hace de la CNMC un campo de batalla tras el 'caso Beatriz de Guindos'
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RUBALCABA ORDENA ZAFARRANCHO DE COMBATE

El PSOE hace de la CNMC un campo de batalla tras el 'caso Beatriz de Guindos'

Rubalcaba impidió que Valeriano Gómez se incorporase al consejo de la CNMC y ahora quiere aprovechar políticamente el 'caso Beatriz de Guindos'

Foto: Alfredo Pérez Rubalcaba en Ferraz (EFE)
Alfredo Pérez Rubalcaba en Ferraz (EFE)

El síndrome de la mujer del César se ha llevado por delante las ilusiones de Beatriz de Guindos para encaramarse a la más importante dirección ejecutiva de la nueva Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC). La sobrina del ministro ha tenido que renunciar al cargo ante la imposibilidad de renunciar al apellido, con el fin de no dar cuartelillo a todos los pregoneros que han denunciado la falta de independencia con que ha nacido el nuevo supervisor mayor del Reino.

La CNMC es una demostración palmaria de la incapacidad manifiesta que tienen los dos grandes partidos nacionales para llegar a acuerdos que garanticen un marco estable de acción política en España. La entidad que agrupa a todos las comisiones reguladoras de los principales sectores de negocio va a ser a partir de ahora y hasta el final de la legislatura uno de los centros neurálgicos de la ofensiva del PSOE contra el equipo económico de Mariano Rajoy.

Alfredo Pérez Rubalcaba ha dado instrucciones a sus principales colaboradores para que engrasen las baterías y carguen con su mayor intensidad parlamentaria en un intento por demostrar a la opinión pública el manejo partidista de las instituciones que, en su opinión, está llevando a cabo el Gobierno del Partido Popular. Las primeras andanadas contra Luis de Guindos están siendolanzadas a través de Inmaculada Rodríguez Piñero, número dos socialista en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados y una de las personas más afines al actual líder de la oposición.

La polémica desatada con el ascenso frustrado de Beatriz de Guindos ha supuesto una importante victoria moral para Rubalcaba, que declinó personalmente a última hora la invitación del Gobierno para que su grupo parlamentario formase parte del consejo de la CNMC. El secretario general del PSOE dejó compuesto y sin novia al ex ministro Valeriano Gómez que ya tenía prácticamente cerrada su incorporación al organismo macro regulador después de un acuerdo que había sido convenientemente negociado durante meses con el Ministerio de Economía.

Rubalcaba calla bocas dentro del PSOE

Rubalcaba invocó la sagrada independencia de la CNMC para darse un baño de pulcritud y honestidad política que provocó ciertas suspicacias dentro del propio comité federal de su partido. No en vano, la negativa a pactar con el Gobierno cerraba a los socialistas las puertas de un organismo esencial en la resolución de los grandes conflictos de interés que afectan a las más importantes empresas multinacionales españolas. El PSOE abdicaba de un centro de poder inequívoco sólo para mayor gloria de su jefe y sin que tampoco estuvieran muy claros los réditos políticos de tamaña renuncia.

Pero los acontecimientos se han alineado con el máximo responsable socialista a quien la jugada le ha salido redonda al cabo de unas pocas semanas. La promoción fallida de Beatriz de Guindos le ha permitido a Rubalcaba callar bocas recordando el acierto de una decisión que ahora permite a su grupo parlamentario requerir al ministro de Economía para que explique en el Congreso de los Diputados las idas y venidas de su sobrina en la dirección de Competencia de la nueva CNMC.

Luis de Guindos se lavará las manos como no puede ser de otra manera dado que promoción inicial de Beatriz de Guindos fue adoptada de manera soberana por el consejo del organismo regulador. Otra cosa bien distinta es el motivo que indujo a su cese un solo día después de que se conociera el nombramiento con la consiguiente polémica por todo lo alto en las redes sociales.

Se da la circunstancia de que la designación fue contrastada por el propio titular de la CNMC, José María Marín Quemada, con algunos de sus antecesores en el cargo. Tanto Luis Berenguer como Amadeo Petitbó, presidentes que fueron en su día de la extinta Comisión Nacional de Competencia (CNC) y el más antiguo Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) expresaron su mejor aval y recomendación a favor de Beatriz de Guindos, quien, a su vez, es la actual subdirectora de la casa con responsabilidad directa sobre todas las cuestiones que atañen en materia de competencia al mercado de Industria y Energía.

La historia de lo ocurrido es el mejor argumento para el ministro pero todo lo que sea explicar los detalles favorece la tensión política que Rubalcaba quiere introducir en el debate parlamentario sobre la independencia de la CNMC. El hecho de que el PSOE no haya participado en la formación de la nueva institución es una baza para el líder socialista que, en el peor de los casos, le permitirá ganar posiciones de cara a la renovación del consejo que el llamado regulador único de los mercados tendrá que efectuar dentro de dos años, justo un poco antes de que termine la actual legislatura.

Sorteo de mandatos entre los consejeros

Los mandatos de los vocales la CNMC tienen un periodo de duración de seis años, si bien el consejo debeser renovado por tercios cada dos años a finde asegurar la mínima rotacióndentro delprincipal órgano de gobierno. Esta condición legal ha obligado a sortear la duración de los mandatos correspondientes a los ocho consejeros que tomaron posesión de sus cargos el pasado 10 de septiembre junto al presidente y la vicepresidenta de la entidad.

La suerte ha resultado esquiva para Eduardo García Matilla, María Ortiz y Diego Rodríguez, que deberán cesar en sus cargos dentro de un par de años. Será la primera ventana de oportunidad para que el PSOE haga valer su fuerza política y se suba en marcha y por derecho al carro de la CNMC. En su defecto, los socialistas tendrán otra oportunidad dentro de cuatro años porque entonces cesarán también en sus mandatos otros tres vocales, como son Fernando Torremocha y los dos representantes nacionalistas de CiU, Josep María Guinart, y PNV, Idoia Zenarruzabeitia.

Está visto que la CNMC, al menos en su configuración inicial, no ofrece una especial garantía de futuro a sus ‘padres fundadores’. El caso de Beatriz de Guindos es el mejor corolario de una expectativa de destino frustrada en menos de 24 horas. Los únicos afortunados que van a poder agotar plenamente los seis años de mandato son el catedrático de Teoría y Política Económica en ICADE, Benigno Valdés, y la hasta hace poco abogada del Estado-jefe en el Ministerio de Economía, Clotilde de la Higuera.

El síndrome de la mujer del César se ha llevado por delante las ilusiones de Beatriz de Guindos para encaramarse a la más importante dirección ejecutiva de la nueva Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC). La sobrina del ministro ha tenido que renunciar al cargo ante la imposibilidad de renunciar al apellido, con el fin de no dar cuartelillo a todos los pregoneros que han denunciado la falta de independencia con que ha nacido el nuevo supervisor mayor del Reino.

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