Crisis en los organismos multilaterales: los presidentes del Banco Mundial y del FMI dimiten en tres meses

La dimisión de Rodrigo Rato al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI) certifica la crisis que atraviesan los organismos económicos multilaterales, pues se produce apenas tres meses después de la de Paul Wolfowitz en el Banco Mundial tras el escándalo de trato de favor a su novia. De hecho, fuentes próximas a Rato aseguran que quería haber dejado el cargo en abril, pero que el ‘asunto Wolfowitz’ le obligó a retrasar el anuncio hasta ahora.

Esta crisis puede ir mucho más allá del relevo de los presidentes, ya que abre la puerta a la reforma en profundidad de estos organismos que reclaman desde hace tiempo los países emergentes.

Existe una tradición no escrita según la cual el presidente del Banco Mundial es estadounidense y el director gerente del FMI es europeo. Sin embargo, los mandatarios europeos no parecen estar demasiado a gusto con este cargo y con el hecho de tener que vivir en Washington: el antecesor de Rato, el alemán Horst Köhler, también abandonó el puesto antes del final de su mandato para acceder a la presidencia de su país.

Esto se junta con el malestar de los países emergentes por el escaso peso que tienen en estos organismos, que conceden un poder desproporcionado a los países más desarrollados (fruto de la situación política tras la Segunda Guerra Mundial). Tanto es así que, en 2005, el propio Rato anunció el inicio de un proceso para repartir las cuotas de voto de forma más equilibrada.

Por ello, algunos observadores piensan que la crisis actual puede ser la oportunidad perfecta para acometer de una vez por todas la necesaria reorganización de los organismos, e incluso para nombrar un presidente de un país emergente. De salir adelante esta idea, las mayores probabilidades serían para un presidente asiático o brasileño.

Regular el movimiento de divisas

Lo cierto es que las principales actividades del FMI se centran en los países emergentes, tanto en las ayudas a los que tienen problemas de deuda (su actividad tradicional) como en la vigilancia de los desequilibrios en la economía mundial y en los tipos de cambio (su principal función en la actualidad). En este capítulo, Rato anunció el día 18 nuevas normas para regular el movimiento de las divisas, en respuesta a las presiones de EEUU para que China revalúe su divisa; el nivel “artificialmente bajo” del yuan frente al dólar concede una enorme ventaja competitiva a China, puesto que sus productos son más baratos en los demás países.

Si al final no se acomete esta reforma y se opta por un candidato europeo para sustituir a Rato, uno de los nombres que empieza a sonar es el del mismísimo Tony Blair, el recién dimitido primer ministro británico.