El millar de votos (y electores) que pueden cambiar el resultado del 26-J

La ausencia de mayoría y el posterior bloqueo ante la falta de acuerdo de los partidos ha derivado en las elecciones del próximo 26-J. De nuevo, la responsabilidad recae en el elector. Y hay un puñado de circunscripciones, donde la respuesta a quién estará más cerca de la Moncloa los próximos cuatro años se mueve en un millar de votos.

Teniendo en cuenta el sistema D'Hondt, en este artículo se asumen dos hipótesis. La primera, que los electores sean conservadores y el 26-J se comporten de manera similar en las urnas, esto es, que voten en su mayoría al mismo partido. La segunda, que la coalición Unidos Podemos sume los votos cosechados el 20-D por Izquierda Unida y Podemos [vea la metodología]. Con estas premisas, Tenerife, Madrid y Cáceres son las provincias donde un pequeño cambio puede alterar quién se lleva el último escaño en liza.

Tenerife, a examen el acuerdo PSOE-C’s

Tenerife es la circunscripción donde la pelea por el último escaño es más incierta. La recién estrenada coalición de Unidos Podemos mejoraría el resultado de Podemos del 20-D y obtendría dos escaños. Una maniobra que acerca al abismo al PSOE ya que ese paso adelante puede provocar que los socialistas pierdan su segundo sillón parlamentario.

Los partidos que hace un par de meses escenificaron "un acuerdo para la reforma de España", hoy son rivales en Tenerife para ganar la última silla en el Congreso por dicha circunscripción. Ciudadanos les pisa los talones a los socialistas. Si la formación naranja liderada por Rivera mejora un ápice su resultado del 20-D, en concreto en al menos un 0,24%, y el partido de Sánchez se mantiene estable, Ciudadanos podría conseguir un nuevo escaño en el Congreso.

Madrid, clave para el PSOE

En Madrid, la formación de Pedro Sánchez aspira a recuperar el escaño que, a última hora de la noche del 20-D, le arrebató el PP. Si los socialistas mejoran en un punto el resultado de las pasadas elecciones y los populares empeoran u obtienen un número de votos similar, el PSOE recortaría un escaño al PP.

Curiosamente, el escaño más en entredicho del PSOE en Madrid pertenecería a Eduardo Madina, el adversario de Pedro Sánchez en las primarias socialistas. A pesar de que los barones socialistas han insistido en que en esta segunda convocatoria electoral en menos de seis meses Madina gozase de un mayor protagonismo que se viese reflejado en su posición en las listas, el dirigente socialista afronta unos nuevos comicios con un pie fuera de la Cámara Baja. Seis millares de votos le separan del escaño del PP y de regresar al Congreso.

Cáceres, una de las claves del ‘sorpasso’

Cáceres es la provincia donde si los electores no cambian su voto, el último escaño estará más repartido en números absolutos. El PSOE posee el último escaño, pero tras la nueva alianza de izquierdas, Unidos Podemos está a menos de 500 de votos de arrebatárselo. La recién estrenada coalición entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón no sería suficiente, aplicando los resultados del 20-D, para obtener su primer escaño por Cáceres, pero sí les acerca más al objetivo. Si los consigue estarán más cerca del 'sorpasso'.

Asturias

En Asturias, el partido que aspira a hacerse con el último escaño y ‘robárselo’ al PP de Rajoy es también Unidos Podemos. La formación encabezada por Iglesias, Errejón y Garzón podría verse beneficiada por una fuga de votos del PSOE y acercarse así más a los populares. Otra de las opciones que podría beneficiarle es la pérdida de apoyos del PP hacia Ciudadanos, cuyo electorado está más cercano en términos ideológicos. Esta fluctuación facilitaría 'el asalto' de Unidos Podemos a la última silla del Congreso por Asturias.

Los otros enclaves del ‘sorpasso’

Cáceres no es la única provincia en la que PSOE y Podemos se enfrentan por el último escaño. Al menos en otras tres circunscripciones ambos partidos están cerca de obtener la última silla al Congreso.

Del PSOE a Compromís

Compromís puede dar un susto al PSOE en Alicante y apretar la pelea electoral que mantienen ambos partidos por el liderazgo de la izquierda valenciana. La diferencia de votos el pasado 20-D fue de 17.437 papeletas. Si Compromís consigue abrir una brecha en el electorado socialista y atraer a nuevos votantes, facilitará el 'sorpasso' de la formación morada sobre los socialistas a nivel nacional.

De Unidos Podemos al PSOE

Pero no todo está perdido para los socialistas. En algunas provincias todavía está a tiempo de distanciarse de la coalición de Iglesias y Garzón. En Granada, Podemos mantiene el último escaño al que aspira el PSOE. La diferencia es de 6.481 votos. El PSOE tendría que mejorar en un 4,1% su resultado del 20-D y que los votos a la formación liderada por Pablo Iglesias se mantuviesen estables.

Valencia es otra de las provincias en la que los socialistas tienen opciones de relegar a Unidos Podemos del último escaño. En este caso, la diferencia es mucho mayor. Asciende a 34.592 votos, Es decir, el PSOE tiene que mejorar en al menos un 12,52% el resultado que obtuvo hace seis meses y esperar a que sus rivales políticos no atraigan a más electores.

Así está la situación en el resto de provincias

Además de las mencionadas circunscripciones, Lleida, Vizcaya, Granada y Barcelona son otras de las provincias donde el último escaño puede estar muy disputado. Por el contrario, las circunscripciones de Lugo, Orense, Ceuta y Melilla son los caladeros donde las sillas parece muy complicado que cambien. En la siguiente tabla puede consultar cómo está la disputa por el último escaño en su provincia.

Nota: Las provincias repetidas en la tabla indican que hay dos o más partidos aspirantes a hacerse con el último escaño.

Y entonces, ¿cómo quedaría el Congreso?

El comportamiento de los electores es impredecible. Pero si el próximo 26-J la mayoría de ellos no modificara su voto, la presencia de la nueva confluencia de izquierdas no cambiaría mucho las cosas. El rango de escaños en el que se mueven los partidos se sitúa alrededor de la quincena. El PP, en el mejor de los casos, podría repetir el resultado que obtuvo el pasado 20-D. Mientras, PSOE y Unidos Podemos se mueven en los mismos márgenes, por lo que su enfrentamiento verbal y de programa durante la campaña puede decidir quién se convierte en la fuerza mayoritaria de la izquierda.

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Metodología

Este artículo tiene como punto de partida que el votante será conservador el próximo 26-J y votará de forma parecida a como lo hizo el pasado 20-D. Además, toma como referencia que la participación no variará en gran medida.

Para esta simulación se han realizado los siguientes cálculos:

1) Suma de los votos que Podemos e Izquierda Unida recibieron en las pasadas elecciones del 20-D, ya que acuden al 26-J bajo la confluencia Unidos Podemos. En el caso de Baleares, a los dos partidos se han sumado los votos de Més, que confluye junto a ellos en dicha provincia.

2) Una vez ajustados los votos al nuevo panorama político, se ha realizado el reparto de escaños mediante el sistema D’Hondt. Para ello, se parte de la premisa de que la mayoría de los electores no cambiarán su voto.

3) Dicho reparto de escaños se ha hecho teniendo en cuenta el cambio demográfico de los últimos seis meses. León ha perdido un escaño, ahora cuenta con cuatro, en favor de la provincia de Valencia, que ha pasado de 15 a 16 escaños.

4) Una vez repartidos los escaños se han extraído que partidos estarían a las puertas de conseguir el último escaño de cada circunscripción.

5) Se ha calculado a cuántos votos estaría de lograr dicho escaño y en cuántos puntos porcentuales debería mejorar su resultado del 20-D para aspirar a ello.