Cómo declarar las criptomonedas en la declaración de la renta: esta es la nueva casilla

La declaración de la renta 2022 ya está en marcha y, con ella, las dudas en miles de personas que tienen que hacer sus cuentas con Hacienda respecto a sus ingresos del año anterior. Desde este martes 11 de abril ya es posible pedir el borrador a través de internet, aunque es importante tener en cuenta que muchos de esos borradores contienen errores, por lo que se recomienda estudiarlos bien antes de confirmarlos ante la Agencia Tributaria.

Una de las cuestiones que más quebraderos de cabeza ofrece a muchos españoles tiene que ver con las criptomonedas. Se estima que hay más de cuatro millones de personas en nuestro país que invierten en este tipo de producto, pero no todos ellos son conscientes de que tienen que pagar impuestos por los beneficios que consigan con sus operaciones.

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Hacienda es consciente de esta nueva normalidad y, por eso, ha querido explicar algunos conceptos. De hecho, la compra de criptomonedas no tributa en el IRPF, ni tampoco el simple hecho de tener criptomonedas en la cartera digital. Sin embargo, cuando se opera con ellas se produce una serie de ganancias o pérdidas que sí que hay que incluir en la declaración de la renta. Y, para hacerlo, hay una casilla específica, la 1626, que con clave 0 corresponde a las monedas virtuales.

Cómo declarar las criptomonedas en la renta

La Agencia Tributaria obliga a declarar las pérdidas y ganancias patrimoniales obtenidas con criptomonedas en diferentes operaciones. Si se han conseguido beneficios con esas operaciones, estos tributarán en la base del ahorro, con unos tipos impositivos determinados en esta escala:

• 19% IRPF: hasta 6.000 euros.
• 21% IRPF: entre 6.000 y 50.000 euros.
• 23% IRPF: entre 50.000 y 200.000 euros.
• 26% IRPF: más de 200.000 euros.

Hay que declarar las pérdidas y ganancias patrimoniales obtenidas con criptomonedas

En el caso de que se produzcan pérdidas en las operaciones con criptomonedas, también hay que declararlas en el IRPF. En este caso, pueden compensar otras ganancias que se hayan conseguido durante ese año o los años siguientes. De hecho, si se han sufrido pérdidas, es posible reducir el pago de impuestos en un 25% anual durante las cuatro declaraciones de la renta posteriores.