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Los hogares reducen su nivel de deuda a niveles no vistos en 22 años
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El gran desapalancamiento

Los hogares reducen su nivel de deuda a niveles no vistos en 22 años

El sector privado ha realizado un gran desapalancamiento desde la burbuja inmobiliaria recortando su deuda a la mitad. El sector público ha soportado una buena parte de ese ajuste

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Las familias y las empresas siguieron realizando un gran esfuerzo ahorrador a lo largo de todo el año 2023 para rebajar su deuda a mínimos no vistos desde principios de siglo. A pesar de la escalada de los precios y la subida de los tipos de interés, los agentes económicos se apretaron el cinturón para seguir repagando deudas o comprando activos financieros. Los hogares redujeron su deuda consolidada en 18.300 millones de euros y las empresas, en 11.900 millones. En total, un desapalancamiento que supera los 30.000 millones de euros en un solo año.

Tras este recorte, la deuda de los hogares bajó desde el 52,3% del PIB en 2022 al 46,9%. Esto supone un descenso de la ratio de endeudamiento de 5,4 puntos del PIB, el mayor ajuste de toda la serie histórica por unas pocas décimas. Este dato muestra el gran esfuerzo que están realizando los hogares para ahorrar a pesar de las dificultades económicas. Esto explica que la recuperación del consumo y de la inversión esté siendo tan lenta en España, lo que genera también efectos negativos sobre el crecimiento potencial del país.

Las empresas están inmersas en la misma dinámica: la prioridad es recortar deuda y acumular activos frente a la inversión. La subida de los tipos de interés ha supuesto un duro golpe para las empresas, que tienen periodos de vencimiento muy cortos y financiaciones a tipo variable. Las empresas españolas pagaron casi 38.000 millones de euros en intereses en 2023, el triple que el año anterior. Un roto que han tratado de solucionar amortizando deuda y mejorando su posición financiera. La deuda total de las empresas al cierre del año se redujo hasta el 64,7% del PIB, 6,5 puntos menos que en 2022.

Tras este ajuste, la deuda de los hogares se sitúa en su nivel más bajo desde 2001 y la de las empresas, desde 2003. Ha quedado borrada íntegramente la huella de la burbuja inmobiliaria y su posterior crisis. Al menos en lo que a los balances se refiere, porque el escarmiento por los excesos está grabado a fuego en los ciudadanos y los empresarios. Existe una aversión por la deuda y una preferencia por el ahorro que explica que el proceso de desapalancamiento siga siendo tan potente como cuando su deuda superaba el 100% del PIB.

Una buena parte de esta deuda ha sido asumida por las administraciones públicas a través de transferencias de capital y sociales a empresas y hogares. El evento más recordado fue el rescate financiero, pero las administraciones públicas también han soportado la renta de las familias con seguros de desempleo, pensiones o, en la época más reciente, los ERTE. Con esas rentas, hogares y empresas redujeron sus deudas. O lo que es lo mismo, se las traspasaron al sector público. En el pico de la burbuja inmobiliaria, la deuda pública llegó a caer al 35% del PIB. En la actualidad es el triple, el 108%.

El incremento de la deuda pública ha sido más lento que el ajuste del sector privado, lo que ha provocado un gran desapalancamiento de la economía española en estos años. La economía española tuvo una capacidad de financiación de 54.000 millones de euros en 2023, equivalente al 3,7% del PIB. Esto es, más del doble que en 2022.

El ahorro de los hogares permitió aumentar sus activos financieros un 6% a lo largo del año, hasta 2,8 billones de euros. Este incremento fue consecuencia tanto de las nuevas inversiones como de la revalorización de los activos. Las inversiones netas ascendieron a 39.300 millones de euros, mientras que la revalorización alcanzó lo 120.000 millones de euros. El año 2023 fue muy rentable para quienes tienen dinero invertido en activos financieros por la subida de los tipos de interés y también de la renta variable.

Las familias y las empresas siguieron realizando un gran esfuerzo ahorrador a lo largo de todo el año 2023 para rebajar su deuda a mínimos no vistos desde principios de siglo. A pesar de la escalada de los precios y la subida de los tipos de interés, los agentes económicos se apretaron el cinturón para seguir repagando deudas o comprando activos financieros. Los hogares redujeron su deuda consolidada en 18.300 millones de euros y las empresas, en 11.900 millones. En total, un desapalancamiento que supera los 30.000 millones de euros en un solo año.

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