Es noticia
No hay tantos trabajos de mierda como crees: "No son los abogados, son los mineros"
  1. Economía
UNA CRÍTICA A DAVID GRAEBER

No hay tantos trabajos de mierda como crees: "No son los abogados, son los mineros"

David Graeber aseguraba que los de abogados o publicistas eran trabajos de mierda porque no sirven en nada a la sociedad (como los de los barrenderos), pero seguramente no sea así

Foto: El profesor Alex J. Wood. (Universidad de Bristol)
El profesor Alex J. Wood. (Universidad de Bristol)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

En 2013, el antropólogo y activista David Graeber publicó en la revista Strike un artículo, posteriormente ampliado a ensayo, que ha cambiado nuestra forma de pensar sobre el trabajo. En Sobre el fenómeno de los trabajos de mierda, el malogrado profesor de la London School of Economics los definía como esos “trabajos que las personas que los desempeñan consideran que son inútiles, y que, si no existiesen, no cambiaría nada o incluso que el mundo sería mejor”.

Esos empleos eran los de abogados corporativos, consultores políticos, inversores y gurús del marketing, por ejemplo, que sentían que sus trabajos no servían para nada frente a aquellas profesiones que sí eran imprescindibles para la sociedad, como bomberos, dependientes de tiendas de alimentación, barrenderos, conductores de autobús, médicos, profesores y enfermeras. “Da la impresión de que hay alguien ahí fuera creando trabajos sin sentido solo para tenernos ocupados”, escribía Graeber, que falleció el 2 de septiembre de 2020.

En España, solo alrededor de un 5,3% considera que su trabajo no es valioso

No ha podido ver, por lo tanto, la refutación a su teoría que acaba de ser publicada en Work, Employment & Society, que señala que quizá no hay tantos trabajos de mierda como parece. O que no existan tal y como los imaginaba Graeber. “Lo que él hizo fue preguntar quién sentía que su trabajo no tenía ningún valor, y recibió un montón de respuestas en Twitter o en su cuenta personal, pero no sirve para saber hasta qué punto existen porque era gente que de entrada ya estaba de acuerdo con él”, explica el sociólogo Alex J. Wood, profesor de la Universidad de Birmingham y principal autor del estudio.

“Lo que dice es que ya no vivimos en una sociedad capitalista que se basa en la eficiencia, sino en un sistema de feudalismo gerencial donde la gente utiliza su poder y riqueza para crear trabajos que no sirven para nada, que son la mayoría en la sociedad actual”, añade.

Para averiguar si era así recurrieron a la Encuesta Europea sobre Condiciones de Trabajo entre las ediciones de 2005 y 2015, que interroga a alrededor de 30.000 trabajadores sobre su relación con sus empleos. Si para Graeber el porcentaje de trabajos de mierda ronda el 50-60%, según los datos de Wood y su equipo solo alrededor de un 5% de los encuestados en Reino Unido señalan que su trabajo no tiene ningún valor. En España, el porcentaje es de alrededor un 5,3%. No solo el porcentaje de trabajadores que consideran que su trabajo no es valioso es muy pequeño, sino que ha ido descendiendo a lo largo del tiempo.

placeholder David Graeber. (Melville House Publishing)
David Graeber. (Melville House Publishing)

¿Por qué tal brecha entre los datos de Graeber y los de la Encuesta Europea? “Parte del problema es que parte de una suposición, que dice que ha comprobado hablando con profesionales de las finanzas y banqueros de Washington, pero, si te entrevistas con alguien a quien precede su fama de anarquista como él, es posible que moderes tu discurso”, sopesa Wood. “Se apoya en una encuesta de YouGov que pregunta si consideras si tu trabajo es útil para el mundo, que es un listón mucho más alto que el de considerar que sirve para tus colegas, para tu familia o tu vecindario. Infla los números al contar a todos los que dicen no, y utiliza otra encuesta holandesa de la que no he podido encontrar mucha información”.

Según sus cálculos, los trabajadores que consideran que sus empleos son totalmente inútiles son testimoniales. La mayoría considera que sus trabajos tienen valor, aunque en ellos malgasten su tiempo o a veces se sientan frustrados. “Creo que, cuando desarrolló su teoría, no iba desencaminado, porque mucha gente siente que su trabajo ha sido una mierda en algún momento; pero, cuando intenta desarrollar una teoría, no es convincente”, añade. “Queríamos publicar nuestro trabajo porque la conclusión política de David es que la mayoría de la gente estaría a favor de una renta básica universal porque tienen trabajos de mierda y podrían dejarlo, pero en realidad solo una minoría saldría beneficiada”.

Qué es un trabajo de mierda de verdad

Lo que más impactó de la teoría de Graeber en su día era que esos empleos de mierda eran paradójicamente los trabajos bien valorados y mejor remunerados, como los de abogados, trabajadores del sector financiero y periodistas. El nuevo estudio contradice esta visión y recuerda que, según sus resultados, son los empleos tradicionalmente considerados como peores, y no los que indicaba el coautor junto a David Wengrow de El amanecer de todo, los que sienten con mayor frecuencia la sensación de que su trabajo no vale para nada.

"Hay millones de personas en España y Europa haciendo trabajos inútiles"

Empleos como limpiadores y recogedores de basura, que Graeber considera de elevado valor social y, por lo tanto, son los que no deberían tener la sensación de ser “de mierda”, son aquellos donde el porcentaje de trabajadores frustrados es más elevado. Un 8,1% de los limpiadores y un 9,7% de los recogedores. Por el contrario, tan solo un 0,2% de los profesionales legales, del sector cultural y social sienten que su trabajo no es útil. Es decir, aquellos que en teoría conformarían el grueso de los trabajos de mierda.

“Hemos encontrado justo lo opuesto a lo que explica. Graeber mantiene que las ocupaciones específicas que son particularmente de mierda tienen que ver con las finanzas, el marketing, la publicidad, pero encontramos que la mayoría de esos profesionales piensan que su trabajo es útil”, explica. “Las que la mayoría de la gente entiende como inútiles son las de mineros, trabajadores de fábricas, limpiadores. Que son los trabajos que Graeber considera que no son de mierda porque tienen valor social. En lo que sí acierta es en lo dañino que es para el bienestar de los trabajadores. Hay millones de personas en España y Europa haciendo trabajos inútiles”.

placeholder Foto: EFE/Carlos Lemos.
Foto: EFE/Carlos Lemos.

“Hay, por ejemplo, un 8% de limpiadores que consideran inútil su trabajo y que tienen una salud mental mucho peor que la media de los trabajadores”, explica Ross. “Es importante recordar que hay muchas ocupaciones en las que la gente sufre por tener trabajos inútiles, pero esto se debe ante todo a las relaciones sociales en su trabajo”. Los trabajadores que peor salud mental tienen no son tanto aquellos que consideran que su empleo no tiene valor, sino los que sufren entornos de trabajo tóxicos y una mala gestión de personal por parte de sus superiores.

Si en realidad no existen tantos trabajos de mierda y la mayor parte de gente que se siente identificada no es la que Graeber cita, ¿por qué ha tenido tanto éxito su tesis? Wood tiene un par de hipótesis. “La mayoría de mis compañeros del mundo académico y los periodistas han leído el libro, les gusta y lo consideran muy bueno”, recuerda. “Por un lado, creo que Graeber es un escritor muy bueno y muy entretenido, por ejemplo, no muchos académicos se atreverían a utilizar el término de mierda en sus libros”.

"Que pensemos que un trabajo es de mierda no significa que lo sea para todos"

La segunda explicación tiene que ver con nuestra experiencia acerca de nuestros empleos pasados. “Todos hemos tenido que tratar con gilipolleces [bullshit] y trabajos que nos parecían de mierda, así que cuando nos cambiamos a otro miramos atrás y pensamos ‘ah, era un trabajo de mierda’, pero en realidad el motivo por el que hemos cambiado de trabajo era porque no se alineaba con nuestros intereses y valores”, razona Wood. “Sin embargo, esos trabajos a lo mejor sí se alineaban con los intereses y valores de otras personas”.

Por ejemplo, el académico cita a un conocido que trabaja como abogado corporativo, uno de los estereotipos de trabajos de mierda, y que se dedica a arbitrar ante opa hostiles: “Considera que su trabajo es útil porque consiste en hacer que el mercado sea más eficiente”. Aunque a ojos de los demás, o de Graeber, su trabajo pueda parecer de mierda, es un ejemplo de cómo cada trabajador “puede tener valores y principios muy diferentes que den valor a su trabajo”.

Gran parte de los empleos clasificados bajo la etiqueta “de mierda” son en realidad producto de los prejuicios de la gente que los juzga desde fuera. “Hay un sesgo de selección cuando miramos los trabajos que hemos tenido o los que tienen los demás y decimos ‘sí, la mitad de los empleos son de mierda porque no me gustarían trabajar en eso’”, añade.

Una conspiración sospechosa

La gran pregunta que se hicieron muchos ante la teoría de Graeber es: ¿cómo es posible que en un sistema como el capitalismo, que persigue ante todo la eficiencia, en el que las empresas buscan su máximo beneficio y hay una dura competición por los recursos más de la mitad de los trabajos no sirvan para nada? El antropólogo resolvía esa contradicción aludiendo a que la existencia de esta clase de trabajos sirve como símbolo de prestigio para los dueños de las empresas y el poder.

placeholder Si tu trabajo es de mierda, te echará a la calle. (Reuters/Mike Blake)
Si tu trabajo es de mierda, te echará a la calle. (Reuters/Mike Blake)

“El ensayo original tenía un punto conspirativo: es el capitalismo el que está produciendo está clase de trabajos”, se muestra de acuerdo el profesor. “En el libro intenta proporcionar una explicación más estructural, aludiendo al crecimiento de la financiarización y de la deuda estudiantil, así como la automatización y el aumento del managerialismo”. Sin embargo, a Wood no le convence: le parece algo salido de la serie de The Office.

“La idea de que esto está ocurriendo a escala industrial en toda la estructura económica, en la mayoría de sectores productivos y en la mayoría de organizaciones, que ya no les preocupa la eficiencia y los beneficios y en su lugar están centradas en que los mánagers incrementen su propio estatus, me parece bastante improbable”. No es el caso de las personas más ricas del mundo como Elon Musk o Jeff Bezos, que “todavía están tan preocupados por la productividad, la eficiencia y los costes como para pensar que están creando un ejército de trabajadores solo para reforzar su prestigio”.

"Se trata de cambiar las condiciones, librarse de jefes tóxicos y de la mala gestión"

Para los autores del trabajo, el principal problema con la tesis de Graeber es que señala en la dirección política inadecuada. El viejo concepto de “alienación” puede ser más útil para entender los principales problemas de los trabajadores modernos. “Hay problemas en el trabajo: inseguridad, precaridad, intensidad, estrés, ansiedad, sobrecarga de trabajo, y como el propio David decía, la falta de significado tiene que ver con la incapacidad de hacer escuchar tu voz en el trabajo y una falta de influencia, pero casi todos los empleos pueden ser vistos como útiles”, concluye. “Se trata de cambiar las condiciones en las que se realiza el trabajo para que lo encuentren útil, y eso significa librarse de los jefes tóxicos y de la mala gestión, en darle a la gente el tiempo y la autonomía para hacer un buen trabajo y que se sientan que lo están haciendo. Eso incumbe a los sindicatos y los partidos políticos”.

El ejemplo más claro es el de la gig economy, otro de los temas de estudio de Wood. “Una de las cosas más importantes para ellos es poder tener voz y voto manteniendo reuniones regulares con la plataforma u obligándoles a consultarles para los cambios en sus condiciones de trabajo”, explica. “Se trata antes de proporcionar más poder a la gente en sus trabajos que en decir que sus trabajos son una mierda y que no les importan a nadie. Si le das a la gente las condiciones apropiadas, pueden sentir que hacen algo de valor”.

En 2013, el antropólogo y activista David Graeber publicó en la revista Strike un artículo, posteriormente ampliado a ensayo, que ha cambiado nuestra forma de pensar sobre el trabajo. En Sobre el fenómeno de los trabajos de mierda, el malogrado profesor de la London School of Economics los definía como esos “trabajos que las personas que los desempeñan consideran que son inútiles, y que, si no existiesen, no cambiaría nada o incluso que el mundo sería mejor”.

Trabajo
El redactor recomienda