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La EPA refleja el caos del empleo: 355.000 parados más y 570.000 nuevos ocupados
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Datos del tercer trimestre

La EPA refleja el caos del empleo: 355.000 parados más y 570.000 nuevos ocupados

En el segundo trimestre del año se disparó la inactividad por el confinamiento y en el tercero, ya con la nueva normalidad, se han regularizado los parados considerados inactivos

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Los datos de la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre del año muestran claramente el caos que se ha producido en el mercado laboral como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Durante el segundo trimestre del año, cuando España estaba confinada, los trabajadores despedidos pasaron a figurar como inactivos porque no podían buscar empleo y, por tanto, no se les consideró como parados. La inactividad se disparó entonces en más de un millón de personas, una cifra totalmente extraordinaria. En el tercer trimestre del año, los datos se normalizaron y casi 900.000 inactivos se han reintegrado en la población activa, unos como parados y otros como ocupados.

Esto provoca que los datos de creación de empleo sean históricos, y también lo sean los de aumento del paro. Una situación totalmente excepcional derivada del caos en el que se ha sumido el mercado laboral en los últimos meses. En concreto, a lo largo del tercer trimestre del año se incorporaron al empleo 570.000 ocupados, el mejor tercer trimestre desde que existen registros. El aumento de la ocupación se centró en el sector servicios, de cara a la temporada de verano. En paralelo, el número de parados se disparó en 355.000 personas, el peor dato de la serie, ya que tradicionalmente el tercer trimestre del año es positivo para el empleo. el resultado es que la tasa de paro escaló hasta el 16,26%, casi un punto más que en el trimestre anterior. Sin embargo, una cifra muy contenida si se compara con crisis anteriores. De hecho, esta tasa de paro se sitúa en niveles del año 2018 y muy lejos del 27% que llegó a rozar durante la crisis de Lehman Brothers. Esta es la noticia más positiva para el Gobierno, explican fuentes de Moncloa, ya que con una caída muy intensa del PIB, la tasa de paro apenas ha aumentado en 2,5 puntos.

Foto: La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE)

Este baile de cifras hace que la fórmula más eficaz para analizar los datos sea la comparativa interanual, esto es, respecto al mismo periodo del año anterior. Así se evita utilizar el segundo trimestre de 2020 como base, ya que fueron unos meses anómalos por el confinamiento. También es importante destaca que el INE sigue considerando a los trabajadores en ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) como ocupados, ya que la metodología de Eurostat determina que se tienen que considerar como ocupados siempre que exista una expectativa de que volverán a su puesto de trabajo, cosa que el INE considera cierta.

El número de ocupados en el tercer trimestre fue de 19,18 millones de personas, lo que supone una pérdida de casi 700.000 empleos respecto al mismo periodo del año anterior. La destrucción de empleo se ha producido íntegramente en el sector privado, ya que en el sector público se han mantenido las contrataciones para reforzar los servicios durante la pandemia. En total el sector privado ha perdido 805.900 empleos como resultado de dos trimestres de crisis. Una cifra nunca antes vista. Por el contrario, el sector público ha creado 108.500 empleos en este periodo.

A pesar de la fuerte creación de empleo en el tercer trimestre del año, apenas se ha recuperado un 42% de todo el empleo destruido durante los meses del estado de alarma. Otro dato que muestra que la reapertura dejó a la economía española muy lejos del punto previo a la crisis y que queda mucho terreno por recuperar.

El número de parados superó los 3,7 millones de personas por primera vez en un tercer trimestre desde el año 2017. Sin embargo, esta cifra sigue amortiguada por los ERTE. Según los datos de la EPA, hubo 514.700 ocupados que no trabajaron como consecuencia de tener su contrato suspendido por ERTE. Eso sí, esta estadística se redujo de forma brusca a lo largo del trimestre, lo que evidencia una gran reincorporación de trabajadores del ERTE al emleo, cifras que incluso han sorprendido a los analistas más optimistas. En el segundo trimestre del año se acumularon más de 3,4 millones de trabajadores en ERTE, y en el tercer trimestre ya fueron apenas medio millón.

Esto significa que, además de los 570.000 nuevos ocupados del tercer trimestre, hay que sumarle casi 3 millones de trabajadores reincorporados de los ERTE. Eso sí, eso significa que la pandemia ha destruido 700.000 empleos y hay otros 500.000 que siguen en ERTE y que tienen muy difícil volver al empleo. La mayor parte de ellos tiene un empleo relacionado con el turismo, de modo que si no han conseguido reactivarse durante la temporada alta, difícilmente podrán hacerlo hasta que no se haya superado la pandemia. En suma, esta crisis habrá provocado la pérdida de más de 1 millón de empleos.

Si se contabilizan los datos de empleo del sector privado contabilizando los ERTE como empleo perdido y recuperado con la reincorporación, los resultados reales del mercado laboral español son los siguientes. Entre el primer y el segundo trimestre del año se destruyeron 4,7 millones de empleos, una cifra nunca antes vista por la rapidez y la magnitud de la caída. En el tercer trimestre se han recuperado 3,3 millones de empleos. Esto significa que se ha retomado el 70% del empleo perdido pero, aún así, hay 1,3 millones de empleos perdidos en el sector privado.

Otro de los datos caóticos de la EPA es el de las horas trabajadas, ya que los asalariados en ERTE se siguen considerando ocupados, pero que no realizan horas efectivas de trabajo. Como consecuencia, en el segundo trimestre se hundió el número de horas de trabajo un 22,6% y en el tercer trimestre aumentaron un 15,1%. Es evidente que se trató del mayor incremento de la serie histórica, pero está totalmente alterado por los ERTE.

Los datos de la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre del año muestran claramente el caos que se ha producido en el mercado laboral como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Durante el segundo trimestre del año, cuando España estaba confinada, los trabajadores despedidos pasaron a figurar como inactivos porque no podían buscar empleo y, por tanto, no se les consideró como parados. La inactividad se disparó entonces en más de un millón de personas, una cifra totalmente extraordinaria. En el tercer trimestre del año, los datos se normalizaron y casi 900.000 inactivos se han reintegrado en la población activa, unos como parados y otros como ocupados.

Encuesta de Población Activa (EPA) ERTE Paro
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