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La Cámara de Comercio rescata a CEIM con el dinero de los cursos de formación
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El dinero de la patronal

La Cámara de Comercio rescata a CEIM con el dinero de los cursos de formación

El organismo tutelado por la Comunidad de Madrid y presidido por Arturo Fernández dará un millón de euros para financiar a la patronal. El dinero procede de las subvenciones investigadas

Foto: El presidente de CEIM, Juan Pablo Lázaro, y la presidente de la Comunidad, Cristina Cifuentes.
El presidente de CEIM, Juan Pablo Lázaro, y la presidente de la Comunidad, Cristina Cifuentes.

La Cámara de Comercio, un organismo tutelado por la Comunidad de Madrid y presidido aún por Arturo Fernández, aprobó la semana pasada por la puerta de atrás un rescate de un millón de euros a la patronal madrileña CEIM. La organización, que se encuentra con muchas dificultades económicas y que en 2014 tuvo un déficit de 1.600.000 euros, recibirá esos fondos en virtud de un oscuro convenio para “establecer los medios para el desarrollo de actuaciones conjuntas para el cumplimiento de los objetivos comunes de promoción e impulso de las pymes”. El acuerdo fue aprobado por el pleno, en el que estaba presente la Comunidad de Madrid, pero no se presentó desglosado a los miembros de la Cámara ni tampoco a El Confidencial, que lo ha solicitado.

Hay dos razones para que el plan no se presente detallado y sea imposible ver cómo se gastará esa cantidad. La primera es que ese tipo de convenios no es más que un disfraz usado por ambas organizaciones en los últimos diez años para financiar a la patronal con grandes sumas de dinero sin que salten las alarmas. La segunda es que ese dinero, al menos en los últimos cuatro años, procede de la gran fuente de ingresos de la Cámara de Comercio: los cursos de formación.

Una vez que se dan los cursos, la Cámara, comandada por las mismas personas que tienen el control de la patronal, destina una parte de esos fondos a CEIM a través de ese convenio, que suele tener un título similar al aprobado la semana pasada, con dos o tres palabras distintas. En cuanto a la justificación de los gastos de los cursos, la Cámara se vale de las dificultades que tienen los pocos funcionarios asignados para detectar todas las irregularidades y, sobre todo, de la falta de voluntad de la administración por terminar con el sistema.

Un convenio opaco y sin desglosar los gastos

El funcionamiento de este sistema ha sido confirmado por varios trabajadores y extrabajadores de Cámara y CEIM. Los responsables de ambas instituciones lo desmienten. Aseguran que el dinero será destinado a la innovación, la internacionalización de la pymes y otras generalidades, pero no concretan cómo será el gasto. Dicen que este será desglosado en las memorias anuales de CEIM, pero en esas memorias nunca aparecen los gastos concretos.

La parte que se cede a CEIM es variable según el año y puede verse en las memorias de cuentas anuales de la patronal en un apartado que dice Subvenciones, donaciones y legados. En el año 2014, CEIM recibió 2.751.147,39 euros de la Comunidad de Madrid para el plan de formación; ese mismo año recibió 275.000 euros de la Cámara. El año anterior, 2013, la ayuda para formación fue de 4.199.975 euros; del convenio con la Cámara recibió 1.600.000. En el año 2012, la subvención a CEIM fue de 11.373.515 euros y el acuerdo con Cámara de 2.600.000. Las cifras del año 2014 colgadas en el portal de transparencia de CEIM son similares aunque hay algunos descuadres de unos miles de euros.

Solo un empresario madrileño se opuso al trasvase de dinero de Cámara a CEIM en el último pleno, al que acudió la viceconsejera de Economía

En el pleno del pasado martes, cuando los miembros de la Cámara aprobaron el convenio, estaba presente la viceconsejera de Economía e Innovación, Rocío Albert, que dimitió ayer de su cargo a petición propia. La viceconsejera asistía en representación del organismo que tutela la Cámara de Comercio, una corporación de derecho público que ha de estar controlada por la administraciones regionales. Será su consejería la que tenga que aprobar finalmente el acuerdo de las dos instituciones. Un portavoz señaló que todavía no les han llegado los papeles de ese acuerdo y que, por lo tanto, aún no pueden pronunciarse sobre si le darán el visto bueno.

Con el grifo de la formación cerrado tras los últimos escándalos, CEIM ha perdido la mayor parte de las subvenciones que recibía. Sin esas ayudas, la patronal está al borde de la quiebra. En sus cuentas de 2014 se dice que ha tenido un déficit de 1.645.533,10 euros. Con el millón que la patronal prevé recibir y el nuevo sistema de cuotas, sus directivos esperan paliar esa situación de emergencia. Solo un miembro del pleno de la Cámara, el empresario de joyería Alfredo Montejo, se opuso el pasado martes al acuerdo. En un discurso de al menos 30 minutos, el hombre sostuvo con indignación lo que para él era una desfachatez. Montejo no ha querido dar más detalles de por qué se oponía al convenio.

El actual presidente de CEIM, Juan Pablo Lázaro, ha señalado en varias conversaciones con este periódico que quiere romper con la habitual costumbre, desde la época de Fernando Fernández Tapias, de que sea un mismo presidente el que gobierne ambas instituciones. Señala que por eso ha aumentado las cuotas para pertenecer a la patronal y a sus órganos directivos y que no se presentará a la Cámara cuando Arturo Fernández deje la presidencia en los próximos meses, cuando la Comunidad de Madrid convoque elecciones. Sin embargo, ambos han pactado la renovación de ese convenio por valor de un millón de euros.

Para entender de dónde sale el dinero que llega anualmente a CEIM desde la patronal es útil remontarse a los años 90 y al conflicto que ambas organizaciones tenían entonces por el llamado recurso cameral permanente. Esa era la forma en que se financiaron las cámaras de comercio de todo el país y consistía en el pago de unas cuotas obligatorias que tenían que dar los empresarios por el hecho de serlos. La CEOE se propuso como objetivo eliminar esas cuotas obligatorias y llevó el asunto a los tribunales. Finalmente, la CEOE perdió y el Tribunal Constitucional falló que las cuotas eran legales.

Un presidente para dos instituciones

La jugada de las organizaciones empresariales para controlar el dinero de las Cámaras pasaba por presentar candidaturas a todas las elecciones camerales. En Madrid, fue el empresario Fernando Fernández Tapias quien ganó en febrero de 2002 a Juan Mato tras unas polémicas elecciones, este último partidario de dejar las cosas como estaban. En su discurso de investidura, Fernández Tapias dijo una frase que se quedó grabada en algunos empleados de la Cámara: "Somos los mismos". Esas tres palabras marcaban un antes y un después porque quien las pronunciaba era desde 1985 el presidente de la patronal madrileña CEIM y porque lo que estaban viendo ante sus ojos era el final de un larga batalla de los empresarios para hacerse con el control de la Cámara y los ingentes recursos económicos que tenía. Desde entonces, y con alguna excepción en años contados, los presidentes de CEIM, Gerardo Díaz-Ferrán y Arturo Fernández, lo han sido también de la Cámara.

En esas elecciones hubo un hombre clave para que Fernández Tapias se alzara victorioso. Su nombre es Alfonso Tezanos, un conseguidor de votos de un buen número de asociaciones pequeñas y creador de otras tantas organizaciones que finalmente han resultado ser una pantalla para conseguir subvenciones de los cursos. Tezanos fue miembro de CEIM y presidente de la Comisión de formación de la Cámara de Comercio hasta su imputación en el llamado caso Aneri, el fraude que ha destapado todas las irregularidades en torno a la formación en la Comunidad de Madrid y que investigan varios juzgados de Madrid.

José Luis Aneri, socio de Tezanos hasta 2011, era el encargado de dar los cursos para varias organizaciones empresariales. Pero nunca hacía los cursos y se quedaba con el dinero de las ayudas. Un consumo desenfrenado de cocaína le hizo descuidar su método y despertar las sospechas de los técnicos.

La cocaína y las decisiones que tomó José Luis Aneri bajo sus efectos han permitido conocer las irregularidades de la formación en Madrid

La cocaína y las decisiones que tomó Aneri bajo sus efectos han permitido conocer todas estas irregularidades, algunas de ellas ya señaladas por la Cámara de Cuentas que en 2011 y 2012 señaló cómo la CEIM había desviado fondos de la formación a los enormes sueldos de sus directivos, según informó El País. Pero esos informes quedaron en nada y se archivaron las investigaciones. Las de los juzgados de Plaza de Castilla siguen su curso pero por ahora los únicos imputados siguen siendo Aneri, Tezanos y un grupo de empresarios.

No hay señales de que se haya investigado a fondo la financiación de CEIM. Algunos trabajadores de Cámara y CEIM consultados por este periódico esperan que algo salga en claro de esas investigaciones. Otros manifiestan su incredulidad: “No pasará nada. Se irán algunos, se pondrá a otros, pero nada más. Nunca pasa nada”.

La Cámara de Comercio, un organismo tutelado por la Comunidad de Madrid y presidido aún por Arturo Fernández, aprobó la semana pasada por la puerta de atrás un rescate de un millón de euros a la patronal madrileña CEIM. La organización, que se encuentra con muchas dificultades económicas y que en 2014 tuvo un déficit de 1.600.000 euros, recibirá esos fondos en virtud de un oscuro convenio para “establecer los medios para el desarrollo de actuaciones conjuntas para el cumplimiento de los objetivos comunes de promoción e impulso de las pymes”. El acuerdo fue aprobado por el pleno, en el que estaba presente la Comunidad de Madrid, pero no se presentó desglosado a los miembros de la Cámara ni tampoco a El Confidencial, que lo ha solicitado.

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