Sareb redobla su oferta vendedora: liquida pisos y oficinas por 600 millones de euros

La maquinaria se ha puesto en funcionamiento. El inventario de activos inmobiliarios de Sareb ha comenzado a despacharse de forma industrial. Cuando todavía no se conoce el resultado de la venta del primer lote de activos, agrupado bajo el nombre de 'Operación Bull', fallo que se conocerá esta misma semana, los gestores del banco malo acaban de sacar al mercado otras dos carteras por un valor de 600 millones de euros para mantener vivo el interés de los inversores, según reconocen fuentes del mercado.

El equipo del Sareb ha creado una cartera con promociones residenciales terminadas o en curso denominada 'Operación Teide', cuyo valor estimado son 150 millones, y otra bautizada como 'Operación Corona' dotada con activos patrimoniales (edificios de oficinas) de hasta 450 millones. Estos dos portafolios se suman al que ya existente de Operación Bermudas, que aglutina los créditos corporativos de las inmobiliarias cotizadas (Colonial, Metrovacesa, Reyal-Urbis…) que recalaron en el 'banco malo'.

Tras algo más de seis meses de trabajo, Sareb parece haber puesto la directa para conseguir la atención de los inversores, ansiosos por cerrar transacciones después de tanto tiempo evaluando la oportunidad de comprar grandes carteras de activos en España. El ejemplo más señalado es el del fondo Lone Star, que antes de participar en el proceso de Operación Bull intentó comprar los activos cuando aún eran Bankia o que ofertó por la vivienda pública de Madrid antes de que el Ayuntamiento se decidiera por hacer un concurso. 

El banco malo no está reparando en esfuerzos ni en gastos. Hace dos semanas, el propio director general, Walter de Luna, viajó hasta Londres acompañado por otra persona de su equipo para mantener una reunión con inversores. El primer ejecutivo del Sareb presentó el contenido de las nuevas carteras de activos diseñadas para satisfacer el apetito de los compradores oportunistas. El objetivo es haber despachado a fin de año un total de inmuebles o créditos inmobiliarios por valor de 1.500 millones de euros.

El recibimiento a los productos diseñados por el Sareb estará muy relacionado con la ejecución de la primera transacción. Precisamente, después de más de un mes de proceso abierto, no exento de controversia, esta semana se conocerá cuál de los inversores finalistas -Lone Star, Centerbridge, HIG o TPG- se quedará con las viviendas de la 'Operación Bull', un lote de promociones residenciales terminadas y en curso que salió a un precio aproximado de 120 millones de euros. Será el pistoletazo de salida.

Algunas objeciones al proceso

En este sentido, la celeridad de los procesos va a ser determinante para influir en el ánimo de los inversores y en el precio final de sus ofertas. De momento, las trabas jurídicas que ha supuesto el formato de los FAB, los fondos inmobiliarios a través de los cuales hay que canalizar las adquisiciones de los activos del Sareb, han generado malestar, ya que a su vez obliga a comprar o a contratar los servicios de una sociedad gestora que, en su mayoría, son propiedad de las entidades financieras accionistas del 'banco malo'.

En el caso de la 'Operación Bull', la modificación sobre la marcha de las condiciones del proceso puede hacer que la ejecución de la venta se demore hasta finales de año, ya que los últimos inversores incorporados a la subasta tienen que constituir aún las sociedades instrumentales (SPV - Special Purpose Vehicle) necesarias para canalizar la adquisición en caso de resultar ganadores. Así que a pesar de la celeridad que reclama el mercado, los protocolos del Sareb pueden seguir desesperando a los inversores.