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Sousa autofinanciaba Pescanova mientras vendía sus acciones a espaldas del consejo
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VENDIÓ TÍTULOS POR 28 MILLONES PERO SÓLO PUSO 16 EN EL GRUPO

Sousa autofinanciaba Pescanova mientras vendía sus acciones a espaldas del consejo

El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, vendió acciones antes del 1 de marzo por valor de unos 28 millones de euros, pero aseguró al consejo

Foto: Sousa autofinanciaba Pescanova mientras vendía sus acciones a espaldas del consejo
Sousa autofinanciaba Pescanova mientras vendía sus acciones a espaldas del consejo

El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, vendió acciones antes del 1 de marzo por valor de unos 28 millones de euros, pero aseguró al consejo de administración que había puesto 16 millones de su bolsillo para mantener la compañía a flote mientras se negociaba con la banca. Es decir, faltan 12 millones, según señalan a El Confidencial fuentes cercanas al grupo pesquero.

Según dichas fuentes, Fernández de Sousa manifestó en uno de los largos consejos de administración que se han producido durante esta crisis que había aportado 16 millones a la caja del grupo pesquero. El presidente de Pescanova no detalló que había obtenido estos fondos vendiendo las propias acciones de la compañía.

Fernández de Sousa reconoció ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha vendido un 7%, con lo que ahora sólo mantiene un paquete del 7,45%, a través de la sociedad Inverpesca, por lo que ya no tiene el 14,4% de Pescanova, como se creía hasta ahora.

Estas ventas se produjeron entre los pasados meses de diciembre y febrero. Pescanova presentó el preconcurso voluntario a fecha de 1 de marzo y ayer mismo confirmó el concurso voluntario de la sociedad, con la compañía ahogada y sin liquidez.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que las acciones en esas fechas estaban cotizando en una horquilla de entre los 14 y los 16 euros el título. Teniendo en cuenta que, como reconoce la propia Pescanova a la CNMV, se vendieron 1,9 millones de títulos, las sucesivas ventas le aportaron al presidente del grupo gallego al menos 28 millones de euros.

“Importantes pérdidas”

En el comunicado se asegura que estas enajenaciones "generaron importantes pérdidas" a Fernández Sousa y que las ventas sirvieron para mantener el grupo en funcionamiento. Según afirma Pescanova en el hecho relevante, Fernández de Sousa, "preocupado por la situación de tesorería del grupo y las facultades que Pescanova tenía para financiarse, decidió poner su patrimonio a disposición de la compañía para resolver problemas urgentes de liquidez".

Esta versión difiere de la que el presidente de la compañía gallega dio en el consejo, donde cifró su aportación a la compañía en 16 millones. Pero no es la primera vez que los hechos relevantes de Pescanova no encajan con la realidad, como cuando afirmó que el consejo de administración apoyaba el plan de reestructuración del grupo por unanimidad, extremo que desmintieron tres consejeros.

El capitán abandona el barco

Fernández de Sousa no fue el único que vendió acciones. La CNMV también investiga al miembro del consejo y ex consejero delegado de Pescanova Alfonso Paz-Andrade por vender títulos, también justo antes del 1 de marzo, cuando la compañía presentó el preconcurso voluntario y la cotización se desplomó. Paz-Andrade vendió 120.000 acciones, el 0,5% de la compañía. Tras la operación se quedó con el 3,5%.

Con su paquete, Paz-Andrade apoyó a Fernández de Sousa, pero éste ya no tenía el 14% que declaraba, sino sólo el 7,4%. Es decir, juntos apenas sumaban algo más del 10%. Y juntos se estaban desprendiendo de sus participaciones. Por contra, el sector crítico contaba con mucho más capital: Damm tiene el 6,2%, la firma luxemburguesa Luxempart, el 5,8%; y el fondo de capital riesgo Iberfomento, el 3,3%. Es decir, unidos los opositores a Fernández de Sousa controlaban más del 15%.

Mando en minoría

Pese a estar en minoría, Fernández de Sousa tomó una serie de decisiones clave que han ido llevando a la compañía a una situación insostenible: presentó el preconcurso; rompió con la financiera Houlihan Lokey, que iba a reestructurar la deuda; abandonó las negociaciones con la banca; no remitió las cuentas a la CNMV; despidió a la firma de auditoría BDO y acabó solicitando el concurso de acreedores. Y todo eso con sólo el 7,4% del capital, con las críticas de los consejeros discrepantes y la banca cerrando el grifo de la financiación.Para colmo, Pescanova sigue sin aclarar el volumen de deuda oculta de la compañía, que puede doblar los 1.522 millones de los créditos declarados. Tampoco se conocen los resultados de 2012, aunque todo apunta a que se registrarán pérdidas importantes. La situación es dramática y hay que tener en cuenta que en Pescanova trabajan 10.000 personas, de las que 1.500 están en Galicia.

El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, vendió acciones antes del 1 de marzo por valor de unos 28 millones de euros, pero aseguró al consejo de administración que había puesto 16 millones de su bolsillo para mantener la compañía a flote mientras se negociaba con la banca. Es decir, faltan 12 millones, según señalan a El Confidencial fuentes cercanas al grupo pesquero.

Manuel Fernández de Sousa Pescanova