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Santander está 'pillado' con 300 millones en la sociedad patrimonial de Rafael Santamaría
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ADEMÁS DE LOS 500 MILLONES QUE TIENE EN REYAL URBIS

Santander está 'pillado' con 300 millones en la sociedad patrimonial de Rafael Santamaría

El Banco Santander no sólo está pillado con 500 millones en el sindicado de Reyal Urbis, la inmobiliaria que presentó el preconcurso de acreedores la semana

Foto: Santander está 'pillado' con 300 millones en la sociedad patrimonial de Rafael Santamaría
Santander está 'pillado' con 300 millones en la sociedad patrimonial de Rafael Santamaría

El Banco Santander no sólo está pillado con 500 millones en el sindicado de Reyal Urbis, la inmobiliaria que presentó el preconcurso de acreedores la semana pasada y a la que los bancos se niegan a seguir refinanciando. Junto con Banesto, tiene otros 300 millones prestados a la sociedad Inversiones Globales Inveryal, a través de la que Rafael Santamaría posee el 70,2% de las acciones de la inmobiliaria, cuyo valor se encuentra en mínimos históricos.

La promotora llegó a alcanzar una capitalización de 3.200 millones en 2007, pero en la actualidad no vale ni 19. Este viernes, sus acciones cerraron en 0,06 euros. En lo que va de año, acumula una caída del 87%, que se ha acelerado con la presentación del preconcurso de acreedores y las consiguientes dudas sobre su liquidación, sea con o sin concurso completo. 

En consecuencia, es prácticamente imposible que el Grupo Santander logre recuperar el crédito concedido a Santamaría con la garantía de las acciones y tendrá que asumir la pérdida correspondiente, aunque se quede con el paquete del máximo accionista de Reyal. En todo caso, el banco que preside Emilio Botín tiene provisionada prácticamente toda su exposición tanto a la inmobiliaria como a la patrimonial porque es muy agresivo en esta política, aparte de las exigencias de los Reales Decretos 'De Guindos'. 

Este crédito con Inveryal, por un total de 500 millones de los que 300 corresponden al Santander, se concedió en 2006 para que Santamaría pusiera una parte de capital en la compra de Urbis y no la financiara exclusivamente con deuda. Asimismo, le sirvió para otorgar a principios de 2007 unas opciones de venta (put) a los socios que le acompañaron en la compra de Urbis: Lualca, Ibercaja, Unicaja, EBN Banco –formado por Caja Duero, Unicaja, Ibercaja, CAM y SaNostra–, Corporación Issos (José Ramón Carabante) y BQ Finanzas. La única garantía de este crédito eran las acciones de Santamaría, que entonces suponían el 78,55% del capital, según fuentes conocedoras de la operación.

Estos socios ejercieron sus opciones de venta en cuanto las cosas empezaron a ponerse negras para el sector en general y la compañía en particular, en torno a 2010. Todos ellos abandonaron el barco a un precio muy superior al que cotizaba Reyal Urbis en ese momento, salvo Unicaja y EBN, que prefirieron permanecer en el capital de la inmobiliaria con un 4,3% y un 4,7%, respectivamente.

Canje de activos por deuda o concurso de acreedores

El grueso del importe de la compra de Urbis fue financiado con el crédito sindicado que tiene atrapada a gran parte de la banca española y que ha forzado el preconcurso de la inmobiliaria después de incumplir los términos de la refinanciación acordada en 2010. La deuda de Reyal Urbis, que inicialmente superaba los 5.000 millones, se redujo a unos 3.800 en esa fecha gracias al canje por activos de algunas entidades. Aparte del crédito para comprar Urbis a Banesto, también hay préstamos bilaterales para financiar el negocio de la inmobiliaria. El principal acreedor es Santander, que suma casi 500 millones incluyendo a Banesto, seguido por Bankia (470 millones), los fondos que han comprado su parte a Barclays y Royal Bank, el ICO y Popular.

La banca acreedora ha descartado volver a refinanciar la deuda, es decir, otra 'patada a seguir', porque no quiere seguir prolongando la agonía ante la falta de perspectivas de la empresa. Santamaría pretende ofrecer a sus acreedores una quita para tratar de mantenerla en pie, y para eso ha solicitado el preconcurso de acreedores. Sin embargo, las entidades financieras no están por la labor porque no solucionaría el problema. Ante lo cual, sólo caben las alternativas de un canje de activos por deuda, es decir, una liquidación ordenada, o directamente el concurso de acreedores, la antigua suspensión de pagos.

El Banco Santander no sólo está pillado con 500 millones en el sindicado de Reyal Urbis, la inmobiliaria que presentó el preconcurso de acreedores la semana pasada y a la que los bancos se niegan a seguir refinanciando. Junto con Banesto, tiene otros 300 millones prestados a la sociedad Inversiones Globales Inveryal, a través de la que Rafael Santamaría posee el 70,2% de las acciones de la inmobiliaria, cuyo valor se encuentra en mínimos históricos.