España pesa menos para el fondo 3i: cierra en Barcelona y ajusta plantilla

El nuevo consejero delegado del fondo de capital riesgo 3i ha debutado en el cargo sin que le tiemble el pulso. Simon Borrows asumió el mando de la firma británica el pasado mes de mayo y en apenas dos meses ha configurado un plan estratégico, en el que España no ha quedado al margen del programa de ajustes. Ayer viernes, el financiero británico anunció un programa de recortes que afecta a 160 empleados en todo el mundo (39% de plantilla total), dos de ellos españoles, y el cierre de ocho oficinas internacionales (presencia en 13 países), entre ellas Barcelona, mientras Madrid sigue operativa.

El grueso de los despidos afecta fundamentalmente a la parte de la plantilla que formaba parte de los servicios corporativos y auxiliares, no al plantel de socios o directivos (170 a nivel global) que deciden las inversiones de 3i, una de las firmas más señeras de la industria del capital riesgo (60 años de antigüedad), que maneja un portfolio de 113 empresas y gestiona activos por valor de 14.000 millones de euros. Sin embargo, a pesar de su trayectoria, las consecuencias de la crisis y de algunas de las decisiones del pasado han obligado al nuevo consejero delegado a reducir la estructura del fondo.

Más allá de la evolución de las compañías que posee 3i, que en España cuenta con una cartera de 12 inversiones (Mémora, La Sirena, Café & Té, Everis, GED, Esmalglass, Cadena SER…), la firma de capital riesgo ha perdido en bolsa un 86% de su valor desde el comienzo de la crisis en 2007, una deriva que ha propiciado los últimos cambios al más alto nivel. Borrows ha optado por abordar los ajustes de inmediato, cerrando las oficinas de Milán, Barcelona, ​​Birmingham, Copenhague, Hong Kong y Shangai, cierres con los que pretende ahorrar hasta 40 millones de libras para finales de marzo de 2013.

Como ayer explicó el consejero delegado a través de un comunicado en tiempo real a todo el equipo mundial, "el negocio de hoy en día está demasiado descentralizado y carece de enfoque y consistencia”. Por otro lado, reconoció que “la base de costes operativa ha retrasado algunos cambios en la política de inversión y no está alineada con los ingresos del grupo”. Por este motivo, Borrows afirmó que van a “volver a concentrar los recursos del grupo y el capital en las regiones y sectores donde se ha demostrado que tenemos una ventaja competitiva y observar las oportunidades más interesantes”.

Las palabras de Borrows han terminado por confirmar parte de las sospechas generadas tras su primera intervención como consejero delegado. Entonces, el pasado mes de mayo, ya adelantó que la firma enfocaría sus nuevas inversiones en los mercados del norte de Europa y Brasil, mientras mantendrá congelada su actividad en España e Italia, donde lleva sin realizar ninguna adquisición directa desde 2008, aunque sí a través de sus participadas. Por este motivo y dado que los ajustes en el equipo español ya se realizaron en el pasado, la actual restructuración no ha afectado a ningún directivo.

Adiós de Mark Heappy

Mientras tanto, sin hacer mucho ruido, uno de los nombres más conocidos de 3i en el mercado español ha terminado desvinculándose de la firma. Se trata de Mark Heappy, quien fuera durante años el máximo responsable del fondo para la Península y que en 2007 cedió el testigo de la oficina de Madrid a Maite Ballester para asumir competencias a nivel europeo, con Londres como sede, tras 12 años vinculado a España. A comienzos de año, el financiero formalizó su marcha del fondo, con el que sigue colaborando de manera externa representando a 3i como consejero en alguna de sus compañías participadas.