El 40% de los fondos reprueba los sueldos de Alierta y de los consejeros de Telefónica

Los accionistas de Telefónica están mostrando su oposición a determinados aspectos de la gestión de César Alierta. En la última junta general, celebrada hace ocho días, un 50% de los inversores institucionales no votaron a favor de su reelección, mientras un 40% se opuso al pago de los sueldos millonarios del consejo.

Telefónica sometió por primera vez en su historia al escrutinio de los dueños reales de la compañía su política de retribuciones. Y el resultado fue bastante doloso para Alierta y el resto del equipo gestor. La propuesta, de carácter consultivo y que se hacía por primera vez, fue la más rechazada de todos los puntos del orden del día de la junta. Recibió la negativa de inversores poseedores de 617 millones de acciones y la abstención de otros ahorradores con 359,4 millones de matildes en su cartera.

Un rechazo nunca visto en los últimos doce años en una junta general de accionistas, las cuales suelen dar su respaldo mayoritario –por encima del 90%- a todas las proposiciones del consejo. El propio Alierta ha perdido gran parte del apoyo de los inversores, al comprobar cómo su reelección fue aprobada por el 75% de los asistentes, mientras que hace cuatro años consiguió un 99% de votos a favor.

El sueldo del presidente de Telefónica es sin duda el más significativo. El que fuera bróker en Beta Capital cobró 8,6 millones en 2011, cuatro veces más que en 2003, la primera vez que se hizo público su salario. La totalidad del consejo percibió 29,15 millones, prácticamente tres veces más que hace nueve años. Y eso teniendo en cuenta que la empresa congeló la retribución fija y rebajó la variable. En este periodo de tiempo, la cotización de la primera multinacional española no ha subido.

Y es que los consejeros de Telefónica, incluidos los tres con funciones ejecutivas –César Alierta, Julio Linares y José María Álvarez Pallete-, han sido además beneficiarios de un generoso plan de incentivos para un total de 1.900 directivos del grupo. Iniciado en 2006 y finalizado el verano pasado, la alta dirección de Telefónica se hizo con un bonus de 750 millones de euros, ya que el índice para medir el alcance de los objetivos fijados dio como resultado un 97% de cumplimiento. Alierta fue agraciado con casi 391.000 acciones, valoradas en su momento más de seis millones de euros.

Al concluir el pasado año el Performance Share Plan de 2006, el consejo propuso un nuevo programa para “alinear los intereses del equipo directivo de Telefónica con los de sus accionistas”. Se le denominó Performance & Investment Plan, con una duración de otros cinco años y una recompensa de 450 millones de año en el caso de que la compañía consiga una serie de objetivos financieros y bursátiles.

A Alierta le corresponderán 390.496 acciones gratuitas, mientras que Linares recibirá 234.298 y Álvarez-Pallete, 124.249. El resto del consejo podrá conseguir una remuneración extra de hasta 37 millones de euros, según consta en los planes de fidelización aprobados por la junta de 2011. Ahí no se acaba la gratificación de Telefónica con sus directivos y empleados. El grupo refrendó también en la reunión con sus accionistas del pasado año otro plan adicional de hasta 50 millones de euros como incentivo a largo plazo, un programa, eso sí, del que quedaron excluidos los consejeros.