El partido antirrescate griego se rebela contra Alemania y las primas se disparan

Tensa calma es lo que han vivido los mercados de deuda desde que el domingo se cumplieran los peores pronósticos: Grecia camina a la deriva después de que las urnas hayan dado entrada en el Parlamento a los partidos antirrescate y los dos grandes no tengan la mayoría necesaria para formar gobierno. Y después de la calma, viene la tempestad.

Tras casi dos días de tregua postelectoral, el presidente del partido griego de extrema izquierda, Alexis Tsipras, que ha obtenido 52 de los 300 escaños del parlamento con el 16,8% de los votos, a media tarde encendía la mecha asegurando que los bancos deben ser nacionalizados, que hay que crear una Comisión Internacional para demostrar que la deuda de su país es legal y en definitiva, ha asegurado que cuenta con el apoyo de los ciudadanos para oponerse a las medidas impuestas desde Bruselas para recibir el rescate. 

En este sentido, ya Gonzalo Lardíes, analista de BPA, aseguraba a Cotizalia.com este lunes que "De todos los temas abiertos en la Unión Europea, es Grecia lo que me preocupa que es lo que puede hacer saltar todo por los aires. La subida de los extremos es peligrosa porque tienen la ideología metida en el ADN, por encima de toda lógica."

La contestación desde Alemania no se ha hecho esperar y ha amenazado con cortar las ayudas que mantienen enchufada al respirador la economía helena sino se llevan a cabo los recortes. De esta manera empiezan a ser realidad las peores pesadillas de una salida de Grecia del euro, con todo lo que ello supondría para el resto de países de la región. Nada más abrir la boca Tsipras, el mercado de deuda ha dado un vuelco.

Los inversores han comenzado a comprar bonos alemanes como locos llevados por el pánico hasta situar la rentabilidad del bund en mínimos históricos en el 1,54%, mientras que la de español (+5,7%), italiano (+5,4%), Francia (+2,8%) y Portugal (+10,7%)

El diferencial entre el bono español y el alemán se ha disparado a partir de las cinco de la tarde hasta los 430 puntos básicos. La subida de diez puntos se ha trasladado inmediatamente a la bolsa española, que ha cambiado las ganancias por una caída al cierre del 0,8%.