Amancio Ortega da la espalda a la recapitalización de Novagalicia

“Zapatero a tus zapatos”. Esa fue la justificación que dieron fuentes próximas a Amancio Ortega hace meses para explicar su negativa a ser unos de los inversores gallegos que salvaran a Novagalicia de la nacionalización. Hoy, día en el que todos los adinerados locales tienen que hacer sus aportaciones, el presidente no ejecutivo de Inditex se mantiene en sus trece: no pondrá un euro, más.

 

Este 15 de diciembre vence la primera ventana de liquidez concedida por el Banco de España a Novagalicia para la inyección de capital privado con el que la entidad regional recompre parte del 93% del accionariado que está en manos del Estado. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se hizo con esa participación el pasado 30 de septiembre, tras cimentar los recursos propios del banco con 2.500 millones.

José Maria Castellano, presidente de la entidad resultante de la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova, siempre se ha mantenido muy optimista sobre el interés de los inversores nacionales e internacionales. Hasta el punto que presentó ante el BdE y la CNMV cartas de intenciones de potenciales compradores de primera talla, como la de un importante naviero español con gran influencia en Madrid. Su objetivo era levantar hasta 1.000 millones.

Sin embargo, ese sentimiento ha ido empeorando al tiempo que la crisis financiera mundial se ha recrudecido. Fuentes próximas a Novagalicia aseguran que el nuevo banco podría tener hoy unos 150 millones de dinero fresco, con los que recompraría entre un 6% del paquete del Estado. Una cantidad menor de la esperada, pero significativa a tenor de la situación general de los mercados.

Ausencias y presencias

No obstante, entre esos nuevos inversores no estará Amancio Ortega, la persona más rica de Galicia y uno de los mayores patrimonios de España y del mundo. Fuentes próximas al presidente de Inditex han confirmado su negativa pese a la mejora de la relación con Castellano, con el que se enfrentó abiertamente cuando era consejero delegado del grupo textil. Su presencia entre los nuevos accionistas de Novagalica se consideraba vital para atraer a otros empresarios de postín y, sobre todo, a inversores internacionales que hubieran seguido su estela.

Pero los responsables del patrimonio de Ortega consideran que ya han ayudado al banco gallego más que suficiente. En concreto, porque en 2008 le compraron 40 oficinas a Caixa Galicia por 250 millones, una aportación que no la reúnen todos los que formarán parte de la lista de nuevos inversores de Novagalicia. Fuentes financieras indican que entre ellos estará la familia Somoza, dueña de Transportes Azkar.

Además de la familia Somoza, que no ha respondido a las llamadas de El Confidencial para confirmar la información, se da por hecho la contribución de Roberto Tojeiro (Gadisa), Manuel Gómez (Grupo Coren), José María Rivera (Estrella de Galicia), Manuel Añón (Hierros Añón) y Jacinto Rey (Grupo San José). Tampoco se descarta el respaldo de última hora de Manuel Jove, primer accionista de BBVA, con el 5% del capital, que en julio participación en la cuestión del Ministerio de Economía para la Oferta Pública de Suscripción de Bankia. Desde Inveravante, su sociedad de cartera, han declinado hacer comentarios.