Detenido un trader de UBS por hacerle un agujero de 2.000 millones de euros

La policía de Londres ha detenido a un trader de UBS, como presunto autor del fraude que ha provocado pérdidas de 2.000 millones de euros (1.456 millones de euros al valor actual) a la entidad suiza. El agujero provocado por las operaciones no autorizadas de un operador de 'equities' ha hundido la cotización de las acciones del banco en la bolsa de Zúrich esta mañana y supone un golpe a la credibilidad y a la estrategia del banco.

El detenido podría ser Kweku Adobuli, según publica en su web el Financial Times, aunque todavía no ha habido una declaración oficial al respecto. Las operaciones se realizaron con ETF -fondos cotizados-.

UBS reconoce que este suceso puede provocar una importante variación en los resultados del tercer trimestre de 2011 y ha adelantado la posibilidad de que se contabilicen pérdidas. Hace unas semanas el banco anunció la eliminación de 3.500 puestos de trabajo, un 5,3% de la plantilla, para ahorrarse hasta 2.500 millones anuales hasta 2013. El banco lleva dos años intentando volver a conseguir beneficios en la unidad de inversión y ha contratado a más de 1.700 personas en esta unidad para darle un impulso.

Pérdida de credibilidad e interrogantes sobre la gestión del riesgo

Los expertos señalan que más allá del impacto que tendrá en los resultados esta pérdida, lo importante es que la noticia de hoy supone un golpe a la percepción que hay del riesgo de gestión de UBS, justo cuando el mercado pensaba que la entidad había mejorado en este aspecto. El banco tuvo que ser rescatado en 2008, ejercicio en el que perdió 39.300 millones de dólares por culpa de las elevadas provisiones que tuvo que hacer como consecuencia de la crisis de las hipotecas basura. La pérdida de confianza por parte de los clientes de la entidad provocó una salida masiva de fondos de la imodad de inversión. UBS tuvo que cerrar parte de la división de 'trading' que revisar su sistema de gestión del riesgo.

El descubrimiento de las operaciones no autorizadas por parte de uno de sus gestores "puede ser un punto crítico, de inflexión, en la estrategia de UBS", comenta el director de ventas de MF Global, en declaraciones a Bloomberg. Y añade que si la entidad suiza vuelve a registrar pérdidas "va a dar la sensación de que no se ha reformado, será algo difícil de manejar y puede terminar desembocando en una situación insostenible". "Tal vez el aspecto positivo es que este suceso podría acelerar las decisiones del banco sobre su reestructuración y sobre el papel de las operaciones de banca de inversión dentro del grupo", señala un analista de Deutsche Bank en una nota a sus clientes.

En un comunicado difundido minutos antes de la apertura del mercado bursátil suizo, el banco confirmó que el presunto fraude todavía está siendo investigado, pero que hasta ahora se ha podido constatar la importancia de la pérdida originada por esta actividad. En su breve nota, la entidad aseguró que las operaciones no autorizadas no afectaron a las posiciones de los clientes. El fraude se descubrió ayer por la noche y el joven de 31 años detenido esta mañana permanece bajo custodia.

El presunto fraude del trader de UBS puede tener implicaciones para otras entidades, como Credit Suisse, ya que vuelve a plantear el debate en el país sobre el papel que juega la banca de inversión. Desde que estalló la crisis, algunos políticos suizos y analistas han pedido a los reguladores que reduzcan el peso de los dos grandes bancos y han llegado a pedir que escindan sus unidades de inversión para centrarse en el negocio de banca privada. En mayo de este año UBS reconoció que estaba estudiando separar la banca de infersión.

La sombra de Kerviel

La historia se repite: otra entidad europea al descubierto en un caso que recuerda mucho al del bróker de Société Générale, Jerome Kerviel. Fue el mayor fraude de la historia y se produjo en enero de 2008. Las actividades fraudulentas del gestor francés de 31 años se saldaron con la pérdida de 4.900 millones de euros de la entidad gala. En octubre del año pasado Kerviel fue condenado a cinco años de cárcel y a pagar 4.900 millones.

Jerôme Kerviel entró en Société Générale en el año 2000, por el middle y el back office, que se encarga especialmente de servicios de control de la entidad tales como el riesgo. Se unió al front y a la sala del mercado en 2005. Conocía así todos los engranajes del sistema. Trabajaba solo y según la versión oficial que el banco galo ofreció entonces, lo hacía agazapado detrás de su ordenador desde donde fue capaz de burlar todas las formas de control de la entidad en una especie de juego virtual como el Second Life de las finanzas.

Las pérdidas se originaron por posiciones tomadas en futuros estándar (plain vanilla) sobre índices europeos en 2007 y 2008 por Kerviel. Una vez detectadas en el fin de semana del 19 y 20 de enero, el banco procedió a su liquidación "tan rápido como fue posible en el mejor interés de la integridad del mercado y de los accionistas del Grupo", según reconoció Société Générale. Se trataba de futuros sobre el EuroStoxx 50, y esta liquidación hizo que la pérdida inicial del lunes 21 en las bolsas europeas -en torno al 2%- se convirtiera en más del 7%.