El FROB rebaja las valoraciones de las cajas en las que va a desembarcar

El Banco de España ha abandonado su intención de que el FROB entrara en las cajas de ahorros en apuros con una valoración elevada, forzado por el deterioro de los mercados y, sobre todo, de la situación de liquidez. Según varias fuentes conocedoras de la situación, el supervisor ha obligado a reformas las 'due diligences' de estas entidades encargadas a varias auditoras para adaptarlas al nuevo escenario, con la consecuencia de que las valoraciones finales serán muy inferiores a las esperadas.

Además, están las referencias de las salidas a bolsa de Bankia y Banca Cívica, que fijaron su precio en niveles de 0,4 veces el valor en libros (post ampliación). "El FROB no va a entrar en ninguna entidad a un precio superior, sería un escándalo", asegura una de las fuentes consultadas. "Cuando no había operaciones comparables -sólo la de Sabadell y Guipuzcoano se aproximaba- podían justificarse precios elevados; ya no", añade.

Como adelantó El Confidencial, el FROB eligió a varias auditoras para hacer un examen exhaustivo de la situación y de los planes de negocio de las cajas que van a recibir dinero público: nombró a Ernst & Young (CAM y CatalunyaCaixa), BDO (NovaCaixaGalicia) y KPMG (Unnim). Su trabajo debía concluir en junio para que, sobre la base del mismo, pudieran realizar la valoración los bancos de inversión -tres por entidad- también contratados al efecto.

Pero en la práctica estos planes sólo se han cumplido en la CAM. En las demás entidades, el Banco de España primero suspendió el proceso para no interferir en la crucial OPV de Bankia. Y este verano impuso una modificación de los escenarios aplicados en estos exámenes ante el derrumbe de las bolsas y de la deuda -pública y privada-, así como la nueva cerrazón de los mercados mayoristas y del interbancario por la desconfianza absoluta en las cuentas de las entidades. Estas condiciones más exigentes se traducirán inevitablemente en una rebaja de las valoraciones a las que entrará el FROB en su capital, lo que a su vez hará que el fondo público controle porcentajes absolutamente mayoritarios en todas estas cajas.

Inicialmente, el FROB trató de complacer a las entidades -que estaban "aterrorizadas" ante las valoraciones que exigía el capital privado para entrar en ellas-, fijando unas valoraciones superiores a las de mercado, que permitieran mantener cierto control a los gestores actuales de las cajas. Para ello, incluso desarrolló una metodología obligatoria de valoración que favorecía estos precios elevados. Pero las circunstancias le han obligado a abandonar este plan. Es más, uno de los presidentes que más presionó por conseguir un buen precio, Julio Gayoso de NovaCaixa, ha renunciado a su puesto para favorecer la entrada de los inversores que abandera José María Castellano.

El tiempo corre en contra del Banco de España

La segunda consecuencia de estas modificaciones del Banco de España es el retraso del proceso, ya que lo que debía estar listo en junio acaba de concluirse. Desde el supervisor se asegura que el proceso de valoración "avanza a buen ritmo", pero lo cierto es que los bancos de inversión tienen apenas tres semanas para concluir las valoraciones, ya que el 30 de septiembre acaba el plazo impuesto por el Real Decreto-Ley de Recapitalización de febrero.

Además, si el gobernador Fernández Ordóñez no concede una prórroga a las entidades que pueden conseguir el capital que necesitan de forma privada (BMN y Liberbank) o mediante fusiones (Caja España), tendrá que hacer la due diligence y la valoración de las mismas en ese exiguo plazo.

Como se ha dicho, la CAM fue la única entidad en la que se cumplió el plazo para la auditoría. Sin embargo, su intervención el 22 de julio ha paralizado el proceso de entrada del FROB. Primero, porque se pidió una nueva auditoría a la firma habitual de la caja, KPMG, para reformular sus cuentas (reformulación que ha arrojado pérdidas de 1.100 millones en el primer semestre). Y, segundo, porque la entrada del FROB está pendiente de la autorización de Bruselas y, además, hay que proceder a la subasta de la caja, para la que se ha contratado a Merrill Lynch y que se antoja muy complicada (costará cerca de 6.000 millones al erario público). Una subasta que, tal como avanza el proceso, no podrá culminar antes del 30 de septiembre como pretendía MAFO.