Ni tweets, ni amistosos de golf, Obama y Boehner enfrentados por la deuda

Las asperezas entre Barack Obama y John Boehner parecen no acabar de limarse por completo. El motivo: las negociaciones sobre el techo de deuda de EEUU, que siguen atascadas entre dimes y diretes en el Congreso, donde demócratas y republicanos se afanan por llegar a un acuerdo, fundamentalmente sobre los recortes al gasto social, para evitar así la amenaza de default.

Pero ni los 'tweets' del presidente de EEUU, ni el partido amistoso de golf disputado el pasado mes de junio, han servido para llegar a un punto común.

El déficit de la primera economía del mundo alcanza hoy niveles que hacen echar la vista atrás, cuando a mediados de los años noventa, con Bill Clinton en la presidencia, la deuda de EEUU alcanzó su tope. Entonces, los legisladores sí lograron un acuerdo para evitar la suspensión de pagos. Hoy, el déficit fiscal ha superado el 10% y la deuda pública supera ya los 14 billones de dólares, igualando al PIB, con lo que el país ha alcanzado el techo máximo de endeudamiento de su economía.

Fuente: Indexmundi

El pasado domingo, el mismo día en que la última reunión entre Obama y el líder republicano terminaba sin conciliación a la vista, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, afirmaba al programa "Meet the Press" de la NBC que 'no actuar' podría llevar a un daño catastrófico a la frágil economía del país, que podría rivalizar la crisis financiera del 2008-2009. No era el único en opinar. La directora del FMI, Christine Lagarde lanzaba una dura advertencia en ABC News ante un posible default de la economía americana y los riesgos que ello supondría para la economía mundial. 

La mala comunicación entre Obama y el presidente de la Cámara de Representantes se refleja en una lucha continua entre demócratas y republicanos por las profundas diferencias en temas como los presupuestos y los recortes, un hecho que les ha llevado a buscar nuevas vías de contacto y mantener conversaciones fuera del entorno mediático. 

El pasado miércoles, Obama utilizaba la red social twitter para meter presión a los republicanos advirtiendo a través de la cuenta de la Casa Blanca (@whitehouse), que ya cuenta con más de 2 millones de seguidores, que era necesario llegar a un acuerdo sobre el déficit del país. Por su parte, Boehner le acusaba a través de la misma red del gasto excesivo y la falta de empleo. La respuesta de Obama, en forma de tweet: el continuo declive del mercado inmobiliario.

En el mes de junio, los contrincantes políticos compartían una soleada jornada de golf en el campo de la base militar Andrews, a las afueras de Washington, con la negociación del endeudamiento como telón de fondo. Con este amistoso se esperaba contribuir a una atmósfera positiva para impulsar un posible acuerdo en el Congreso. Un acuerdo que, de momento, no existe. 

Mientras tanto, y con la vista puesta en el 2 de agosto, fecha límite para alcanzar un consenso, la atención se centra ahora en las agencias de calificación, cuya sombra está más presente que nunca.